El peor enemigo es el miedo
por Juan Carlos Perrone
Para algunos “compañeros” es moral que el jubilado se aguante, pero no tienen el mismo pedido para las energéticas, petroleras, bancos, cerealeras, mineras, pools de siembra y alimenticias, que primero asienten y después incumplen precios.
El ajuste se lo piden a los mas débiles pero nada dicen de que un senador gana 20 veces lo que un jubilado. Y no esta mal que así sea si la cobija alcanza pa’todos, pero el primer ejemplo debe venir de arriba y no caerles a los viejos.
El miedo hace callar a los compañeros por miedo a que la realidad les haga ver la desilusión.
Método del avestruz ya conocido.
El sistema se mueve para no perder lo perdido y entonces juega al miedo.
“Si critico le hago el juego a la oposición” y entonces la oposición juega a oposición y en el mismo juego te bloquea la critica porque en definitiva lo que se busca es que la mayoría no hable, usando a la minoría para eso. Ahora le dicen manipulación social. Doble vara le digo yo. Doble moral del miedo a la defraudación. Lo peor que podemos manejar es el miedo porque ese es el arma del enemigo para no enfrentarnos con él.
La peor censura de quien escribe o habla, es la autocensura para salvar el pellejo; porque con ella no solo no se salva el pellejo sino que también se te llevan la dignidad.
El engaño
No me quiero extender pero voy a volver con el tema jubilados porque las bisagras son para abrir como para cerrar momentos.
Diciembre de 2018: el cínico caga a los jubilados. Diciembre fue la bisagra en el ánimo popular que lo lleva a la derrota. ¿Por qué? Porque aún en la opresión, el régimen no puede pasar ciertos límites y los pasó. Agosto de 2019 fue la respuesta del pueblo, no de los dirigentes, del pueblo, no de los dirigentes que luego en octubre no logran o no quieren sostener para ganar por mucho menos, creando una oposición que para agosto estaba desquiciada.
Es el pueblo peronista y los que se le sumaron el que le da al gato la paliza que se merecía con casi 20 puntos de ventaja.
Ese pueblo que muestra voluntad de vencer y que exige a la dirigencia la mínima unidad necesaria acepta la formula Fernández-Cristina cuando Fernández son dos apellidos pero solo suma uno, lo demás pura rosca. Rosca que el pueblo entendió necesaria para terminar con el cínico en octubre y luego diciembre ya que los dirigentes se habían cagado para sacarlo antes.
Esta es la realidad. El Movimiento Nacional no había podido construir la fortaleza necesaria por un análisis que llevaría tiempo desarrollarlo, como para imponer candidato propio.
Primera verdad. Fernandez no fue ni es candidato propio. Ni del peronismo ni del peronismo cristinista que son las dos vertientes que tienen agua, sin entrar ahora a analizar cuál es de manantial.
Segunda verdad. Esto no quiere decir que Alberto sea malo ni bueno, ni que no pudiera ser por adopción el candidato y ganarse como lo hizo Néstor su lugar para lo cual solo debía cumplir una máxima del peronismo “el gobierno debe hacer lo que el pueblo quiera” y para cumplirla lo único que hay que tener es oídos para escuchar.
Nadie del peronismo le pidió ni le pide magia, ningún trabajador, ningún productor Pyme, ningún jubilado, nadie ha pedido magia pero en contrapartida todos piden coherencia y defensa de los intereses populares y de la Patria.
Quien bien sabe que los votos no son suyos debe salir a ganarlos y entonces no basta con ser equilibrista porque la cuerda llega un momento que se termina y hay que decidir para donde hay que saltar.
No se puede saltar para abajo, hay que saltar para arriba, porque es la única forma de salir de este laberinto que dejó el régimen y saltar para arriba es no aceptando las reglas impuestas del ajuste necesario para pagar la fiesta que vivieron los otros, no nosotros.
No me atrevería todavía a decir que este gobierno se encamina como objetivo a ser el brazo pagador del brazo de la fiesta de la deuda. No quiero caer en decir que este gobierno ya a los 69 días se ha dejado vencer sin haber convocado al pueblo una vez y que se encamina al ajuste que le están exigiendo los mismos que se fugaron todo.
Pero sí son preocupantes los movimientos que van y que vienen y las debilidades para sostenerse.
Era de buen comienzo el aumento, que debería haber seguido, a los jubilados de la mínima, aunque incluso en la ingeniería por el momento algo se postergara a los que estaban mejor, no sé si en ese corte que se había realizado, pero era una medida alentadora para adelante. Pero alguien presionó y se cortó con una salida tan mala instrumental como política, tirándole un salvavidas a la oposición para que flote.
No mejor va a funcionar el aumento a los trabajadores si en marzo se toma la misma dirección que con los jubilados.
El presidente ha salido de recorrida, se ha reunido con un genocida, con otros líderes europeos liberales, que descuento pueden ser sus amigos, como otros presidentes los han tenido, Menem con Thatcher por ejemplo, pero no se reunió con Putín. No se ha reunido con Trump ni lo ha hecho con Bolsonaro, tampoco con los chinos.
Y va con el Papa mientras anuncia el aborto, medida que fue rechazada por el pueblo y que solo servirá para desunir en un momento que debe aglutinar, ya que no sabe organizar al pueblo argentino. Es decir en política exterior ha paseado sin sentarse con los cuatro mas importantes para negociar y con el que se sentó de peso le lleva la novedad inconsulta del aborto.
De todo esto, lo peor, no ha explicitado al pueblo cual es la estrategia de la negociación y pedido el apoyo para ello para luego ir a sentarse con el Fondo “con los muchachos afuera” detrás de la puerta, ya que pasaron los tiempos de poner la máquina sobre la mesa.
Son 69 días, no se le puede pedir magia. Lo que sí se le debe pedir es la participación del pueblo organizado, porque es ese pueblo el que lo puso para no tener las mismas políticas de Macri.
Esto es recuperar la Justicia Social, ser económicamente libres y decidir el destino con una política soberana.
Para esto hay que escuchar al pueblo y gobernar con el pueblo, porque si no se puede dejar de cumplir aquello de que “ojala que el próximo gobierno no sea nuestro próximo enemigo”.
¿Quién pone el valor a las cosas?
Si las bases de una estructura es incorrecta o caduca se tienen asegurados los efectos que hoy han sido convenidos como verdades inmutables y auto justificadas que forman el conocimiento formadores del orden y nuestros actos congruentes.
El camino milenario del sacrificio del cuál se basa la civilización es una programación mental que siempre tiene los mismos efectos, hoy justificados en la mala praxis política y económica, escondiendo la verdad de que la inteligencia colectiva para solucionar el problema ha sido cooptada por la plutocracia. El conocimiento siempre será el verdadero capital de poder para la dominación.
La soberanía es un proceso todavía en marcha y en construcción, como siempre para ser algo primero se pretende ser.