El gobierno nacional, anunció haber adquirido por licitación 24 buques con gas licuado, 15 de ellos fueron ganados por la empresa British Petroleum (BP) de Gran Bretaña.
Desde la Secretaría de Energía de la Nación que conduce Darío Martínez, informaron que la compra de gas licuado a Gran Bretaña, y otros países, asegurará el consumo del periodo invernal. Dicha adquisición se realizó por medio de la empresa estatal Integración Energética Argentina Sociedad Anónima (IEASA), se trata de 24 buques de gas natural licuado con un precio cercano a los US$ 6,5 por millón de BTU (MMBTU) y el total de la licitación demandará US$ 330 millones.
De la licitación participaron 14 empresas que ofertaron por los 24 buques y que tendrán como objetivo cubrir la demanda prioritaria de invierno. Entre las empresas que ofertaron la inglesa British Petroleum obtuvo 15 cargamentos, la holandesa Gunvor 5 cargamentos, la francesa Total con 2, mientras que Trafigura de Singapur y la española Naturgy uno cada una, completando los 24 barcos.
Martínez celebró la compulsa y aseguró estar “muy satisfecho con esta licitación en la que participaron empresas de GNL de primer nivel, y hemos obtenido un precio que superó nuestras expectativas ya que es inferior al que se venía analizando en el mercado internacional”.
En esta ocasión los valores más que duplicaron a los de 2020, cuando se había adjudicado la compra más barata de toda la historia argentina al pagar apenas tres dólares el millón de BTU. En 2021 los precios volvieron a subir debido al duro invierno que atravesó el hemisferio norte, sin bien continúan deprimidos por la caída de la actividad económica en el contexto de pandemia.
La adquisición a la principal empresa hidrocarburífera del Reino Unido de un bien estratégico para la economía argentina, como el gas licuado, incrementa los lazos de dependencia del país con la potencia usurpadora de su territorio en Malvinas, continuando la política de acercamiento y buenos negocios llevada adelante por el gobierno anterior y poniendo en duda el discurso oficial de “sacar de la zona de confort a Gran Bretaña, para obligarla a negociar la devolución de las islas”.