Miles de personas marcharon este sábado por el centro de Madrid en una manifestación contra las nuevas restricciones por el Covid-19, denunciando el uso político global del relato mediático hegemónico sobre la peligrosidad del virus para avanzar hacia modelos autoritarios de sociedad. En la marcha se corearon consignas como “no nos dejan trabajar”, “paren esta farsa de pandemia”, “plandemia”, “ante normas injustas lo justo es desobedecer”, “covid 1984”, “fuera dictadura” y “no somos negacionistas, defendemos la vida”.
Los manifestantes denunciaron la cantidad de “falsos positivos” de los tests PCR “que inflan las cifras que se muestran”, el recuento como “muertos por Covid” de personas que murieron en realidad por otras patologías, el “caos en los hospitales” por la “aplicación de los protocolos de la Organización Mundial de la Salud” y la experimentación en la población con vacunas “no suficientemente testeadas” y de las que “se desconocen sus consecuencias a largo plazo”.
También rechazaron el uso de “tapabocas” (denunciando también los riesgos para la salud de respirar durante horas enteras el propio dióxido de carbono), el “distanciamiento” y los “centros de aislamiento”, a los que consideron centros de detención y medidas arbitrarias de control social.
El colectivo ‘Humanos conscientes y libres’ convocó por redes sociales la marcha-concierto que se inició en la madrileña Glorieta de Atocha. Junto a decenas de asociaciones, los convocantes reivindicaron la necesidad de recuperar “derechos fundamentales y libertades”.
Además, entre los puntos del manifiesto también han solicitado conocer el comité de expertos que ha diseñado “las medidas restrictivas” ante el coronavirus y han reclamado “abrir un debate científico y plural” acerca de la “pandemia, el virus, los test, las vacunas, la industria farmacéutica, el uso obligatorio de mascarillas, la corrupción de la OMS” y los planes de la “Agenda 2030” de la ONU.
La marcha contó con el apoyo de artistas, como Enrique Bunbury, que expresó: “Estamos en momentos muy complicados en los que parece que hay que recordar nuestras libertades: la libertad de expresión, de movimiento, de reunión, la libertad médica. Y por supuesto el derecho al trabajo. Son cosas tan obvias que casi me parece una vergüenza estar repitiéndolas en voz alta”.