Etnología gorila y otros notables “aportes” al pensamiento argentino – Por Ricardo Vicente López

Por Ricardo Vicente López

La filosofía en nuestro país ha padecido las dificultades habituales que generaron todas las ideas innovadoras. Esto no es privativo de la filosofía, en otras ciencias se puede verificar el mismo proceso. Es que las academias se atrincheran en un saber conservador y retrógrado. Los que son capaces de enfrentar ese sentido común, el que sostiene el status quo, han tenido que desafiar ese saber establecido. Esos que dijeron lo no sabido por las mayorías, he ahí su carácter de revolucionarios – y pido perdón por la utilización de esta palabra que incomoda a muchos – ha tenido que padecer el ataque de la ignorancia, de la mediocridad. Esos, los que arriesgan mucho, Tal vez hoy no sean reconocidos pero la historia les hará justicia.

Empecemos “reivindicando” a uno de los pioneros portadores de ideas que en su tiempo fueron rechazadas por algunos: el diputado radical Ernesto Sammartino [1] (1902-1979), quien se atrevió a denunciar en la Cámara de Diputados del Congreso Nacional, el 7 de agosto de 1947:

«El aluvión zoológico del 24 de febrero de 1946 parece haber arrojado a algún diputado a su banca, para que desde ella maúlle a los astros por una dieta de 2.500 pesos. Que siga maullando, porque a mí no me molesta».

No es necesario aclarar que un aporte tan profundo, enriquecedor del pensamiento filosófico no fue totalmente comprendido en su tiempo, todavía la conciencia colectiva no estaba madura para asimilar la nueva categoría zoo-antropológica con la cual inauguraba una nueva época para los estudios sobre los fenómenos de masas.

Sin embargo, otros conceptos científicos, como el de cabecita negra era un concepto bastante conocido con el cual se categorizaba, desde la etnología gorila, a un sector de la población definido por personas de pelo oscuro y piel de tonalidad intermedia. Su utilización había arraigado en las clases media y altas de Buenos Aires, sin olvidar a los que no mostraban formación científica. Circulaban sinónimos: “puente roto” (porque nadie los pasa); “raviol de fonda” (cuadrado y con poco sesos); etc. Entre otros muchos.

Es necesario hacer justicia a aquellos que fueron abriendo surcos con sus aportes en la indagación filosófica y sociológica. Una de ellos es Domingo F. Sarmiento [2], quien expuso sus ideas originales en cartas enviadas a Bartolomé Mitre en 1861 en las que le hacía saber el resultado de sus investigaciones:

«Se nos habla de gauchos… La lucha ha dado cuenta de ellos, de toda esa chusma de haraganes. No trate de economizar sangre de gauchos. Este es un abono que es preciso hacer útil al país. La sangre de esta chusma criolla incivil, bárbara y ruda, es lo único que tienen de seres humanos».

O su aguda percepción del pueblo:

«Tengo odio a la barbarie popular… La chusma y el pueblo gaucho nos son hostiles… Mientras haya un chiripá no habrá ciudadanos, ¿son acaso las masas la única fuente de poder y legitimidad? El poncho, el chiripá y el rancho son de origen salvaje y forman una división entre la ciudad culta y el pueblo, haciendo que los cristianos se degraden… Usted tendrá la gloria de establecer en toda la República el poder de la clase culta aniquilando el levantamiento de las masas».

Creo que el rastreo histórico de los aportes filosóficos es suficiente, aunque sea injusto con algunos otros que no nombro. Pero es suficiente para poner en contexto histórico a los nuevos pensadores que continúan en esa misma senda.

Un lugar importante merece Marcos Aguinis [3], quien siguiendo los pasos de Sammartino, aunque no parezca muy creativo, publicó en la Tribuna de doctrina (La Nación) un artículo que celebraba en su título “Una Oportunidad para frenar al populismo”. En él se refiere al tema que estoy analizando en el que propone terminar con cierta gente (¡¿?) prohibiendo “los choripanes, y vehículos que acarrean el ganado humano que dicen defender”. Es notable la fidelidad zoológica de sus metáforas, ello demuestra que contiene un fuerte sentido explicativo.

