La crisis económica provocada por los sucesivos ajustes del gobierno de Cambiemos sigue batiendo récords. De acuerdo a lo informado por el INDEC, en el segundo trimestre de 2018, el desempleo subió al 9,6% con una subocupación del 11,2%. Estas cifras son las peores de los últimos 12 años. En solo 2 años y medio de gobierno, Cambiemos logró hacer retroceder la economía de una manera acelerada, con 2 millones de argentinos actualmente sin trabajo. En el conurbano bonaerense, la desocupación ya alcanza el 12,4%
No extrañan estas cifras y estos resultados, idénticos a los producidos en distintos países del mundo cuando se aplican las recetas del ajuste permanente, la apertura indiscriminada de importaciones, el megaendeudamiento para asegurar la fuga de divisas y el lucro financiero de los mercados y el sometimiento a los dictados del poder transnacional representado por el FMI son parte de una desindustrialización planificada y solo pueden generar la destrucción del tejido productivo nacional.
El “mejor equipo de los últimos 50 años” sigue avanzando en su plan para convertir a la Argentina en una granja desindustrializada, mero proveedor mundial de materias primas de acuerdo a la división internacional del trabajo impuesta desde el siglo XIX por Gran Bretaña y luego EEUU. Resta por ver si la organización popular y la oposición política podrán estarán a la altura de las circunstancias y podrán poner un freno a estas políticas que destruyen el trabajo de los argentinos.