Frente a una Plaza de Mayo colmada, Alberto Fernández y Cristina Kirchner explicaron a la multitud aspectos centrales del curso que habrá de tomar el nuevo gobierno. Cristina ensalzó los valores de la voluntad, la humildad, la memoria y el coraje y teorizó contra el liberalismo: “Lo colectivo es más importante que lo individual, no todo empieza y termina en uno. Al contrario, uno es más grande cuando es parte de un todo, si no somos solo individualidades sueltas”. “Hay que tener coraje, no soberbia, el coraje no se prueba en el poder, se demuestra en el llano”, postuló para luego sumar “la lealtad, ese valor que algunos piensan que es seguidismo a un líder político, pero la lealtad entre un líder y un pueblo es a dos puntas”, y remató: “Y finalmente amor, porque esa memoria, esa lealtad, ese coraje, tienen que tener un objetivo que es el amor, amor al pueblo, amor a la Patria, amor a los que sufren, amor a los jóvenes”.
Y luego se dirigió a Alberto Fernández: “Presidente, ud ha iniciado su gobierno con muy buenos augurios. Ha decidido que esta plaza a la que habían enrejado como un símbolo de división entre el pueblo y el gobierno, ud. ordenó que se retiraran las rejas. Ademas el mensaje que ha dado ante la Asamblea Legislativa a su pueblo. Confíe siempre en su pueblo. Ellos no traicionan, son los más leales. El pueblo solo pide que lo defiendan y lo representen. No se preocupe por las tapas de los diarios, de un diario, preocúpese por llegar al corazón de los argentinos, se que usted tiene la fuerza y la convicción para cambiar esto”.
Y finalizó: “Ud. presidente tiene por delante una tarea muy dura, le han dejado un país devastado, tierra arrasada, pero sé que ud. tiene la fuerza y la convicción para cambiar esta realidad tan fea que hoy están viviendo los argentinos. Tenga fe en el pueblo y tenga fe en la historia, que la terminan escribiendo más temprano o más tarde los pueblos. Este pueblo maravilloso que nunca abandona a los que se juegan por él, convóquelo, siempre van a estar por causas justas. En nombre de todos aquellos que hoy no están, porque partieron o porque tal vez están fuera de la Argentina, que cuenten con el apoyo, el amor y la esperanza de todos nosotros que hemos depositado en ud.”
El presidente Alberto Fernández, tomó la posta oratoria y apostó por la unidad del campo popular: “Nunca más vamos a dividirnos. Con nuestra división, ellos se hacen fuertes”. Cuestionó también “un sistema que nos atrapa indefectiblemente en lo más cruel del poder financiero internacional”. A nivel cultural pidió revertir “la meritocracia del individualismo a la política del salvate vos y que el otro se arregle, vamos a oponerle la solidaridad. Somos un movimiento político que nació sobre la faz de la tierra para ayudar al prójimo”.
Sostuvo la necesidad de “unir nuestro esfuerzo para que nunca más falte un plato de comida. Vamos a hacer la mejor epopeya que podemos hacer como sociedad. Vamos a ponerle fin al hambre que es algo que debe avergonzarnos”.
Y explicó el que probablemente sea uno de los primeros enfrentamientos que tenga contra poderes establecidos: “Quiero que todos me ayuden a que pongamos en la Argentina de pie un Sistema Judicial que no nos avergüence, vamos a terminar con todo eso, se terminaron los operadores judiciales, los operadores de la inteligencia y los linchamientos mediáticos que todos los días soportamos. Eso vamos a tener que hacerlo entre todos y uds. me tienen que ayudar. Vamos a terminar con un Poder Judicial que utiliza las prisiones preventivas para amedrentar opositores”.
“Sé muy bien que la política es contradicción de intereses. Sé muy bien a quiénes estamos representando. Estamos representando a los que padecen, a los que sufren. Vamos a desterrar para siempre a los que especulan, que ganan con la timba financiera en perjuicio de todos los argentinos. Vamos a cuidar el bolsillo y los derechos de cada uno de uds”, afirmó.
“4 años escuchamos que no volvíamos más pero esta noche volvimos y vamos a ser mejores! A trabajar a partir de mañana por ese país que nos merecemos”, finalizó.
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