Fotos indecentes
Por Juan Manuel de Prada
Ha provocado muchos rasgamientos de vestiduras la foto del doctor Sánchez con los diputados batasunos que apoyarán su investidura. De «indecente» la han tachado algunos líderes peperos; pero Borja Sémper Infidelis sostenía no ha mucho que «el futuro de la sociedad vasca, guste o no en determinados sitios, se tiene que construir también con Bildu», organización con la que se mostraba deseoso de alcanzar «acuerdos razonables» en el caso de ser elegido alcalde. No sé si el bueno de Sémper Infidelis seguirá pensando lo mismo; aunque, en cualquier caso, sus palabras pueden considerarse un brindis al sol, pues sus posibilidades de ser elegido alcalde eran nulas. La gente, puesta a votar, nunca vota al más huero, chirle y hebén del catálogo, salvo que vaya camuflado y metido de matute en una lista electoral, como ahora va el bueno de Sémper Infidelis, para pillar cacho.
Pero la foto del doctor Sánchez con los batasunos, como el deseo del bueno de Sémper Infidelis por alcanzar con ellos «acuerdos razonables», no es «indecente»; pues indecente, como nos explica la etimología de la palabra, es aquello que «no es apropiado». Y en el Régimen del 78 nada hay tan apropiado como el ‘consenso democrático’, que desde luego incluye a los batasunos.
Para ser admitidos en dicho ‘consenso’, a los batasunos les bastó con renunciar al plomo y al amonal; pues, como repiten cual papagayos los constitucionalistas chorlitos, «toda idea puede ser defendida, con tal de que su defensa se haga mediante vías democráticas». Pero esto es una perversión filosófica, jurídica y moral: pues hay ideas cuya expresión no puede ser admitida bajo ningún concepto, sin importar que esa expresión sea pacífica o violenta. Esta obviedad se la saltó el Régimen del 78, que consideró que se puede defender tan ricamente la disolución de la comunidad política, con tal de que los disolventes no nos rieguen de plomo ni hagan con nuestros cuerpos albóndigas salpimentadas de amonal.
No entendemos, pues, por qué a los constitucionalistas chorlitos esa foto radiante les parece «indecente», a la vez que les parece decentísimo el Régimen del 78 que la legitima y ampara. Además, los constitucionalistas chorlitos tendrán pronto otras fotos todavía más radiantes, como por ejemplo la foto de los batasunos en el Palacio de la Zarzuela, estrechando socarrones la mano de Felipe, como ahora han hecho con el doctor Sánchez.
De hecho, esa foto con Felipe los batasunos ya podrían habérnosla brindado, si fuesen más pérfidos y deseasen hundir la monarquía, acudiendo a las rondas de consultas que se convocan en Zarzuela antes de cada investidura. Pero los batasunos son demasiado rígidos (no todo el mundo puede ser tan dúctil como el doctor Sánchez o el bueno de Sémper Infidelis) y esa foto, verdadero epítome del Régimen del 78, todavía no la hemos disfrutado. Lo haremos más pronto que tarde. ¿Se rasgarán también entonces las vestiduras los constitucionalistas chorlitos?
