Mientras Macri y Aguad refuerzan la represión interna, mediante convenios con los aparatos represivos de Israel y EEUU, equipando a las fuerzas de seguridad interior y hasta permitiendo la instalación de una base militar norteamericana en Neuquén, avanzan planes para desarmar y debilitar al extremo a las FFAA con un profundo ajuste que incluiría el cierre de cuarteles y bases. Esto se suma al sistemático vaciamiento de la industria estratégica de Fabricaciones Militares. Como en los años ’90 durante el menemismo, el sometimiento absoluto al poder imperial incluye desarmar a la Argentina y dejar al país completamente a merced de las potencias mundiales, especialmente en lo que respecta a sus recursos estratégicos, embargables a futuro con el enorme caudal de deuda externa que se ha venido adquiriendo y al que ahora se suman los impagables U$S 50.000 millones de dólares del FMI.
“Quiero que le retransmita a las Fuerzas Armadas mi agradecimiento y les pido un esfuerzo patriótico, sé de la situación difícil por la que están pasando, la falta de medios y recursos para las maniobras; sé que cuento con el apoyo de cada una de las fuerzas, me hubiera gustado otra situación pero espero de ustedes la contribución en la recuperación del país”, habría sido las palabras de Macri al jefe del Estado Mayor Conjunto, teniente general Bari del Valle Sosa en la quinta de Olivos.
Los recortes abarcarían varias áreas sensibles de las FFAA, por eso “Sosa, el único uniformado presente, aunque no desconocía la guadaña de Aguad, quedó perplejo. Tan fuerte es la realidad de las reformas que incluyen reubicación y venta (subasta, dijo Aguad) de cuarteles y bases, poda en el personal de las empresas controladas por Defensa, reducción de traslados al exterior (Aguad no autoriza salidas de funcionarios que excedan 5 días), desprogramación de unidades que ya están al borde de su vida útil, por caso, los buques ARA Suboficial Castillo y ARA Cabo de Hornos de la Armada, entre otras medidas de recorte. Preocupa más aquello que no mencionó y que circula como proyecto en el Estado Mayor Conjunto: pasar a los uniformados a una caja jubilatoria y desengancharlos de la situación de retiro”, afirma Aguilera. Esa última medida afecta también de lleno el humor de las FFAA, ya que el haber del pasivo dejaría de estar al mismo nivel que el del personal en actividad. Si el ARA San Juan, que era una de las principales armas de la Marina, fue destruido por causas que deberán investigarse pero en las que muchos ven el largo brazo del Imperio Británico, el resto de los submarinos pasarán por decisión política a retiro definitivo.
La Argentina que supo ser justa, libre y soberana a mediados del siglo XX con Juan Domingo Perón basó su organización en la colaboración estratégica entre el movimiento obrero organizado y el sector patriota de las FFAA. Por eso los poderes imperiales siempre buscaron quebrar esa alianza y dinamitar por izquierda y por derecha ambas estructuras organizativas nacionales.