El Pandemonio de la tiranía global plutocrática, según Juan Manuel de Prada. Por Cristian Taborda

Por Cristian Taborda

Sobre las “Cartas del sobrino a su diablo”.

“Cartas del sobrino a su diablo. Crónicas de una España coronavirica” se titula la nueva obra de Juan Manuel de Prada escrita durante el confinamiento y el “Estado de alarma”, inspirada en las “Cartas del diablo a su sobrino” de C.S Lewis.

En una crónica satírica de la crisis, el español echa luz sobre las tinieblas de un mundo apagado. Las cartas de Orugario,
un joven demonio encomendado a destruir España, a su tío Escrutopo hacen a la narrativa de las fechorías que comete para acabar con el “Enemigo” en donde da cuenta sobre la demogresca entre izquierdas y derechas partidocráticas con gobiernos lacayos de la plutocracia globalista, la biopolítica como ejercicio del poder y las contradicciones de los
“expertos” de una “superstición científica” -religión sustitutiva- que ocupa el vacío de fe en un podridero apóstata.

En una vuelta a la obra de C. S Lewis aquí el diablo no necesita un disfraz para lograr su cometido sino que el mal puede actuar orgulloso en una época, con una generación moldeada, donde se ha concretado la inversión de la conciencia moral, llamando bueno a lo malo y malo a lo bueno, allí “el mal puede -como señalaba Orugario, citando a Marcuse-
«reconfigurar la realidad, aun en contradicción con los hechos»”.

Juan Manuel de Prada realiza un lúcido análisis de situación sobre España pero va más allá, logrando dar cuenta del Pandemonio global en el que nos ha inmerso la tiranía plutocrática.

Dirá Orugario a su tío Escrutopo una tiranía donde el destrozo de las economías nacionales, la desaparición de las clases medias, el escarnio de las virtudes tradicionales, la abolición de la familia, la renta mínima universal y el antinatalismo tienen como objetivo no una dictadura comunista como lloriquean algunos sino la implementación de un “gobierno plutocrático mundial” bajo la máscara de gobernanza global como llaman prolijamente los intelectuales orgánicos del sistema.

Una tiranía, dice De Prada, citando a Donoso Cortés, que no encontrará resistencia, “ni físicas ni morales, porque todos los ánimos estarán divididos y
todos los patriotismos muertos”.

Para ello el pandemonio pone en práctica la biopolítica que se despliega en su máxima expresión, la plutocracia ejerce el poder sin objeciones con el objetivo de “«matar los cuerpos y las almas», que consiste en el dominio de las personas mediante el control de los espacios que habitan, de sus relaciones personales, de sus conductas y afectos y hasta de
sus pensamientos y anhelos más secretos…” dice el sobrino a su diablo.

El negociado entre la “izquierda caniche” y la “derecha sin complejos”, en el cual discrepan sobre cuestiones menores pero acuerdan en las “mayores perversidades”, instaura la demogresca (en las nimiedades) de la cual hablaba Leonardo Castellani, a la vez que restaura el consenso político (en las perversidades) -el punto de acuerdo entre la gente sin
principios- resalta de Prada, “cuyo fin último es el reparto oligárquico del poder por turnos”, es una de las tantas argucias de las que se jacta el joven demonio.

La “idolatría de la Ciencia” durante la plaga coronavirica y la adoración de los “expertos” de la “Organización de Mamporreros Satánicos” (OMS) dan muestra de haber ocupado el lugar de Dios, como causa primera, expulsado este de las almas, en palabras de Orugario: “la chusma apóstata, al haber expulsado el Enemigo de sus almas, ya no puede hacer otra cosa sino obedecer borreguilmente esas indicaciones contradictorias (…) se pasearán como almas en pena (o más bien como zombis lobotomizados, puesto que han renegado de su alma) con su absurda mascarilla, temblones y genuflexos ante mis caprichos…”.

Alejado de la corrección política con esta satírica, de Prada desvela las prácticas del diablo para apoderarse de las almas, las mismas prácticas utilizadas por gobiernos y medios de comunicación, desenmascara cómo la libertad entendida como mera acumulación de “derechos” disfrazados de “conquistas sociales”, cuando solo son la suma de intereses y caprichos particulares, derivan en una nueva tiranía que rebaja a los hombres en animales que sólo buscan satisfacer sus apetencias, alejados de Dios y la razón, librados a ser
manipulables por sus impulsos irracionales y disciplinados por el terror.

Esta breve reseña intenta ser una aproximación e invitar a la lectura sobre una obra literaria ilustre que va de la teología, la filosofía y la política, pasando por Donoso Cortes, Chesterton y el Padre Castellani, arrojando luz sobre la realidad en este combate entre el bien y el mal,
en la batalla por la verdad y la justicia para la conquista de la libertad, ya que no hay libertad en base a la mentira y sobre la injusticia. Solo la verdad os hará libres.