La empresa industrial Alpargatas cerró su planta en la ciudad Presidencia Roque Sáenz Peña, de la provincia del Chaco, debido a la fuerte caída del consumo, dejando en la calle a decenas de familias y poniendo en venta sus instalaciones. Si se suma a los 500 despidos en la planta de Tucumán de comienzos del mes de octubre, la compañía ya redujo en un 60% su personal desde diciembre de 2015 en sus 7 plantas industriales.
«Ya nos avisaron que a fin de año cierran todo, venden y se van del Chaco. Esto pasa por la impresionante caída en el consumo interno de ropas, hilados y telas. Este año se desmotaron 3.700 toneladas de algodón, cuando en 2017 habían sido 20.000 y en años anteriores más de 40.000 toneladas por año», explicó Dante Quintana, dirigente del gremio Sindicato de Trabajadores Aceiteros y Desmotadores de Algodón (Stadyca).
A mediados de septiembre Alpargatas le había solicitado al Gobierno el Procedimiento Preventivo de Crisis y a los pocos días, confirmó el cierre de dos de sus plantas: Calzados Catamarca, perdiendo su trabajo 170 personas y Alpargatas en Santa Rosa, La Pampa, quedando en la calle otros 132 trabajadores.
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Actualmente se suma la preocupación en la planta de Bella Vista, Corrientes, con 400 puestos de trabajo.
El modelo desindustrializador de Cambiemos, de apertura indiscriminada y alza de costos vía sucesivos tarifazos, sigue avanzando en la Argentina, destruyendo a su paso y en muy poco tiempo, una estructura fabril que llevó décadas construir.
