Por Marcelo Ramírez*
Esto que vemos es el encabezado de un decreto presidencial sobre una de las cuestiones centrales en la disputa entre el Occidente globalista y el resto del mundo, que resiste la presión para cambiar su ontología. El gobierno de Rusia encabezado por Vladimir Vladimirovich Putin ha decidido acelerar en sus políticas de reafirmación de sus tradiciones, de sus valores espirituales y morales. Algo tan extraño para nuestro mundo occidental, donde estas ideas o se rechazan por retrógradas o simplemente se consideran algo menor e insustancial.
En Occidente es habitual comprender la realidad en función de lo “moderno” y de copiar lo que realizan los países desarrollados. La destrucción de los valores tradicionales y el choque frontal con lo que ellos representan y que dan identidad a un pueblo, se ve hoy cada día en forma más manifiesta en un contraste enorme con lo que Rusia dice y hace, mostrando al mundo que no es cierto lo que dice Occidente sobre el único camino a seguir, vemos entonces que otra realidad más humana es posible.
Mientras en Rusia suceden este tipo de miradas políticas, en Argentina tenemos otra realidad. Rusia estimula el nacimiento de niños para garantizar la tasa de reproducción natural necesaria para ese enorme territorio. Mientras eso sucede en la Federación de Rusia, en Argentina podemos ver como el CIPPEC, una ONG generosamente financiada en forma bastante reservada, porque quienes ponen el dinero no se ven en forma directa, impulsa exactamente lo contrario.
El Sr. Rafael Rofman, uno de sus flamantes directores, festeja que la tasa de fecundidad de la Argentina ha descendido a 1,55 hijos por mujer, una caída del 55% en apenas en 6 años comprendidos entre el 2014 y el 2020, inclusive aclara que estos números no representan la caída por la pandemia, sino que es parte de las mujeres que ahora “ejercen sus derechos”.
Si vemos la popularidad de esta ONG según ellos mismos publican, vemos que su inserción en la sociedad es nula, pero no así en los sectores políticos donde tienen una intensa actividad de la mano de UNICEF.
Modelo Davos: Disminución brutal de la población acorde a las nuevas necesidades de las tecnologías. El CIPPEC está financiado principalmente por “cooperación internacional”, empresas y gobiernos. ¿Por qué habrá tanto interés en apoyar ONGs que festejen el desplome de los nacimientos? Seguramente porque en su modelo no hay lugar para tantos seres humanos.
Rusia se para en el otro rincón y desafía las órdenes de Occidente generando programas que no sólo estimulan nacimientos, sino que además son críticos de las políticas de moda que Occidente entiende como derechos civiles que se sitúan por encima de los colectivos y de los naturales. Por eso no debería sorprender que su nueva Constitución fija que el matrimonio es únicamente entre un hombre y una mujer, cerrando las puertas a las interpretaciones voluntariosas realizadas al interpretar la palabra cónyuges caprichosamente y así permitir el casamiento a personas del mismo sexo. Esto no es algo homofóbico sino algo que respeta la tradición cultural de Rusia a lo largo de su historia, y es algo que lejos de ser un tema menor como muchos justifican en este lado del mundo, es tan importante que si no se comprende, en realidad no se entiende el choque cultural entre Occidente y Rusia.
El Decreto mencionado tiene algunas consideraciones insoslayables, comienza así:
“1. Estos Fundamentos son un documento intersectorial de planificación estratégica en el campo de la seguridad nacional de la Federación Rusa, que define un sistema de metas, objetivos y herramientas para implementar la prioridad nacional estratégica “Protección de los valores espirituales y morales tradicionales rusos, la cultura y la historia “. Memoria en la parte relacionada con la protección de los valores espirituales y morales rusos tradicionales (en adelante, los valores tradicionales)”.
Rusia eleva a la condición de planificación estratégica de seguridad nacional las cuestiones espirituales y morales tradicionales. Algo que no registra antecedentes de esta manera en la historia, pero es necesario comprender que tampoco nunca a ninguna sociedad se le ocurrió la existencia de una persona “no binaria”, no hay legislación porque simplemente era algo fuera de cualquier pensamiento.
En el artículo 3 establece:
“3. Los valores tradicionales son pautas morales que forman la visión del mundo de los ciudadanos de Rusia, transmitidas de generación en generación, asegurando la unidad civil, subyacentes a la identidad de la civilización rusa y al espacio cultural único del país, que han encontrado su manifestación original única en el desarrollo espiritual, histórico y cultural del pueblo multinacional de Rusia.
Los valores tradicionales incluyen: la vida, la dignidad, los derechos humanos y las libertades, el patriotismo, la ciudadanía, el servicio a la Patria y la responsabilidad por su destino, altos ideales morales, una familia fuerte, el trabajo creativo, la prioridad de lo espiritual sobre lo material, el humanismo, la misericordia, la justicia, el colectivismo, la asistencia mutua y el respeto mutuo, la memoria histórica y la continuidad de las generaciones, la unidad de los pueblos de Rusia. “
“4. La Federación de Rusia considera los valores tradicionales como la base de la sociedad rusa, lo que permite preservar y fortalecer la soberanía de Rusia, para garantizar la unidad de la Federación de Rusia como un país multinacional y multiconfesional. “
Discurso absolutamente repudiable para los parámetros occidentales que estiman que no hay ni valores ni moral alguna a preservar porque ello es subjetivo, y por si no queda claro a que se refiere, dice más adelante:
“7. Los esfuerzos realizados por la Federación Rusa para desarrollar el potencial espiritual del país han llevado a un aumento en la cohesión del pueblo ruso, a la toma de conciencia por parte de los ciudadanos de la necesidad de preservar y fortalecer los valores tradicionales frente a una crisis global de valores que lleva a la pérdida de las pautas espirituales y morales tradicionales y de los principios morales de la humanidad.
