De acuerdo al Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA) durante el año 2018, el Gobierno de Macri llevó a 1,9 millones de argentinos a ser nuevos pobres, alcanzando el nivel general de pobreza al 31,3% de la población.
Los informes de la UCA, sin embargo, podrían ocultar un aumento de la pobreza aún mayor. El estudio aplica un enfoque “multimodal”, tomando en cuenta carencias como inseguridad alimentaria, cobertura de salud, los servicios básicos, la vivienda digna, los accesos educativos y el empleo y la seguridad social. Pero desde hace años se sospecha que por motivos políticos este tipo de informes sobre estimaba la pobreza en el anterior gobierno y ha tendido a aminorar su incidencia bajo la administración de Macri.
Para la UCA, la pobreza en 2015 era del 28,7%. Es evidente que una caída del salario mínimo en dólares de más del 50% vía devaluaciones y paritarias por debajo de la inflación, el aumento de la desocupación a cerca de dos dígitos y los continuos incrementos tarifarios necesariamente deberían llevar los porcentajes de pobreza muy por encima de un 2,6% que habría aumentado entre 2015 y 2018 (31,3%, 12,7 millones de personas).
A pesar de esto, la cifra publicada por el informe de la UCA es el peor de toda la serie histórica desde que comenzó a publicar sus informes. El relato de “Pobreza 0” quedó hecho añicos y ya no se lo puede ocultar.