La compañía israelí, Navitas Petroleum LP y la británica, Rockhopper Exploration inician este año ilegal e ilegítimamente las perforaciones dentro de la fase de explotación petrolera en las Islas Malvinas argentinas. Según el plan de trabajo se realizarán 23 pozos con un gasto de inversión de 8 dólares por barril y un costo operativo inferior a 17 dólares por barril, alcanzando hasta 55.000 barriles de petróleo por día, durante aproximadamente ocho años.
Mientras tanto, los estudios de Feed Engineering and Design (FEED) evalúan opciones para acelerar la producción y aumentar la capacidad. El FPSO (buques flotantes de producción, almacenamiento y descarga) elegido podrá trasladarse a otros yacimientos en la cuenca y consideran reemplazarlo por un segundo buque de mayor tamaño en León Marino.
Navitas Petroleum no es un mero emprendimiento económico, sus directivos tienen estrechas relaciones con el Estado de Israel. El presidente de la compañía, Gideon Tadmor, tiene además el rango de mayor en las FFAA de Israel. El vicepresidente, Koby Katz, es el ex director general del Ministerio de Infraestructura del Estado sionista.
Si bien en septiembre de 2023, la Cancillería argentina (en el final de la gestión de gobierno de Alberto Fernéndez) reiteró a través de un comunicado oficial su repudio a las actividades ilegales en las Islas Malvinas realizadas por la empresa israelí que opera de manera ilegítima sobre el territorio nacional argentino y sin contar con permisos de exploración de hidrocarburos de la autoridad competente, tanto el gobierno ilegítimo de las Islas como la empresa israelí no se dieron por aludidas.
Asimismo, cabe recordar que en 2019 la gestión de gobierno de Mauricio Macri —dejando de lado los reclamos por los territorios pertenecientes a la Argentina como los son las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y espacios circundantes, territorio usurpado por Gran Bretaña— entregó mediante licitaciones áreas del Mar Argentino, estratégicas por su potencial petrolero, a corporaciones también ligadas a la Corona Británica y Holandesa, como Shell y British Petroleum.
