“Behind Back Doors”, el sitio de filtraciones en inglés que en el pasado aportó información de inteligencia sobre el Golpe de Estado que se estaba gestando en Bolivia, publicó un nuevo informe en donde se revelan datos del involucramiento de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) macrista en el derrocamiento de Evo Morales. También muestra el rol de servidumbre que cumple la inteligencia vernácula con agencias internacionales como la CIA.
Compartimos el informe, traducido por Kontrainfo:
Detrás del Golpe: La Agencia Federal de Inteligencia (AFI) argentina
Por Behind Back Doors
La estación de la CIA en La Paz instruyó al Jefe de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) argentina en Bolivia, José Sánchez, para apoyar la recopilación de información sobre:
-Evo Morales y sus administraciones;
-todos los funcionarios cubanos, venezolanos y nicaragüenses que residen en Bolivia, incluidos los diplomáticos.
Para cumplir con lo anterior, José Sánchez no solo usó a sus agentes en el país, sino que también solicitó el apoyo de representantes en Brasil, Colombia y Perú.
Los requisitos de información de la estación de la CIA en Bolivia son los siguientes:
1. La elaboración de perfiles psicológicos de los principales líderes del gobierno boliviano, especialmente de los ministros más influyentes. Esto incluye a Juan Ramón Quintana y Diego Pari.
2. Recolección de datos de inteligencia que pudieran vincular a los funcionarios del gobierno boliviano con el tráfico de drogas.
3. Recopilación de inteligencia sobre los negocios privados de los funcionarios del gobierno boliviano que pudieran vincularse a esquemas de corrupción.
4. La identificación de ciudadanos cubanos, venezolanos y nicaragüenses que trabajan en Bolivia.
5 La identificación de los diplomáticos de dichos países que trabajan en Bolivia.
Esta información sería utilizada por los Servicios Especiales de EE. UU. para llevar a cabo campañas mediáticas contra Evo Morales, tanto antes como después de las elecciones. Todo esto como parte del esfuerzo para evitar que fuera reelegido.
José Sánchez mantuvo estrechos vínculos con los funcionarios de la embajada de EE. UU., lo que fue más allá de sus deberes como diplomático. Esto incluyó a Rolf Olson y Annette Dorothy Blakeslee, ambos oficiales de la estación de la CIA en La Paz. Annette Dorothy Blakeslee estaba en Nicaragua como oficial médico de USAID en la Embajada de los Estados Unidos en Managua, curiosamente una de las coberturas diplomáticas utilizadas por la CIA en sus operaciones secretas.
El Sr. Sánchez tenía cobertura diplomática, pero en realidad sirvió como enlace con los servicios secretos de los países. Estuvo a cargo de dos estaciones de AFI en Bolivia: una en La Paz y la otra en el Consulado de Santa Cruz. Este último se utilizó para repartir fondos para la oposición en esta ciudad. La financiación, a su vez, fue proporcionada por la Embajada de los Estados Unidos. A pesar de que estaba programado para terminar su misión el 2 de diciembre, Sánchez fue relevado misteriosamente de su deber solo dos meses antes del Golpe contra Evo Morales.