Rusia ordena la incautación de 440 millones de dólares de JPMorgan

Por Anastasia Stognel y Joshua Franklin*
Un tribunal ruso ordenó la incautación de fondos de JPMorgan Chase por un total de 439,5 millones de dólares una semana después de que el prestamista dirigido por el Kremlin, VTB, iniciara acciones legales contra el mayor banco estadounidense para recuperar el dinero atrapado bajo el régimen de sanciones de Washington.
La medida pone de relieve algunas de las consecuencias que sienten las empresas occidentales por las medidas punitivas contra Moscú. También es una prueba más de las dificultades que están encontrando los prestamistas occidentales al intentar cumplir sus promesas de cerrar sus operaciones en Rusia desde la operación militar en Ucrania por parte de Moscú en febrero de 2022.
La orden de embargo, publicada el miércoles en el registro judicial ruso, tiene como objetivo fondos en las cuentas de JPMorgan y acciones en sus filiales rusas, según el fallo emitido por el tribunal de arbitraje de San Petersburgo. Los activos habían sido congelados por las autoridades a raíz de las sanciones occidentales.
La disputa se centra en 439 millones de dólares en fondos que VTB tenía en una cuenta de JPMorgan en Estados Unidos. Cuando Washington impuso sanciones al banco administrado por el Kremlin, JPMorgan tuvo que trasladar los fondos a una cuenta de depósito en garantía separada. Según el régimen de sanciones de Estados Unidos, ni VTB ni JPMorgan pueden acceder a los fondos.
En respuesta, VTB presentó la semana pasada una demanda contra el grupo con sede en Nueva York para lograr que las autoridades rusas congelaran la cantidad equivalente en Rusia, advirtiendo que JPMorgan estaba tratando de salir de Rusia y se negaría a pagar cualquier compensación.
Al día siguiente, JPMorgan presentó su propia demanda contra el prestamista ruso en un tribunal estadounidense para evitar una incautación de sus activos, argumentando que no tenía forma de recuperar los fondos estadounidenses varados de VTB para compensar sus propias pérdidas potenciales derivadas de la demanda rusa.
JPMorgan y VTB declinaron hacer comentarios sobre el fallo.
Cuando JPMorgan y Goldman Sachs anunciaron su intención de cerrar sus negocios en Rusia, que constituían sólo una pequeña parte de sus operaciones mundiales, los expertos advirtieron que cualquier salida podría tardar más de un año en concretarse. Otros bancos occidentales, incluidos Citigroup, UniCredit de Italia y Raiffeisen Bank International de Austria, todavía operan en Rusia.
Desde un decreto emitido en 2022, salir de Rusia requiere la luz verde del propio presidente Vladimir Putin. Siete bancos, de los 45 que operaban entonces en el país, recibieron la aprobación presidencial, incluidos Mercedes-Benz Bank, Ikano, J&T e Intesa.
A principios de 2022, Rusia también prohibió a los accionistas de “países hostiles”, incluido Estados Unidos, retirar sus dividendos.
El verano pasado, un tribunal ruso congeló unos 36 millones de dólares en activos propiedad de Goldman tras una demanda del banco estatal Otkritie. Unos meses más tarde, el tribunal dictaminó que el banco de inversiones de Wall Street debía pagar los fondos a Otkritie.
En marzo de 2023, otro tribunal ruso confiscó activos de Volkswagen en Rusia por valor de 204 millones de dólares en espera de una demanda de su ex socio Gaz Group, propiedad del oligarca afectado por las sanciones Oleg Deripaska. Los activos fueron posteriormente descongelados cuando VW recibió permiso de las autoridades rusas para vender su negocio ruso a Avilon, uno de los mayores concesionarios de automóviles del país.
*Articulistas de Financial Times