Pichetto candidato a vice de Macri: blanqueo del co-gobierno y reaseguro del poder financiero transnacional

Ninguna ley de Cambiemos habría sido aprobada en el Congreso sin el respaldo de Miguel Ángel Pichetto, eterno operador legislativo, oficialista de cualquier gobierno. El ubicarlo como candidato a vicepresidente en la fórmula de Mauricio Macri solo blanquea lo que durante estos últimos años fue un co-gobierno de hecho y satisface un pedido del poder financiero supranacional, que necesita asegurar gobernabilidad para las futuras Reforma Laboral y Reforma Jubilatoria y continuar a sangre y fuego con los pagos de la deuda externa. Para dar estos reaseguros de hecho ya había viajado Pichetto a EEUU en abril de este año. Allí se reunió, entre otros, con bancos y entidades financieras de Wall Street como BlackRock, VR Capital y Barclays; con el influyente World Jewish Congress (Congreso Judío Mundial), prometiendo fuertes intercambios de seguridad con el Mossad; y hasta disertó en la estratégica Universidad de Yale, sede de la logia Skull and Bones, de la que salieron varios presidentes norteamericanos. En todos los casos prometió el firme pago de la deuda externa a la usura internacional y ofreció las riquezas de Vaca Muerta.

Un repaso por la actividad de Pichetto en el Senado desnuda con facilidad la estrategia: discursos en leve tono crítico pero voto en positivo en casi el 100% de los casos. Gracias a Pichetto, que obtuvo su banca en una lista opuesta a la de Macri, por lo tanto elegido para ser oposición y no co-gobierno, se aprobaron, entre otros, el oneroso y luctuoso pago a los Fondos Buitre (30/03/2016), otorgándoles todo lo que pedían y concediéndoles una rentabilidad usuraria del 1000%); los pliegos de los jueces de la Corte Suprema (15/06/2016), blanqueando su designación previa por decreto; la entrega de los Fondos de la ANSES y el Blanqueo de Capitales (29/06/2016), que favoreció entre otros a los parientes de Macri con dinero en negro en el exterior; la Reforma Previsional (30/11/2017), que dejó a los jubilados con una nueva fórmula en sus haberes y cobrando por debajo de la inflación.

Hábil con el doble discurso, el senador se especializó en criticar al Gobierno mientras votaba todas y cada una de sus leyes:

La designación de Pichetto era en la práctica un reclamo del poder financiero transnacional. Cualquier fórmula encabezada por Macri tiene un techo por lo que ninguna figura le habría sumado votos, lo que el poder le reclamaba era una fórmula para asegurar gobernabilidad, imprescindible frente a la agenda que ya se ha explicitado de nuevas leyes a sancionar: Reforma Jubilatoria, que incluye entre otras medidas, la suba de la edad para jubilarse y la reprivatización de los fondos de la ANSES y la Reforma Laboral, con eliminación de las formas tradicionales de indemnización por despidos y contratos de trabajo más flexibles y con menos derechos, ambas reformas solicitadas por la élite financiera.

Por eso el propio Macri expresó por Twitter:

“Default es una palabra maldita que hay que tratar de erradicar”, había dicho Pichetto desde EEUU en abril, “si gana nuestro espacio habrá un fuerte compromiso de pago”.

Ante banqueros de Wall Street sostuvo que “Argentina cumplirá con sus obligaciones y de lo negativo que es para el país generar incertidumbre respecto a la voluntad de cumplimiento” y les ofreció un sector estratégico como la industria del petróleo y gas -especialmente Vaca Muerta- y minería; fortaleciendo el campo, y otros sectores que generan divisas genuinas para el país”. La relevancia de estos sectores se manifestó también en quienes desde Argentina acompañaron en aquellla ocasión a Pichetto:  Gastón Remy, CEO de Vista Oil, con inversiones en Vaca Muerta y Gerardo Mato, CEO regional del HSBC, uno de los principales socios del gobierno de Macri.

Por su parte, el comunicado del poderoso Congreso Judío Mundial expresó: “En la reunión se trató la necesidad de avanzar en el intercambio de información entre distintas agencias de seguridad oficiales para trabajar mancomunadamente y, de este modo, para lograr mayor eficacia en la lucha contra las organizaciones terroristas. Se hizo lo propio respecto a la necesidad de implementar una política de mayor control migratorio y enfatizar las medidas de seguridad en la zona de la triple frontera”.

Con Pichetto en la fórmula, el poder financiero busca asegurarse que Macri pueda seguir controlando parte del Congreso y hasta un posible recambio si el país se volviera ingobernable.

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