“Lenguaje Inclusivo”: presentan proyecto de ley para prohibirlo en la Argentina en escuelas y administración del Estado

Se presentó ante el Congreso Nacional argentino un proyecto de ley que pide la prohibición del uso de lenguaje inclusivo en las escuelas y actos de gobierno.

“Prohíbase el uso en documentos y actos oficiales y en establecimientos educativos del comúnmente denominado ‘lenguaje inclusivo’, en cualquiera de sus formas (“x”, “e”, “@”, etc.), empleadas para reemplazar el uso del masculino cuando es utilizado en un sentido genérico, así como de cualquier otra forma diferente a la lengua oficial adoptada por la República Argentina”, sostiene el artículo 1 del documento presentado este martes en la Cámara de Diputados.

El texto firmado por las abogadas Cynthia Ginni y Patricia Paternesi pretende prohibir el uso del lenguaje inclusivo en la educación formal, textos oficiales públicos y privados dentro de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Cualquier palabra que no esté reconocido por la Real Academia de la Lengua Española.

La propuesta de la ley, según las particulares firmantes, tiene como objetivo evitar “alteraciones gramaticales y fonéticas que desnaturalicen el lenguaje” con la intención de suprimir “los obstáculos que en materia de lectoescritura se manifiestan por el uso del mismo”.

Y agregaron: “Debe tenerse presente, asimismo, que la utilización de términos masculinos con carácter inclusivo de lo femenino no afecta en absoluto la igualdad entre hombres y mujeres. Como bien se señala, es un hecho estrictamente lingüístico que carece de consecuencias políticas para la visibilidad de las mujeres, el respeto con que son tratadas, o su acceso a los puestos de mayor responsabilidad en todos los ámbitos de la sociedad”.

La Academia Nacional de Educación de la Argentina criticó el uso del lenguaje pseudo-inclusivo ya que “no contribuye a señalar la igualdad de los sexos sino que, por el contrario, sugieren la existencia de una rivalidad”.

La institución expresó con claridad su postura sobre el castellano deformado que se busca imponer desde grupos minoritarios con aval del Estado: “La Academia Nacional de Educación considera oportuno hacer público su apoyo a lo manifestado por la Academia Argentina de Letras cuando afirma, al cabo de una extensa fundamentación, que ‘no deben forzarse las estructuras lingüísticas del español para que se conviertan en espejo de una ideología, pues la gramática española que estudiamos no coarta la libertad de expresarnos o de interpretar lo que expresan los demás. Lo afirmamos con la convicción de que una lengua que interrelaciona nunca excluye’”.

Cabe remarcar que Francia prohibió el lenguaje inclusivo, mientras que también Chile y Perú ya cuentan con iniciativas similares en sus congresos.

Esta agenda progresista ha sido llevada adelante en la Argentina por sectores políticos oficialistas y opositores, tanto del Frente de Todos como de Juntos por el Cambio y se ha evidenciado en distintos ámbitos de la administración pública, nacional, provincial y municipal.