Un Fiscal de La Pampa y el Comité Ejecutivo de Lucha contra la Trata investigan la explotación de peones chaqueños, llevados a un campo del grupo Vía Bariloche en la caja de un remolque precintado de un camión y obligados a vivir en condiciones inhumanas. “A veces había para comer y otras no”, sostuvo uno de los peones rurales, quien también contó que dormían en casillas de chapa, algunas con piso de tierra, y soportaban sin frazadas el frío de las noches en el campo.
Los peones cobraban en negro menos de lo estipulado en el convenio del peón rural, y fueron encerrados y transportados como animales en el remolque de un camión durante ocho horas, entre General Acha (La Pampa) y Cipolletti (Río Negro).
La Justicia Federal de la Pampa ya investiga al grupo Vía Bariloche bajo la figura de “presunta trata de personas para fines de explotación laboral”.
El Fiscal provincial, Juan Méndez, elevó a su par Federal, Leonel Gómez Barbella, un pedido para que investigue la posible comisión del delito de trata. Por su parte, el Comité Ejecutivo contra la Trata y la Explotación de Personas abrió un expediente y elevó las actuaciones a la Procuraduría especializada en la temática (Protex), organismo que ya fue convocado para la investigación sobre lo sucedido en la estancia “Cabaña Curaco” a pedido de Barbella.
El caso trascendió el sábado 23 de mayo, cuando un vecino de Cipolletti informó a la Unidad Cuarta de la Policía de Ciudad, que del remolque de un camión de traslado de encomiendas bajaron “alrededor de 20 personas”.
Cuando el Fiscal del Ministerio Público provincial, Martín Pezzetta, llegó al lugar, un micro de la empresa El Valle, del mismo grupo, interno 59754, tenía el motor encendido y se preparaba para salir hacia Buenos Aires, con los hacheros a bordo.
“La mayoría de las veces nunca llegamos a tener todas las cosas que necesitamos para el alimento. Te llevaban por ejemplo cada tres días dos kilos de carne para compartir entre 6 o 8 personas y eso no alcanza. Y cuando les pedís te dicen ‘¿qué hicieron con la carne?”, cuenta los testigos, que prefieren no dar a conocer su identidad ya que temen por las represalias que pueda tomar el Grupo Vía Bariloche, propiedad de la familia Trappa y de la estancia “Cabaña Curaco”, sin embargo aportaron más detalles a la denuncia inicial.
A ese grupo de peones se le sumó otro que fue trasladado en la caja de una camioneta. “Salimos en camioneta, en la parte de atrás, así nomás. Sin abrigo, nada. De la estancia eran las nueve de la noche y nos dijeron que nos teníamos que ir y llegamos de madrugada (a Cipolletti). Después nos subieron a un micro y nos trajeron a Buenos Aires”, cuenta un testigo a los periodistas Sebastián Premici y Santiago Rey, quienes explican que las condiciones de trabajo en “Cabaña Curacó” eran totalmente precarias: comida que no alcanzaba, sin ropa adecuada, los trabajadores se bañaban a la intemperie con agua fría, el baño consistía en cuatro postes y una lona para simular privacidad y un balde, para la noche, los peones carecían de frazadas y abrigos y les pagaban en negro alrededor de diez mil pesos por diez días trabajados, los que eran pagados “en la misma empresa de los colectivos. En la boletería de Vía Bariloche ahí estaba el contador de la empresa y ahí retiraba la plata nuestro delegado del grupo. Pero esta vez el pago fue directamente en manos del patrón, todo en negro”.
La situación provocó que el Gobierno de La Pampa, a través de la subsecretaría de Derechos Humanos, presentara ante la Fiscalía Federal de Santa Rosa un pedido para que se investigue “la presunta comisión del delito de trata de personas con finalidad de explotación laboral”, sin embargo, la Comisión Nacional Reguladora del Transporte (CNRT) sólo informó que “es una cuestión a investigar por la Justicia local”.
El Gobierno de Río Negro eligió el silencio. La familia Trappa, propietaria de Vía Bariloche, mantiene estrechos vínculos con el Gobierno rionegrino. La familia se vio beneficiada con contrataciones directas y licitaciones del Estado rionegrino. El Gobierno provincial de Anabela Carrera sigue comprando leña para el Plan Calor a la estancia “Cabaña Curaco”, que, como se denuncia, se nutre del trabajo no registrado de peones chaqueños. La Municipalidad de Cipolletti, a cargo de Claudio Di Tella, también compra a “Cabaña Curaco” la leña del Plan Calor. En 2019 se pagaron 6.110.000 pesos para la adquisición de “leña dura seca tipo caldén”; mientras que este año la oferta de los Trappa en la licitación correspondiente fue de 11.390.000 pesos, según informa el portal En Estos Días.
Cercano también al pasado gobierno de Mauricio Macri, los Trappa lograron la extensión del contrato sin licitación hasta el año 2056, para la explotación comercial de los medios de elevación en el cerro Catedral, que incluye la autorización para el desarrollo inmobiliario de 70 hectáreas en la base del cerro.
Via Bariloche en un primer momento había anunciado que emitiría un comunicado con su versión de los hechos, sin embargo, hasta la fecha ha optado por mantener el silencio.