El ministro de Transporte de la Nación, Mario Meoni, murió este viernes por la noche a los 56 años tras protagonizar un accidente de tránsito sobre la Ruta 7 cuando estaba viajando en su Ford Mondeo al partido bonaerense de Junín, su ciudad natal para visitar a su familia.
Según el parte policial, el funcionario viajaba solo en su vehículo oficial blindado bajo una lluvia débil y en sentido a San Andrés de Giles-Carmen de Areco, cuando cerca de las 21:30, a la altura del kilómetro 112 (zona de autovía) perdió el control por razones que todavía se estaban investigando, despistó, impactó de lleno contra el guardarrail y terminó volcando.
El ministro, ex intendente de Junín y dirigente de extracción radical que había militado junto a Sergio Massa en el Frente Renovador, falleció en el acto tras el hecho.
Efectivos policiales estaban trabajando en la zona y el tránsito fue interrumpido. Fuentes de la zona refieren también que estaría viajando al lugar del hecho la ministra de Seguridad de la Nación, Sabina Frederic.
Meoni había sido atendido hace poco más de un mes en el Sanatorio Güemes tras sufrir un malestar en la zona del corazón.
El ministro era el encargado de la renovación de la concesión de la estratégica Hidrovía del Río Paraná, disputada por multinacionales privadas para su control, ya que por allí sale el 80% de las exportaciones argentinas, por valor de unos 90.000 millones de dólares anuales.. De acuerdo al ingeniero Horacio Tettamanti, ex subsecretario de Puertos y Vías Navegables, el decreto 949/20 del pasado 26 de noviembre de 2020, puso en riesgo la soberanía argentina sobre el Río Paraná, el Río de la Plata y el Atlántico Sur. Empresas de EEUU, China, Bélgica y Holanda están interesadas en controlar la autopista fluvial del Mercosur.
La actual concesión vencía justo este viernes 30 de abril y la nueva licitación, dependiente de Meoni, estaba orientada a elegir al nuevo concesionario que remplazará a la actual sociedad operadora que integran la belga Jan de Nul y la local Emepa.
“Muchos me dice que el Estado se haga cargo”, dijo el 9 de abril el presidente Alberto Fernández, en diálogo con Radio Con Vos, y explicó que “el trabajo del dragado lo hacen muy pocas empresas en el mundo, porque exige una tecnología de altísimo costo, y eso es muy difícil que lo pueda hacer el estado. Por eso es la idea de la concesión”.
Durante el primer encuentro del Consejo Federal Hidrovía (CFH), Pablo Barbieri, titular de la Unidad Ejecutora Hidrovía, había anunciado que los pliegos estarían listos a fines de abril y que el proceso no duraría menos de 180 días hábiles. Omar Perotti, gobernador de la provincia de Santa Fe, había definido el futuro de la concesión como “una de las obras de impacto federal mas grande los últimos 30 años”.
La Hidrovía tiene un total de 3.442 kilómetros, desde Puerto Cáceres, en Brasil, hasta Nueva Palmira, en Uruguay, concesionándose el tramo desde el kilómetro 1.238 del río Paraná y el kilómetro 239 del canal de Punta Indio, en el Río de la Plata, abarcando alrededor de 1.200 kilómetros.
Pocos días atrás, el Ministerio de Transporte firmó un acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) para “garantizar la transparencia” de la próxima licitación.
Argentina licitará la concesión después de 25 años de gestión a cargo de la belga Jan de Nul.
Se disputan la misma verdaderos pesos pesados: la firma china CCCC Shanghai Dredging Company, las belgas Dredging International y Jan de Nul y las holandesas Boskalis Dredging International y Van Oord (con el apoyo de Máxima Zorreguieta), entre otras. Sobre los márgenes del río se encuentran además puertos de las estadounidenses Cargill y Bunge; del grupo chino Cofco (Nidera y Noble); de la francesa Dreyfus; y del grupo global ADM/Toepfer de los Estados Unidos.
China pone su mira en el Paraná: buscará quedarse con la Hidrovía para controlar las exportaciones
