La empresa nacional de hidrocarburos, YPF, aumentó los precios de los combustibles en todo el país, con un promedio del 2,5% pero con subas mayores en distintos distritos. Este aumento es el cuarto en los últimos 4 meses, añadiendo fuerza al incremento de la inflación registrado en el último trimestre del año, especialmente en los alimentos populares.
YPF, conducida por el economista de corte neoliberal, Guillermo Nielsen, aumentó sus combustibles en los meses de agosto, septiembre y octubre. A cada uno de los mismos le siguieron, de manera cartelizada, las empresas privadas como Shell, Axion y Puma.
De acuerdo a la empresa, mitad de capitales estatales y mitad de capitales privados, su política de precios es seguir la evolución del tipo de cambio, manteniendo una dolarización de hecho, independientemente de sus costos de producción, siguiendo una línea similar a la aplicada bajo la administración de Mauricio Macri.
El Gobierno actual, en medio de los acuerdos con el FMI, transita una etapa de “descongelamiento” de tarifas, al tiempo que mantiene un pie sobre salarios y jubilaciones.
La fórmula de gobierno parece ser muy sencilla. Para la militancia progre: leyes de aborto y kioscos de género. Para el pueblo trabajador: desempleo y ajuste.