Israel implementa un “pase verde digital” para personas vacunadas, segregando a los no-vacunados

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, presentó esta semana una app con un Código QR para que los ciudadanos que se hayan recuperado o hayan sido vacunados contra el Covid-19 puedan ingresar a diferentes comercios, instituciones y espacios públicos.

Los ciudadanos deberán registrarse en el “Green Pass” (Pase Verde), un certificado digital con una duración de seis meses, el cual identifica sus datos con un Código QR. “Somos el primer país del mundo que se recupera gracias a los millones de vacunas que hemos traído”, tuiteó el primer ministro Benjamin Netanyahu, que visitó un gimnasio el sábado para pedir a los israelíes que utilicen el nuevo sistema. “¿Vacunado? Obtén el Green Pass y vuelve a la vida”, aseguró Netanyahu en la presentación de la aplicación desde la localidad de Petah Tikva.

Se abrirán gimnasios, piscinas, hoteles y espacios para eventos deportivos o culturales y solo podrán ingresar aquellas personas que certifiquen haberse aplicado las dos dosis de la vacuna o hayan superado el coronavirus. Con el Pase Verde, volverán a las aulas los estudiantes de quinto y sexto de primaria y de los dos últimos años de secundaria.

El pase se podrá conseguir por medio de una página Web del Ministerio de Sanidad que está asociada a los archivos médicos de cada ciudadano, por lo que el Gobierno podrá disponer un estricto control. Ciudadanos que rechazan la medida, por obligarlos a la vacunación o tener que resignarse a la categoría de ciudadanos de segunda, han sido denunciados por intentar falsificar el pase.

En la Argentina, la diputada radical rionegrina, Lorena Matzen, presentó en septiembre de 2020 un proyecto de ley para obligar a los ciudadanos argentinos a usar un “pasaporte sanitario” para circular dentro del país. El nuevo mecanismo de control sobre la población no sería de carácter transitorio sino permanente y podrá actualizarse con la información que el Ministerio de Salud defina, como vacunas recibidas y nuevas enfermedades: “se propone como una medida permanente de control de la salud de las personas en el territorio; mientras que la subdivisión de tipologías de enfermedades, debe entenderse como una calificación temporal que podrá cambiar según las características de la enfermedad y la existencia o no de mecanismos de control, tales como una vacuna. En ese sentido se establece para el COVID19, una solución transitoria entre el aislamiento y la elaboración, distribución y colocación de la vacuna, que será la salida definitiva y permanente de la actual situación”, sostuvo la autora del proyecto.

 

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