Los principales miembros de la Asociación Empresaria Argentina (AEA), encabezados por Héctor Magnetto (Grupo Clarín) y Paolo Rocca (Grupo Techint) se reunieron este lunes en forma presencial con el ministro de Economía, Martín Guzmán, y le reclamaron “recrear la confianza en el rumbo de la Argentina”, acordar con el FMI y lograr un acuerdo político y social con todos los sectores para poder hacer un ajuste fiscal sostenible.“Si ustedes no ponen en orden la política, no van a poner en orden la economía. Sin orden político es imposible determinar hacia adónde quieren llevar la economía”, exigió el CEO y dueño de Clarín. Rocca, por su parte, exigió mayor devaluación de la moneda para tener “mayor competitividad”.
Junto a Héctor Magnetto y Paolo Rocca, también participaron de la reunión en el Ministerio de Economía: Jaime Campos (presidente de AEA), Alfredo Coto (Supermercados COTO), Carlos Miguens (Grupo Miguens), Federico Braun (La Anónima), Alberto Grimoldi (Grimoldi), Enrique Cristofani (Santander) y María Luisa Macchiavello (Droguería del Sud).
También estuvo presente el sacerdote jesuita Rodrigo Zarazaga, presidente del Centro de Investigación y Acción Social (CIAS), quien ya había organizado la reunión previa entre los dueños de las principales empresas argentinas y el Economía, ocasión en la que se discutió la renegociación de la deuda. Zarazaga evaluó la situación del país y la sustentabilidad social de las políticas, especialmente en el conurbano bonaerense.
La reunión “con los titulares” del Establishment local, se dio luego de la carta de Cristina Kirchner, pidiendo un acuerdo de sustentabilidad con todos los sectores.
Paolo Rocca reclamó por la “competitividad de la economía argentina”, en especial para los exportadores industriales, en obvia referencia a una futura devaluación. Guzmán contestó devaluar incrementaría las tensiones en los sectores más pobres por el impacto en el precio de los alimentos. El dueño de Techint también pidió reglamentar el Plan Gas para Vaca Muerta.
Los empresarios expresaron que es “muy importante” cerrar un convenio con el FMI, para refinanciar el préstamo de US$ 44.000 millones tomado bajo la administración de Mauricio Macri, y que para ellos es necesario que antes se llegue a un acuerdo con todos los sectores políticos, sociales y empresariales. El auditor de la economía argentina será el propio Fondo Monetario, que pidió al Gobierno que el plan acordado, ajuste de por medio, tenga viabilidad política, apoyado por todos los sectores políticos.
Guzmán explicó que en el presupuesto 2021 el déficit fiscal pasará de 8 puntos del PBI este año al 4,5%, pero prometió un ajuste adicional de otro 0,6 el año que viene. Este recorte fiscal implicaría ajustes en la obra pública, disminución de los subsidios a las tarifas se servicios públicos, ajuste en las jubilaciones o en las distintas formas del gasto social. Los empresarios solicitaron al mismo tiempo la disminución de impuestos, por lo que, en ese marco, sería difícil disminuir el déficit subiendo recaudación. Por este motivo, y para hacer sustentable ese programa, pidieron “reconstruir la confianza” mediante “un acuerdo político” entre todos los sectores de la economía, que incluya a los sindicatos, a las organizaciones sociales, empresas y el propio Gobierno.