Trump logró que el Senado de EEUU confirme a Amy Coney Barrett, la nueva jueza católica de la Corte Suprema que podría prohibir el aborto y ser clave en la elecciones

A una semana de las elecciones, Donald Trump logró que el Senado de los Estados Unidos confirme este lunes a Amy Coney Barrett como nueva jueza de la Corte Suprema, con 52 votos a favor y 48 en contra. La magistrada se convirtió en el tercer miembro del máximo tribunal designado por Donald Trump, el que quedará conformado por una mayoría conservadora de seis jueces contra tres de tendencia liberal-progresista, una tendencia que podría mantenerse durante muchos años, ya que los cargos en la Corte Suprema son vitalicios. La nueva conformación será clave en varios aspectos, entre ellos el posible rol que pudiera tener el Poder Judicial si la elección presidencial terminara siendo ajustada y con impugnaciones mutuas y la posibilidad de que la Corte Suprema revierta el fallo Roe vs Wade que despenalizó el aborto en 1973.

“Es un día trascendental para Estados Unidos, para la constitución estadounidense y para un estado de derecho justo e imparcial”, expresó el presidente Donald Trump.

Barrett ha afirmado que su “carrera legal no es más que un medio para un fin…y ese fin es la construcción del reino de Dios”.

Legalizado el 22 de enero 1973, el aborto en Estados Unidos está nuevamente en revisión por parte del máximo tribunal. “Creo que es muy probable que la Corte debilite el ‘derecho al aborto’ e, incluso, creo que hay muchas probabilidades de que lo prohíba completamente”, dijo Michael Dorf, profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de Cornell, en declaraciones a BBC Mundo.

Barrett confirmó que firmó en el pasado dos manifiestos públicos en contra del aborto, uno cuando, como católica practica salía de misa y firmó una declaración “reafirmando su compromiso con la posición de la Iglesia Católica sobre temas de vida” y la segunda vez como profesora de Derecho de la Universidad de Notre Dame en un texto que reafirmaba el “pleno apoyo al compromiso de nuestra universidad con el derecho a la vida”.

La nueva designación incidirá sobre el público votante católico norteamericano, al que el arzobispo y ex nuncio apostólico Carlo María Vigano, le pidió pocos días atrás“todos los católicos estadounidenses, que ven en el presidente Donald Trump al mayor defensor de los valores supremos de la civilización cristiana: de la vida, desde la concepción hasta la muerte natural; de la familia natural compuesta por un hombre y una mujer y niños; y del amor a la patria: ¡Una nación bajo Dios! Y, lo más importante, defiende el derecho a practicar libremente nuestra Fe, lo que nos permite honrar más plenamente a Dios. Las elecciones presidenciales de noviembre representan un desafío trascendental, un desafío bíblico, cuyo resultado será decisivo no solo para los Estados Unidos de América sino para el mundo entero”. El ex representante del Vaticano en los EEUU, continuó: “Es necesario que todos ustedes, católicos de EEUU, sepan bien el papel que la Providencia se ha dignado encomendar a su Presidente, y que sean conscientes de la extraordinaria batalla que él está preparando para luchar contra las fuerzas demoníacas del estado profundo y contra el Nuevo Orden Mundial”.

 

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