El juez federal Ramos Padilla afirmó en el Congreso Nacional que los sobornos pedidos por un fiscal es prácticamente una “subcausa”, siendo la causa principal la enorme red de espionaje ilegal “de grandes magnitudes” que existe en la Argentina, “vinculada con el poder judicial, ministerios, fuerzas de seguridad, poderes políticos y medios de prensa y que operaba en coordinación con el gobierno de los Estados Unidos”.
Los grandes medios de comunicación optaron por ocultar esta presentación del juez lo que no extraña dado el grado de complicidad que ha quedado de manifiesto en el caso de varios de ellos.
Padilla contó también la complicidad de distintos sectores del Estado para interferir en la causa, comentó que pidió una PC para procesar la cuantiosa información y no se la dieron, pidió un perito y también le fue denegado y hasta el Servicio Penitenciario no trasladó a los detenidos para que pudieran declarar.
“El tenor de las comunicaciones transcriptas permite advertir maniobras de espionaje ilegal con mecanismos clandestinos (…) Se desprende también el elevado grado de confianza entre el fiscal Stornelli y el abogado. se advierte el encargue a D’Alessio para realizar tareas de seguimiento contra otros letrados”, en una red que también abarcaba a Patricia Bullrich: “Este vínculo significaría contraprestaciones económicas y la recepción por parte de la DA de indicaciones por parte de la ministra”. “Encontramos documentos, legajos de inteligencia, cuadernos con anotaciones de datos sensibles acerca de los hijos, esposas, de los allegados que eran objetivos, elementos de espionaje tales como cámaras ocultas entre llaveros, drones, un arma que llamo la atención de todos”, sostuvo Padilla.
Reveló una gran cantidad de mensajes de Whatsapp entre el extorsionador Marcelo D’Alessio y el ex montonero y hoy nexo en la compra venta de armamento con Israel, Mario Montoto:
“Perfecta la extracción de los 4 objetivos de la embajada. El lunes regresamos por 48hs a Venezuela. 9 aeronaves volvemos de Moscú y San Petersburgo. Así lo requieren”, le dice D’Alessio, explicitando la práctica de sacar ilegalmente personas de distintos países, un mecanismo clandestino que viene usando la CIA desde hace años.
Con respecto a la “Operación Jaitt”, Ramos Padilla explicó esa “operación de contrainteligencia” habría tenido como objetivo impedir una extradición desde México. Dada la cercanía de Jaitt con Stiuso y la red de narcoprostíbulos de Raúl Martins, no extrañaría que se hubiera intentado beneficiar a este personaje, ex miembro de la SIDE, con la operación.
También denunció la presencia de “mecanismos dentro del Congreso de duplicación de identidades para personas prófugas con pedido de captura” (!).
“El caso puede involucrar al fiscal (Stornelli), aunque sabemos que no es el único sino que hay varios. Involucra a periodistas, y a un juez. Lo que estamos viendo puede perjudicar las relaciones con Estados Unidos, con Venezuela, con Israel y con Uruguay, porque esta organización tuvo incidencia en distintos ámbitos de incumbencia de estos países”, sostuvo el juez.
“Mirá Pau, el que armó esto es un AFI de la línea Angelici Puro”, le dice en un audio el extorsionador Marcelo D’Alessio con llamativa confianza a la diputada y presidenta de la Coalición Cívica, Paola Oliveto, lo que explica que Elisa Carrió fuera la primera en salir a defender al fiscal Stornelli.
La complicidad del Gobierno queda muy clara cuando D’Alessi resiste el allanamiento y pide hablar con Macri, Bullrich o Arribas.
Padilla también compartió un audio de Dovat que dice: “D’Alessio me dijo que con los protocolos de la DEA yo debía formalizar una denuncia ante el fiscal Stornelli y presentarme para entrevistar por Clarín, Todo Noticias y A24. Y si lo hacía así mi familia y yo íbamos a estar protegidos”, lo que muestra el entramado entre servicios de inteligencia internacionales, medios de comunicación y el aparato judicial del Estado.