Ya ni los mercados especulativos le creen a Macri. De nada sirvió la calificación de “emergente” que le dio el banco Morgan Stanley (a costa de entregar el control del Ministerio de Economía al FMI y el Banco Central al JP Morgan). La propia Bolsa de Buenos Aires viene en caída libre desde hace varios días, siendo este miércoles uno de los peores, con bajas de hasta el 15% en los títulos de muchas empresas. El MerVal de acciones líderes cayó alrededor de un 10%, el riesgo país (elaborado por los propios bancos internacionales a los que Macri rinde pletesía) saltó a cerca de 580 puntos al mismo nivel de 2015 en los que todavía de acuerdo al canon liberal “gobernaba el populismo”. El dólar volvió a subir a $ 28,05 a pesar de la oferta de divisas que el Gobierno ofrece a partir del costoso endeudamiento con el FMI. El modelo político-económico de Macri se encuentra haciendo agua por donde se lo mire.
Las mayores bajas del día las sufrieron: PGR (-15,6%); Cablevisión (del Grupo Clarín, -14%); y Holcim (-13,9%). En Nueva York también cayeron: Central Puerto 12,7%; los bancos Macro y Supervielle,más de 7%; Banco Francés (-9,6%); Galicia (-10,9%) y TGS retrocedía 6%.
El motivo de la desconfianza de los mercados hacia las acciones argentinas pasa por dos cuestiones:
1-¿Podrá el gobierno realmente aplicar el severo ajuste antipopular que acordó con el FMI?
2-Y si lo logra: ¿podrá ser reelecto en 2019 un gobierno tan antipopular y desprestigiado?
Evidentemente quienes apuestan su dinero en acciones argentinas perciben la recesión brutal que las medidas gubernamentales están generando y saben que a nivel político este proyecto tiene el tiempo contado. En cualquier caso se anticipan a las pérdidas económicas inevitables que generá el actual rumbo económico. Rumbo que, como ya ha ocurrido cada vez que el FMI condujo la economía argentina, es lo más parecido que existe al tomado por el Titanic.