Alguien que no se puede dejar de mencionar es el filósofo mendocino, titular del Comité Nacional del radicalismo y senador nacional, Ernesto Sanz [4], quien aseguró que “por la Asignación Universal por Hijo aumentaron el consumo de la droga y del juego”. Esta denuncia es de fundamental importancia porque pone en evidencia lo que señalaba Sarmiento respecto de esas masas populares: no se los puede ayudar porque son totalmente inconscientes de lo que pueden recibir, no saben valorar.

En esa línea, de algunos hombres que han sacrificado sus carreras profesionales por la política, ocupa un lugar destacado el investigador antropológico Miguel del Sel [5]; el ex candidato a gobernador de la provincia de Santa Fe por el PRO, hizo público su descubrimiento sobre la utilización de la Asignación Universal por Hijo (AUH). Sostuvo que:

«Se cuadriplicó la cantidad de embarazos de pibitas de 12, de 13, de 14 años. Lo que se anuncia como una buena medida, se ve que nadie estudia las consecuencias (sic)… Si hay más chicas embarazadas es porque algo ha provocado que se embaracen».

Esta última frase debe ser releída con atención para poder comprender lo profundo de su pensamiento. Esta denuncia es de tal magnitud y gravedad que conmovió la fina sensibilidad de una concejala electa por el PRO, integrante de Cambiemos de Bahía Blanca, la Doctora María Laura Biondini quien manifestó haber corroborado la tesis del filósofo del Sel. Estas fueron sus palabras:

«Estamos hablando de niñas de 11 años que hablan de llegar a los 12 para poder quedar embarazadas y cobrar un plan. Eso denota la falta de una educación sexual fuerte».

Quien, desde una formación académica con mayores lauros, el Licenciado en Economía, graduado en la Universidad Católica Argentina, Alfonso Prat Gay, su frondoso currículo da pruebas de una formación exquisita; acredita antecedentes muy importantes que avalan la seriedad y profundidad [6]. Sus palabras permiten detectar una mentalidad sensible:

«Cada diez años nos dejamos cooptar por un caudillo que viene del norte, del sur, no importa de dónde viene, pero de provincias de muy pocos habitantes, con un currículum prácticamente desconocidoNo vaya a ser que en el 2020 estemos hablando del fulano de tal que vino no sé… de Santiago del Estero, que no lo conocíamos, que apareció de la nada, y resulta que se quedó con todo el poder».

La denuncia de Prat Gay debe ser tenida en cuenta, dado que ya pasamos el 2020 y hemos aceptado a un presidente sin haberle hecho análisis de sangre, ni, lo que es mucho más importante, un estudio genético que consiste en la identificación de la mutación (errores en los genes) que provoca una enfermedad hereditaria muy grave como “la santiagueñitis”. En algunos casos, las mutaciones son tan grandes que se pueden detectar al observar los cromosomas en el microscopio.

Todo este background de pensamiento creativo, desarrollado a partir de diversas especialidades del pensamiento superior, demuestra que el pensamiento de la filosofía, de la antropología, de la sociología en la Argentina está vivo y en plena producción. De todo ello debemos enorgullecernos los argentinos. Todo ello conforma una base sólida de ideas y proyectos a partir de la cual… sólo Dios puede saber lo que nos espera.

 

[1] Periodista, abogado, escritor, diplomático y político argentino perteneciente a la Unión Cívica Radical, que se desempeñó varias veces como diputado nacional y miembro de la Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas

[2] Sin embargo, esto no debe soslayar que el genio del sanjuanino aportó además importantes textos para el análisis de nuestra cultura.

[3] Marcos Aguinis es un médico neurocirujano, psicoanalista y escritor argentino. En 1963 apareció su primer libro y, desde entonces, ha publicado quince novelas, diecisiete libros de ensayos, cuatro libros de cuentos y dos biografías.

[4] Es un abogado y dirigente político argentino, Senador Nacional y dos veces presidente del Comité Nacional de la Unión Cívica Radical.

[5] Es un humorista, actor, político y productor pecuario argentino. En la actualidad es militante del PRO, partido político de Mauricio Macri, habiendo sido dos veces candidato.

[6] Estudió economía en la Universidad Católica Argentina, con estudios de posgrado en los Estados Unidos y con una trayectoria internacional de primer nivel; trabajó para el banco J. P. Morgan en Nueva York, Londres y Buenos Aires, dirigente del radicalismo. Viajó a Estados Unidos para realizar una maestría en Economía en la Universidad de Pensilvania.