Héctor Magnetto se presentó este miércoles 27 de enero en la Casa Rosada. La breve crónica oficial menciona que fue una reunión con el objetivo de tratar el problema inflacionario, ya que lo acompañaron otros empresarios formadores de precios. Cuesta creer que ése haya sido realmente el motivo o por lo menos seguramente no fue el único. La plana mayor de las corporaciones argentinas no se desplaza hasta la Casa Rosada para hablar solo de los precios.
En la reunión también estuvieron presentes Paolo Rocca, dueño de Techint y Cristiano Ratazzi, presidente de Fiat, quienes también forman parte de la cúpula de AEA, la Asociación Empresaria Argentina, entidad que agrupa a las principales corporaciones argentinas.
Hacía años que la cúpula empresaria, el poder real dentro de la Argentina no entraba a la Casa Rosada. Se descuenta que han repasado los primeros 45 días de gobierno, sus aciertos y errores y las medidas que vendrán. Se sabe que muchos de los decretos de Mauricio Macri han sido redactados previamente por las corporaciones que luego son beneficiadas con los mismos.
En la reunión, Magnetto ha podido agradecerle a Macri:
-la derogación por decreto de los artículos molestos de la Ley de Medios,
-que uno de los jueces propuestos a la Corte Suprema, Carlos Rosenkrantz es un abogado defensor de Clarín,
-la entrega de jugosos negocios como la transmisión de los principales partidos de fútbol a una ínfima parte de su valor,
-la designación de los abogados Mariano Federici y María Eugenia Talerico (ambos de un estudio que tiene de cliente a Clarín) en la Unidad de Información Financiera (UIF), el organismo que debería encargarse de investigar el lavado de dinero en el que Magnetto se encuentra seriamente involucrado,
-la habilitación de la compra de Nextel,
-el negocio de poder transmitir los partidos de fútbol por celular, mediante tecnología 4G.
La imagen presidencial viene en caída y el panorama argentino de los próximos meses necesitará especialmente de la protección mediática de Clarín, veamos:
-el gobierno intentará que los sindicatos acuerden aumentos de salarios de entre el 20 y el 25%, en medio de una inflación de entre el 40 y 45%. Esto generará resistencias, huelgas, manifestaciones, cortes de ruta, etc. Seguramente el recurso a la represión (como ya se vio) y al encarcelamiento de dirigentes sociales y sindicales (ya ocurrió con Milagro Sala en Jujuy y Rodolfo Aguiar en Río Negro) se incrementará.
-continuarán los despidos en el ámbito estatal y privado y será difícil ya disfrazarlos bajo la acusación de que “todos son ñoquis”.
–Cristina Kirchner volverá a la política en poco tiempo a partir de una fundación, al estilo Lula, tendrán que ver cómo neutralizar su impacto.
-La negociación con los Fondos Buitre viene mal ya que le siguen “corriendo el arco” al gobierno, pidiendo siempre más, la solución seguramente será muy poco popular.
-Clarín y el macrismo deberán reforzar sus presiones sobre el Poder Judicial para evitar fallos en contra de los decretos que se han judicializado.
-A pesar de haber aumentado en su valoración en los primeros días de gobierno, la imagen positiva del presidente (“puesto menor”, Magnetto dixit) viene en caída, por lo que deberán rever parte de la estrategia si pretenden llegar a las elecciones de 2017.
-El 1 de marzo comenzará a sesionar el Congreso por lo que los decretos de necesidad y urgencia deberán ser aprobados o por lo menos no rechazados para que tengan validez. Para eso se recurrirá a la alianza con el massismo y con peronistas disidentes, con evidentes traiciones que serán presentadas como actos de dignidad.
Queda por saber:
¿Qué futuros negocios le habrá reclamado Magnetto a Macri?
¿Qué otras medidas judiciales?
¿Qué otros decretos?
¿Qué otros presos políticos?
Lo sabremos en los próximos días: Macri es rápido en cumplirle los mandados.