Por India Molina *
El escenario de la información pública adquiere una complejidad cada vez mayor. Sugiero una pregunta para seguir pensando: ¿el consumidor de medios necesita una formación previa para discernir qué es lo que recibe? Si la respuesta es sí ¿puede haber formación si lo que prevalece es la imagen? Lo de denominamos “educación” ¿exige una cierta cantidad de lectura necesaria?…
Se sabe que más que navegar los jóvenes “están” en las redes sociales. “Viven” allí. Y donde uno vive pasan muchas cosas. Informarse es, apenas, una de tantas. Entonces, ¿cómo acceden a la información los chicos y chicas entre 18 y 25 años? Ese fue el objetivo de un relevamiento llevado a cabo por estudiantes de primer año de la carrera de Periodismo en ETER. El resultado no sorprendió pero abrió más interrogantes: si el 39 por ciento señala que las redes sociales son su principal medio de información ¿de dónde proviene esa información? ¿Cuáles son sus fuentes y qué medios son los que, desde las redes, marcan agenda?
La muestra representativa del universo “jóvenes de 18 a 25 años que viven CABA y GBA” abarcó 950 casos relevados durante agosto y septiembre a través de un cuestionario auto-administrado que arrojó resultados contundentes: bastante más atrás del casi 40 por ciento que elige para informarse a las redes sociales está la TV, con un 28 por ciento, seguido por los diarios on line, con un 23 por ciento. Por acceso, por comodidad, porque la noticia se “cuela” en su muro o time line; sea como fuera, todo llega por redes y, mayoritariamente, mediante dispositivos móviles. Lo que sigue no es novedad: el 78 por ciento señaló que “mira” Facebook, en primer lugar, con 49 por ciento y Twitter, en segundo, con 29. Le sigue Instagram con un 9.4. En www.eterdigital.com.ar se puede acceder al relevamiento completo.
Ante la pregunta “¿De qué medio proviene la información que te llega a través de redes sociales?”, el 39 por ciento señaló que no podía especificar la fuente. Del 61 restante, más de la mitad indicó a los diarios tradicionales en sus versiones digitales (Clarín, La Nación, Infobae y PáginaI12). Otro 39 por ciento proviene de canales de noticias o noticieros (TN, C5N, Crónica, Telefe y Canal 13). El recuento revela, entonces, que la mayoría de los jóvenes usuarios de redes sociales es alcanzada por corporaciones mediáticas. En cuestiones de agenda setting, al final son siempre los mismos. Para analizar estos resultados consultamos a la especialista en medios, Dra. Natalia Aruguete: “Sigue habiendo un diálogo entre los medios tradicionales y los nuevos públicos porque la agenda alternativa no puede hacer frente a cómo se propaga la información emitida por estos medios que tienen muchos seguidores y, por tanto, gran poder de viralización”, señaló.
Cabe destacar que un 7 por ciento señala que se informa mediante “fuentes directas o cercanas a la noticia” y un 9 por ciento consignó que lo hace por medios autogestivos, cooperativos, de organizaciones o partidos políticos. Es entonces cuando las redes parecieran arrojar algo de luz: la posibilidad de “seguir” a los protagonistas de la información equilibra el desigual acceso a las audiencias. De todas maneras, se requieren conocimientos específicos de comunicación y marketing digital, y una mínima estructura de producción, lo que deja afuera a muchos actores sociales.
Si la tele ha muerto… ¡que viva la tele! porque aunque haya cambiado el uso que la familia le daba en épocas pasadas, al ser indicada como el segundo medio elegido como fuente de información (28 por ciento) y segundo, a su vez, más confiable (22 por ciento detrás del 54 que suman los diarios impresos y on line), la televisión sigue cosechando adeptos aunque más convendría preguntarnos si no será que los productos audiovisuales –independientemente de su soporte– son los que empujan la supervivencia del medio.
Las narrativas audiovisuales son cada vez más usadas en las redes y en los programas de televisión, y si bien quizás es prematuro hablar de nuevos géneros periodísticos, podemos dar cuenta de una reformulación de los modos de producción que fusionan noticias con historias, información con entretenimiento, mensaje con meta mensaje (en esa proliferación de información indefinida que va desde los medios tradicionales hablando de los tuits “de los famosos”, a la circulación de memes y gifs).
Con estos resultados, y atendiendo a que analizamos los consumos de las nuevas generaciones porque sabemos que sus prácticas marcan tendencias que luego se incorporan a las rutinas de producción de los medios tradicionales, cabe preguntarnos si el futuro de las noticias está en las redes. Al respecto, Aruguete señaló que “las redes están teniendo tal nivel de dinamismo que es difícil establecer qué pasará en el corto plazo. Lo que sí vemos es que sin el usuario adentro, no funciona. Por eso la composición noticiosa será cada vez más transmediática”.
Variados soportes, nuevas audiencias que empujan la producción de formatos innovadores y participación de los usuarios. Suena a lindo epílogo y esa es la parte positiva del asunto. La advertencia es recordar que, en las redes, todo está determinado por los algoritmos. Y entonces, otra vez, caemos en la red que teje el dueño de la lana.
* India Molina – Licenciada en Comunicación UBA. Directora de la carrera de Periodismo en ETER, Escuela de Comunicación.
Fuente: www.pagina12.com.ar – 15-11-17