Luego de la maniobra de sacar a un miembro del Consejo de la Magistratura para avanzar con su juicio político, el Gobierno separó finalmente al juez Freiler de su cargo, logrando que prospere la acusación de no poder justificar su patrimonio a pesar de que en una investigación por enriquecimiento ilícito había sido sobreseído y se había demostrado su inocencia.
La destitución fue aprobada por la jueza Inés Cantisani; los senadores nacionales Walter Barrionuevo (PJ) y Silvia Giacoppo (Cambiemos) y el diputado Hugo Marcucci (UCR), mientras que la diputada del Frente para la Victoria Diana Conti se pronunció en contra y el abogado Raúl Plaggio expresó su disidencia parcial.
Freiler selló su destino cuando como camarista se animó a pedir la indagatoria de Héctor Magnetto, Ernestina Herrera de Noble y Bartolomé Mitre en la causa Papel Prensa que llevaba adelante el juez de primera instancia, Julián Ercolini, y que culminó en un sobreseimiento para los implicados. Ante esta decisión de Freiler los tentáculos del multimedio se hicieron sentir: primero fue apartado Freiler de la causa por sus colegas Martín Irurzun y Eduardo Farah, luego fue objeto de enorme cantidad de denuncias mediáticas, para finalmente terminar enjuiciado, suspendido y destituido.