Morales obligado a convocar a elecciones por la OEA. La necesidad de construir una organización sudamericana no alineada a EEUU

Luego del amotinamiento de la policía, la abstención de las FFAA y la presencia de bandas golpistas saqueando e incendiando edificios públicos en Bolivia, la OEA, históricamente alineada con los intereses de los EEUU, decidió adelantar su veredicto sobre la elección presidencial: “debe ser anulada y el proceso electoral debe comenzar nuevamente, efectuándose la primera ronda tan pronto existan nuevas condiciones que den nuevas garantías para su celebración, entre ellas una nueva composición del órgano electoral”. Ante el caos en que se vio sumida Bolivia, y solo con sus movimientos sociales, Evo Morales ya había anunciado que acataría la decisión de la OEA, por lo que convocó a nuevas elecciones. El escenario muestra a las claras la necesidad de construir una organización de naciones sudamericanas, libre de la injerencia de los EEUU, que reemplace el rol arbitral de la OEA.

“Después de escuchar a la COB, al Pacto de Unidad y distintos sectores del campo y la ciudad, hemos decidido solicitar a la Asamblea Legislativa, dentro del principio constitucional de coordinación, renovar la totalidad del TSE para convocar a nuevas elecciones nacionales. Al convocar a nuevas elecciones nacionales garantizamos que el pueblo de manera libre, democrática y pacífica, mediante el voto, elija a sus nuevas autoridades incorporando a los nuevos actores políticos. Hermanas y hermanos pido bajar la tensión, tenemos la obligación de pacificar a Bolivia. Hago una convocatoria al respeto entre familias, a propiedades privadas, autoridades y a los sectores sociales; todo lo que tenemos en Bolivia es el patrimonio del pueblo. Mi pedido al pueblo boliviano es garantizar la convivencia pacífica y acabar con la violencia para el bien de todas y todos. No podemos estar enfrentados entre hermanos bolivianos”, expresó el mandatario Evo Morales.

Ante este retroceso del oficialismo para descomprimir la situación, la oposición redobló su ofensiva y reclamó que ni Evo Morales ni el actual vicepresidente participen de la elección: “Evo Morales y Álvaro García Linera no podrán ser candidatos en cumplimiento del artículo 168 de la Constitución Política del Estado y al mandato del referendo del 21 de febrero de 2016”.

Queda claro que si los sectores alineados con EEUU pierden una elección, el esquema a seguir pasa por denunciar fraude, salir a incendiar el país, forzar una nueva elección y además evitar que participen los actores que ganaron. Las formas democráticas solo se permiten cuando benefician los intereses del poder real, no es algo nuevo: históricamente todo el siglo XX latinoamericano ha sido así.

Unasur fue un intento de organización sudamericana alternativa en algunos campos a la OEA, con misiones electorales propias en cada país. Fue esto y no sus defectos, lo que hizo que Macri, Temer, Piñera y Lenin Moreno se apresuraran a desarmar ese esquema. Será agenda pendiente de cualquier intento de gobierno con un mínimo de pretensión soberana, construir una organización sudamericana que responda a los intereses geopolíticos de nuestros pueblos.

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