A 43 años del Golpe, organizaciones sociales, políticas y sindicales repudiaron a la última dictadura militar y al gobierno de Mauricio Macri como continuador de sus agendas económicas y sociales.
Cientos de miles en todo el país se manifestaron en repudio del Golpe de 1976, que inició una etapa de degradación de la Argentina en sus distintos planos, arrojando a nuestro país a las garras de las élites oligárquicas del poder financiero transnacional, con el objetivo de su expoliación y saqueo sistemático, golpeando especialmente la fuerte organización sindical que el peronismo había construido. El actual gobierno de Mauricio Macri es una continuación de aquel horroroso camino, por otros medios, por parte del mismo poder económico que sostuvo y gestó a aquella dictadura.
“Nos manifestamos contra el avasallamiento que el Gobierno de Mauricio Macri genera todos los días: despidos masivos, la miseria planificada, la entrega del país a los buitres, la persecución de los pueblos originarios; la persecución a militantes; los presos políticos; la grave injerencia del Gobierno sobre el Poder Judicial; retrocesos en Memoria, Verdad y Justicia, la violencia institucional, la represión a la protesta social, la censura a la prensa, el negacionismo”, enumeraron en el documento final los organismos de derechos humanos.
Con respecto a los desaparecidos, el texto expresa: “Nos faltan todos los días, como así también la verdad sobre dónde están sus cuerpos para tener el derecho a una despedida y a un lugar para poner una flor o decidir cómo y dónde recordarlos. Por eso, una vez más, reclamamos que los genocidas, los partícipes y los cómplices rompan los pactos de silencio y nos digan DÓNDE ESTÁN. También llamamos a toda la sociedad a aportar información. El tiempo del silencio se terminó y necesitamos la verdad de manera urgente”.
Se pidió por la recuperación de la identidad de los bebés secuestrados bajo la dictadura: “También siguen faltando alrededor de 300 hombres y mujeres que están entre nosotros: son trabajadores, padres, madres, compañeros de oficina, de oficio; vecinos, maestros y profesores de nuestros hijos e hijas; empleados, profesionales, están entre nosotros, como sus familias, que los buscamos desde hace más de cuatro décadas. Son nuestros nietos y nietas, quienes viven con su identidad falseada. En 2018 sólo logramos resolver un caso. Las preocupaciones cotidianas, pero también los discursos que impulsan el olvido y justifican los delitos de lesa humanidad, no generan un clima propicio para quienes aún tiene pendiente indagar sobre su identidad”.
Sobre la posibilidad de avanzar judicialmente contra el poder económico cómplice de la dictadura militar, el documento manifestó: “En 2018 se consiguió una sentencia histórica: dos ex gerentes de Ford fueron condenados por su responsabilidad empresarial en el secuestro y torturas a trabajadores. Se comprobó lo que denunciamos hace décadas: que la dictadura cívico-militar se impuso para disciplinar a los trabajadores organizados. Y si bien la concreción de otros debates orales para la determinación de responsabilidades penales de empresarios y directivos se siguen demorando, como es el caso de Mercedes Benz, otros procesos judiciales están tomando cierto impulso, como la represión, persecución, secuestro, detención y desaparición de los trabajadores de Acindar. Pero estos juicios penales sólo analizan la responsabilidad individual de los directivos que continúan vivos. También se debe exponer la responsabilidad de las empresas, que siguen mirando para otro lado. Por eso reclamamos al Congreso la implementación de la Comisión Bicameral de Identificación de complicidades económicas y financieras durante la última dictadura, aprobada en 2015, que continúa paralizada”.
Se criticó con dureza la actualidad que vive el país bajo el Gobierno de Mauricio Macri: “Estamos en esta Plaza para seguir defendiendo la democracia, porque hoy está en peligro. No tener derecho al trabajo, a la alimentación, a la salud, a la educación y a la vivienda, entre otros derechos fundamentales, genera pobreza y hambre. La pobreza hoy alcanza cifras alarmantes: lo indican los millares de comedores sociales en escuelas, barrios, municipios e iglesias. Nuestro país, que es potencialmente rico, ha sido empobrecido adrede por este Gobierno. Hoy la Argentina lidera las cifras de crecimiento de la pobreza en América Latina. Por eso convocamos a la unidad para que decir “Nunca Más” a la pobreza y el hambre. La vulneración del Estado de derecho se ha ido incrementando cada día con este Gobierno y por eso convocamos a seguir defendiendo la democracia. Los tres poderes del Estado están implicados, porque el programa económico del macrismo es la miseria planificada”.
Se repudió la entrega de la soberanía económica y la manipulación del Poder Judicial: “En el Congreso de la Nación, el oficialismo y sus aliados le dieron la espalda al pueblo al aprobar la reforma previsional, uno de los mayores daños producidos en el último tiempo, agravado, desde esa misma institución, por un presupuesto de ajuste. Ambas medidas se sancionaron a fuerza de represión a las masivas protestas populares que exigían frenar el avasallamiento de derechos. El Poder Judicial se ha convertido en una herramienta de la persecución política: cada vez hay más causas armadas contra los opositores al Gobierno, mientras que cada vez son menos las audiencias de los juicios a genocidas. El Poder Ejecutivo ha transformado la defensa de la soberanía en la entrega del país. Cada una de sus políticas antipopulares responde a las órdenes del Fondo Monetario Internacional. A todo esto se suma el intento de instalar una reforma laboral cuyo modelo ya vivimos en la década del 90, basado en los preceptos de Martínez de Hoz. Su resultado es flexibilización laboral, explotación, desocupación y más desigualdad. Mauricio Macri, volvemos a decirte: ¡basta de ajuste, represión e impunidad!”.