En la Europa cerrada del coronavirus, la Unión Europea abre las puertas a las tropas de Estados Unidos
Por Manlio Dinucci
Los ministros de Defensa de los 27 países miembros de la Unión Europea –que cuenta 22 miembros de la OTAN– se reunieron el 4 y el 5 de marzo en Zagreb (Croacia). El tema central de la reunión no fue cómo enfrentar la crisis del coronavirus –para lo cual ya se decidió restringir todos los movimientos de la población– sino cómo favorecer la «movilidad militar».
El ensayo decisivo en ese sentido es el ejercicio Defender Europe 20 (Defensor de Europa 2020 https://shape.nato.int/defender-europe), programado para los meses de abril y mayo. El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, quien participó en esa reunión de la Unión Europea, lo definió como «el mayor despliegue de fuerzas estadounidenses en Europa desde el fin de la guerra fría».
Y ya están llegando a Europa 20 000 soldados estadounidenses para participar en ese ejercicio, que contará también con la participación de otros 10 000 militares de Estados Unidos –que ya estaban desplegados en suelo europeo– y de 7 000 soldados de países miembros de la OTAN, según confirma el US Army Europe (las fuerzas terrestres de Estados Unidos en Europa). Todos esos soldados «se esparcirán a través de la región europea».
Las tropas estadounidenses traerán 33 000 elementos de equipamiento militar, desde su armamento personal hasta enormes tanques Abrams, lo cual implica el uso de la infraestructura necesaria para garantizar el transporte de todo ese material de guerra.
Sin embargo, hay un problema, subrayado en un informe del Parlamento Europeo en febrero de este mismo año:
«Desde los años 1999, las infraestructuras europeas se han desarrollado únicamente con objetivos civiles. Pero la movilidad militar se ha convertido nuevamente en una cuestión clave para la OTAN. Como la OTAN carece de herramientas para mejorar la movilidad militar en Europa, la Unión Europea, que sí cuenta con las herramientas legislativas y financieras necesarias para hacerlo, desempeña un papel indispensable.»
El Plan de Acción sobre la Movilidad Militar, presentado en 2018 por la Comisión Europea, prevé modificar «las infraestructuras que no están adaptadas al peso o las dimensiones de los vehículos militares». Por ejemplo, si un puente no puede soportar el peso de una columna de tanques, habrá que reforzarlo o reconstruirlo. Siguiendo ese criterio, la prueba de carga del nuevo puente que reemplazará el puente Morandi, que se derrumbó en Génova, tendrá que hacerse con tanques Abrams, de 70 toneladas. Por supuesto, esas modificaciones –inútiles para el uso civil– implican grandes gastos, gastos que los países miembros tendrán que asumir… con una «posible contribución financiera de la Unión Europea».
Por consiguiente, la Comisión Europea ha previsto una primera asignación de 30 000 millones de euros, dinero que sale de los fondos públicos, o sea de nuestros bolsillos. El Plan de Acción prevé además «simplificar las formalidades aduanales para las operaciones militares y los transportes de mercancías peligrosas de tipo militar».
El US Army Europe solicitó el establecimiento de una «Zona Schengen militar», sólo que la libertad de circulación no será para los civiles sino para los tanques de guerra.
El ejercicio Defender Europe 20 –según se dijo en la reunión de Zagreb– permitirá «descubrir cualquier obstáculo a la movilidad militar y la Unión Europea tendrá que eliminarlo».
La red de comunicaciones terrestres de la Unión Europea será así puesta a prueba por 30 000 soldados estadounidenses que «se esparcirán a través de la región europea» y que estarán exentos de las normas adoptadas contra el coronavirus. Eso ya quedó confirmado en el video sobre la llegada a Baviera (Alemania), el 6 de marzo, de los primeros 200 soldados estadounidenses. En la región italiana de Lombardía, a unos cientos de kilómetros, rigen las normas más severas, pero en Baviera –donde se comprobó el primer contagio europeo de coronavirus– los soldados estadounidenses que bajaban del avión estrechaban las manos de los representantes de las autoridades alemanas y besaban a sus compañeros sin máscaras. ¿Será que ya están vacunados contra el coronavirus?
También cabe preguntarse, ¿qué objetivo tiene «el mayor despliegue de fuerzas estadounidenses en Europa desde el fin de la guerra fría», supuestamente para «proteger Europa de cualquier amenaza» –clara referencia a la «amenaza rusa»–, cuando Europa está en crisis debido a la amenaza del coronavirus? (incluso hay un caso de coronavirus en el cuartel general de la OTAN, en Bruselas).