“8. La Estrategia de Seguridad Nacional proporciona una evaluación de la situación en Rusia y en el mundo, que requiere que se tomen medidas urgentes para proteger los valores espirituales y morales tradicionales de Rusia.
Los valores tradicionales se ven amenazados por las actividades de las organizaciones extremistas y terroristas, las acciones de los Estados Unidos y sus aliados, las empresas transnacionales y las organizaciones extranjeras sin fines de lucro.
El impacto ideológico y psicológico en los ciudadanos de Rusia conduce a la implantación de un sistema de ideas y valores ajeno al pueblo ruso y destructivo para la sociedad rusa (en lo sucesivo, ideología destructiva), que incluye el culto al egoísmo, la permisividad , la inmoralidad, la negación de los ideales del patriotismo, el servicio a la Patria, la procreación, el trabajo creativo, la contribución positiva de Rusia a la historia y la cultura del mundo. La actividad de los conductores de la ideología destructiva contradice objetivamente los intereses nacionales de la Federación Rusa.
Se plantea entre otras cosas:
1) mejora de los documentos de planificación estratégica existentes de la Federación Rusa para tener mejor en cuenta la tarea de preservar y fortalecer los valores tradicionales, identificar puntos de referencia para el establecimiento de objetivos sistémicos y elegir las palancas más efectivas para garantizar los intereses nacionales;
2) garantizar la coordinación interdepartamental de las actividades de las autoridades en materia de protección de los valores tradicionales;
3) el apoyo estatal a eventos en el ámbito cultural y educativo necesita un control adicional para el máximo cumplimiento de los objetivos de la política estatal en el campo de los valores tradicionales;
4) desarrollo y mejora de formas y métodos de gestión del espacio de información de la Federación Rusa para garantizar una contrarrestación efectiva de los riesgos asociados con la difusión de ideologías destructivas;
5) mejorar las formas y métodos de educación y crianza para promover de manera más efectiva los valores tradicionales entre los jóvenes;
6) mejorar las formas y métodos de actividad de las instituciones científicas para contrarrestar más eficazmente la falsificación de la historia, la destrucción de la memoria histórica y la preservación de la verdad histórica;
7) mejora de las formas y métodos de actividad de los organismos encargados de hacer cumplir la ley con el fin de encontrar formas eficaces de prevenir y reprimir las acciones ilegales destinadas a destruir los valores tradicionales.
La nota con los detalles es larga, por lo que dejamos el link para que los interesados pueden leer completo el texto del decreto:
https://www.geopolitica.ru/video/shevchenkodugin-obsuzhdenie-proekta-postanovleniya-minkulta-rf-o-tradicionnyh-cennostyah
Como ejemplo, lo extraído es más que suficiente para comprender cómo Rusia entiende que hay un ataque sobre sus raíces que son la base de su funcionamiento y que a partir de allí claramente ese ataque se dirige a la destrucción rusa, a través de una implosión de su sociedad.
Rusia considera este tema como algo referente a la Seguridad Nacional, clave porque no es solo un tema abstracto, sino que la unidad de su país se ha logrado en base al rescate de valores tradicionales. Quebrar esos valores produce sociedades apáticas, sin espíritu patriótico, individualista, hedonista y materialista,
Estas características son entonces fundamentales para desarticular la visión comunitaria y la idea de trascendencia que cementa la unidad nacional, no es difícil corroborar esto cuando vemos que el globalismo bajo su concepto de ciudadanos globales, como promueve Soros con su Open Society, un mundo sin nacionalidades, sin tradiciones profundas, sin siquiera hombres y mujeres como tales, sino como se autoperciben, porque en este modelo todo es una construcción cultural.
Rusia ha dicho basta y ha rechazado estas ideas, y no lo hace sola. China secunda estas políticas al igual que países como Irán. Como sucede con la economía y las finanzas, donde Occidente luego de sus bravuconadas se ha metido en un camino sin salida con sanciones que se han transformado en búmeran que paralizará sus economías, el tema de los valores comienza a tomar un protagonismo público pese a los esfuerzos de la prensa occidental en extender estas informaciones.
Todo hace pensar que finalmente esta situación terminará por ser una de las claves en la construcción de la nueva organización internacional que proponen Rusia y China.
Como durante los años de la Guerra Fría, hubo una disputa ideológica entre comunistas y capitalistas, hoy el enfrentamiento es entre globalistas, con esta ideología que Rusia rechaza abiertamente, y aquellos favorables al mundo multipolar que se identifican con el mantenimiento de las tradiciones culturales.
*Marcelo Ramírez es analista en Geopolítica y director de AsiaTV.
