Por Carlos Cuesta
Un no acabar: así son las subidas fiscales en la era Sánchez. Si la recaudación total en 2022 quedó en 255.463 millones (sumando los principales impuestos nacionales), ese nivel ha saltado, al cierre de 2023, hasta los 271.935 millones de euros. Lo más llamativo, una vez más, es que las grandes subidas fiscales lo están siendo siempre por medio del alza de la recaudación de los impuestos más dañinos para la economía: IRPF y Sociedades.
La subida efectiva del IRPF es de casi un 10%. La de Sociedades de un 13%. El IRPF ha pasado de 109.485 millones a 120.280 millones. Sociedades, por su parte, de 32.176 millones a 35.060 millones. Es decir, que de los 16.472 millones totales que se han incrementado los impuestos -sin contar con la subida de las cotizaciones sociales-, 10.795 millones (el 66%) proceden del golpe fiscal a los salarios de los españoles. Todo un mazazo al poder adquisitivo de los hogares y al empleo.
El último informe oficial de la Agencia Tributaria (AEAT) no culta este expolio y lo justifica. “En 2023 los ingresos por IRPF crecieron un 9,9%”, anticipa un apartado de este documento. “Los ingresos por retenciones del trabajo y actividades económicas crecieron en 2023 un 11%. Su principal base imponible, las rentas del trabajo, lo hicieron por encima del 7%. La masa salarial aumentó un 7,6%, con una tendencia de ligera desaceleración a lo largo del año por la progresiva moderación en el ritmo de creación de empleo y el hecho de que las subidas salariales fueran menores en la segunda parte del año”.
Por otra parte, aclara, “la masa de pensiones públicas creció más de un 9%, casi un 11% desde el devengo de febrero (el bajo crecimiento de enero estuvo condicionado por la última paga de actualización por la desviación de precios en 2022). El otro gran elemento dentro de estas rentas, las prestaciones por desempleo, se incrementaron un 3,2% respecto a 2022”.
Sea como sea, lo cierto es que la decisión de Pedro Sánchez de no actualizar las cifras del IRPF con la inflación ha provocado una evidente subida fiscal por la puerta de atrás que están pagando todos los trabajadores. “El resto del crecimiento de las retenciones del trabajo provino de la subida del tipo efectivo consecuencia de los incrementos salariales y de pensiones. Se estima que el tipo sobre salarios creció alrededor del 2% y el tipo sobre las pensiones ligeramente por encima del 7% (en este punto conviene recordar que con actualizaciones mucho menores que la que se dio en 2023, la pensión media y el tipo crecían a ritmos del 3% debido a la repercusión que tiene la llegada al sistema de los nuevos pensionistas, en general con pensiones más altas)”, señala el informe.
El golpe a las empresas es también obvio: “Los ingresos del Impuesto sobre Sociedades crecieron un 9%. Los beneficios de las sociedades aumentaron en 2023 por encima del 15%. En el caso de las Grandes Empresas y grupos los beneficios declarados en su tercer pago a cuenta presentado en diciembre crecieron un 15,7% (17% en las Grandes Empresas y 14,3% en los grupos). El crecimiento fue muy elevado en los primeros meses del año, sobre todo en los grupos (y, en especial, en los sectores energético y financiero), se moderó en la parte central del año, que se comparaba además con muy buenos resultados del año anterior, y se recuperó en el tramo final del año”, explica el estudio.
Y “el comportamiento de los beneficios se tradujo en un aumento de los pagos fraccionados, principal componente de la recaudación en esta figura, también superior al 15%, aunque parte del crecimiento se debió al cambio normativo por el cual en 2023 la base imponible de un grupo se calculó sumando las bases imponibles positivas y el 50% de las bases imponibles negativas de las entidades integrantes del mismo”.