Y, ya que el US Army Europe anuncia que los «movimientos de tropas y de material en Europa durarán hasta julio», surgen otras interrogantes: ¿Regresarán a Estados Unidos los 20 000 soldados estadounidenses o se quedarán en Europa con todo su armamento? ¿Resultará que el “defensor” es en realidad el verdadero invasor de Europa?
30 000 soldados llegan a Europa… ¡sin máscara!
por Manlio Dinucci
Pero hay una categoría de estadounidenses exenta de esas normas: los 20 000 soldados que ya están llegando desde Estados Unidos a diferentes puertos y aeropuertos europeos para participar en el ejercicio Defender Europe 20, el mayor despliegue de tropas estadounidenses en Europa en los últimos 25 años. Sumando las que ya estaban desplegados en este continente, se trata de unos 30 000 militares estadounidenses que participarán en Defender Europe 20, en abril y mayo, junto a 7 000 militares de 17 países, como Italia, miembros de la OTAN o países asociados a la alianza atlántica.
La primera unidad blindada estadounidense llegó al puerto de Bremerhaven, en Alemania, desde el puerto de Savannah, en Estados Unidos. Se trata en total de 20 000 unidades de equipamiento militar que están llegando desde Estados Unidos a 6 puertos europeos –en Bélgica, los Países Bajos, Alemania, Letonia y Estonia. Otras 13 000 saldrán de los depósitos preposicionados en suelo europeo por el US Army Europe (el ejército terrestre de Estados Unidos en Europa), principalmente en Alemania, los Países Bajos y Bélgica.
Según informa el US Army Europe, las operaciones previstas «requieren la participación de decenas de miles de militares y civiles de numerosas naciones». Al mismo tiempo, está llegando desde Estados Unidos a 7 aeropuertos europeos la mayor parte de los 20 000 soldados estadounidenses. Entre ellos hay 6 000 miembros de la Guardia Nacional provenientes de 15 estados, como Arizona, Florida, Montana, Nueva York y Virginia.
El US Army Europe anuncia que, al principio del ejercicio, en abril, los 30 000 soldados estadounidense «se desplegarán a través de toda la región europea» para «proteger Europa de cualquier amenaza potencial», lo cual es una clara referencia a la «amenaza rusa». El general estadounidense Tod Wolters –quien, como Comandante Supremo de las fuerzas de la OTAN tiene bajo su mando tanto las tropas estadounidenses desplegadas en Europa como las de todos los países miembros de la alianza atlántica– asegura que «la Unión Europea, la OTAN y el Mando de Estados Unidos en Europa han trabajado juntos para mejorar las infraestructuras», lo cual permitirá que los convoyes militares puedan desplazarse rápidamente a través de 4 000 kilómetros de vías.
Decenas de miles de soldados cruzarán las fronteras para realizar ejercicios en 10 países. En Polonia, habrá 12 zonas de entrenamiento, donde se moverán 16 000 soldados estadounidenses que llegarán en unos 2 500 vehículos. Paracaidistas estadounidenses de la 173ª brigada, con base en la región italiana de Véneto e italianos de la Brigada Folgore, con base en la región de Toscana irán a Letonia para participar en un ejercicio conjunto de salto en paracaídas.
El ejercicio Defender Europe 20 se realiza para «incrementar la capacidad de desplegar rápidamente en Europa una gran fuerza de combate desde Estados Unidos». Por consiguiente, el ejercicio se desarrolla con tiempos de despliegue y procedimientos que hacen imposible someter decenas de miles de soldados a las normas sanitarias previstas para enfrentar la epidemia de coronavirus y también será imposible impedir que entren en contacto con los habitantes durante su tiempo libre. Además, la banda de rock del US Army Europe dará en Alemania, Polonia y Lituania una serie de conciertos gratis que podrían atraer grandes cantidades de público.
En definitiva, los 30 000 soldados estadounidenses que «se desplegarán a través de toda la región europea» están de hecho exentos de las medidas preventivas contra el coronavirus, que se imponen a los civiles. Tenemos que darnos por satisfechos con lo que nos dice el US Army Europe: «tenemos el coronavirus vigilado» y «nuestras fuerzas están saludables».
Pero también se pasa por alto el impacto ecológico que tendrá inevitablemente un ejercicio militar de tan gran envergadura, con la participación de tanques estadounidenses Abrams: con 70 toneladas de peso y blindaje de uranio empobrecido, esos enormes tanques de guerra consumen 400 litros de combustible por cada 100 kilómetros recorridos.
Y ¿qué hacen las autoridades de la Unión Europea y las autoridades nacionales de sus países miembros? ¿Qué hace la Organización Mundial de la Salud (OMS)? Pues… se ponen la máscara, para taparse no sólo la nariz y la boca sino también los ojos.
Manlio Dinucci / Red Voltaire