El presidente de Rusia, Vladímir Putin, pronunció su mensaje anual ante la Asamblea Federal donde se refirió a las relaciones internacionales señalando que las provocaciones hacia su país “no cesan” y alertó a sus adversarios a que “no traspasen la línea roja” .
En ese sentido, advirtió que quienes amenacen “los intereses fundamentales” de la seguridad de su país “se arrepentirán de lo que hicieron como no se han arrepentido de algo desde hace mucho tiempo” y los acusó de intentar culpar a Rusia “por cualquier motivo y, más a menudo, sin ningún motivo en absoluto”, lo que se convirtió en una especie de “deporte” para algunos países.
“Nos comportamos a este respecto con moderación —lo diré directamente, sin ironía— se puede decir, modestamente. A menudo no respondemos no solo a las acciones hostiles, sino a la grosería franca”, indicó el jefe de Estado.
“Las injustas sanciones se están convirtiendo en algo más peligroso: estamos hablando de un intento de golpe de Estado en Bielorrusia”, manifestó Putin, al tiempo que señaló que los países occidentales no habían reaccionado ante el intento de asesinato de Alexandr Lukashenko.
El líder ruso recordó que querían bloquear Minsk y dejar la ciudad sin electricidad y condenó los intentos de EEUU de cambiar gobiernos por la fuerza como en Bielorrusia, Ucrania o Venezuela.
Si bien Putin expresó que su país mantiene buenas relaciones con todos los miembros de la comunidad internacional, remarcó: “No queremos quemar puentes, pero si alguien percibe nuestras buenas intenciones como indiferencia o debilidad y tiene la intención de hacer explotar estos puentes, debe saber que la respuesta de Rusia será asimétrica, rápida y dura”.
El mandatario afirmó que está actualizando los equipos militares de su Ejército, incluidas las armas nucleares. “El Avangard y el Peresvet ya están en servicio, y el Sarmat llegará pronto a las FFAA”.
Cabe remarcar que estas declaraciones se producen en un contexto en el que los Estados Unidos y la OTAN insisten con las denuncias de que Rusia ha desplegado su fuerza militar en las fronteras de Ucrania para “una posible invasión” y la expulsión mutua de diplomáticos entre las dos primeras potencias militares mundiales, tras el exabrupto de Biden llamando “asesino” a Putin.
El mensaje anual del mandatario es un documento político y legal, programático, en el que deja expresadas las direcciones estratégicas de Rusia. En esta ocasión, Putin dedicó buena parte de su mensaje a advertir a las fuerzas anglosajonas de una “nueva época”, en la que, a partir de ahora, Moscú va a establecer, por su propia cuenta y en cada caso concreto, “una línea roja” en las relaciones con los demás países.