Mauricio Macri se refirió a la tragedia ocurrida en el recital del Indio Solari en una entrevista grabada este domingo por la mañana con Luis Majul. Aseguró que la tragedia fue una consecuencia previsible: “Es muy triste y también tiene que ver con que entendamos este cambio que hemos emprendido, este cambio cultural”.
Luego continuó “cuando hay normas y dicen tanta gente puede entrar a un lugar, por ahí son antipáticas, ¿no? Muchas cosas a veces resultan antipáticas. Porque dicen: ‘No, si mucha más gente quiere ir, en vez de 200 mil parece que hay 300 mil’, y esto es lo que pasa cuando uno pasa por arriba de esas normas”.
Lo que no mencionó es cuál fue el rol del intendente PRO de Olavarría, Ezequiel Galli, quien de acuerdo a informes periodísticos habría presionado a una jueza para habilitar el predio y luego no controlar si la organización disponía o no de la seguridad necesaria. Incluso en el contrato entre la Municipalidad y la productora (que se firmó sin pasar por el Concejo Deliberante), el intendente Galli afirmó que “colaborará de manera que todas las partes involucradas en el convenio celebrado resulten indemnes a las consecuencias que pudieran derivar del evento musical a llevarse a cabo”, por lo que eran co-organizadores.
También le cabe a la gobernadora María Eugenia Vidal, quien tampoco se ha hecho cargo del pésimo dispositivo de seguridad, transporte y salud pública.
En el contrato firmado entre la productora En Vivo S.A. y la Municipalidad se pautaron solo 10 ambulancias, 30 médicos, 19 enfermeros y 160 socorristas. Si asistieron 300.000 personas, había 1 ambulancia para 30.000 personas, 1 médico para 10.000 personas, 1 enfermero para 15700 personas y 1 socorrista para 1875 personas, lo que parece bastante poco.
Numerosos testigos refieren que no vieron medidas de seguridad adecuadas ni dentro ni fuera del recital. Tampoco se contó con las previsibles necesidades de agua y provisiones de comida para los varios cientos de miles de personas que se acercaron a la ciudad, ni la disponibilidad de transporte, lo que hizo que la municipalidad sacara a la gente a la ruta en camiones, como si fuera ganado. Los comercios terminaron cerrando sus puertas y hasta algunos fueron saqueados ante la desesperación de las personas sin comida. Tampoco existieron los necesarios controles de tránsito dentro de la ciudad y en las rutas de acceso, lo que derivó en varios choques y más heridos.
La respuesta de Macri es diametralmente opuesta a la que tuvo cuando ocurrió la tragedia de Cromañón en la que inmediatamente movilizó a todos sus legisladores para lograr la destitución de Aníbal Ibarra por no realizar los controles requeridos.
Desde los grandes medios de comunicación oficialistas se operó inmediatamente para sembrar el caos, informando de “7 muertos” y “decenas de heridos” a través de la agencia oficial del Estado, Telam, a la 1 y 23 de la mañana, lo que fue levantado luego por La Nación a las 2:02 y por Infobae (que llegó a hablar de “más de 10 muertos”). Esto se multiplicó por las radios de todo el país llevando desazón a cientos de miles de familias:
Los lógicos llamados de familiares colapsaron las comunicaciones de Olavarría, inutilizando los celulares, incrementando la idea de caos. Incluso el “asesor digital” de Macri, Julián Gallo, dueño del sitio “Mendoza Post”, fue más allá y hasta introdujo un “incendio en Olavarría” en el que “se ve la imagen de CFK” (sic):
Lo que generó la situación de heridos y muertos no fue “la capacidad” del lugar (en algunas imágenes se ven incluso espacios libres en la zona más alejada del escenario), sino la combinación de desorganización (privada y estatal) sumada a la presencia de grupos de personas que lograron ingresar con cuchillos y botellas de bebidas alcohólicas, que se instalaron frente al escenario y que, de acuerdo a testimonios, hasta le gritaban al Indio Solari consignas en su contra cuando éste mencionó a las Madres de Plaza de Mayo y la defensa de los DDHH. De acuerdo al sitio enorsai.com.ar, una testigo presencial, Verónica, afirma: “Lo que viví es muy distinto a lo que muestran los medios. Lo que quieren lograr es silenciarlo por el tipo en medio del recital dijo que tenemos que apoyar a las Madres de plaza de mayo y defender los Derechos Humanos; y otro tema del que habló fue el de la edad de imputabilidad de los menores. El Indio hizo política en el recital y los macristas que estaban ahí lo re contra bardeaban, y de eso puedo dar fe yo”. Esto le obligó al Indio a interrumpir en tres ocasiones el recital:
¿Quiénes eran estas personas? ¿Hubo infiltrados y zona liberada? ¿Quiénes cerraron las puertas de salida que muchos también describen? Es sabido que en una aglomeración tan masiva de personas, en la que uno está pegado al cuerpo del otro, basta con que alguien muestre un arma blanca y comience a golpear para que a su alrededor se arme una estampida.
De acuerdo a la imagen tomada desde Google Earth, se aprecia que la superficie ocupada es de alrededor de 150.000 metros cuadrados, lo que a 2 personas por metro cuadrado dan una cifra de alrededor de 300.000 personas, lo que mostraría un exceso de personas de casi 100.000, que habrían ingresado sin entradas. La decisión de permitirles entrar puede ser discutible, pero impedirlo hubiese generado un caos aún mayor. En la visión tomada desde un drone pueden verse zonas vacías en la parte alejada del escenario:
https://www.youtube.com/watch?v=naGCNqAskvA
Entre los hospitalizados, la mayoría son por “intoxicación” (alcohol) y dos de ellos son por “herida de arma blanca”, lo que se explica por la falta de controles:
Otro detalle que refieren los testigos es que en Olavarría no había suficientes provisiones de agua potable, pero sí alcohol en abundancia.
Las dos muertes que ocurrieron no fueron culpa del “aplastamiento” de una supuesta “avalancha” que no existió, sino por paro cardíaco (Javier León, 42 años) y trombosis cardiopulmonar (Juan Bulacio, 36 años -increíble el apellido, imposible no recordar a Walter Bulacio asesinado por la policía luego de un recital de los Redonditos de Ricota-), algo quizá evitable con una adecuada atención médica pero también esperable estadísticamente en una concentración de 300.000 personas para personas con problemas cardíacos.
Es la primera vez que ocurre un hecho trágico de esta naturaleza luego de más de una década de recitales del artista, con asistencia multitudinaria también en todos ellos.
Con la forma en que operaron los grandes medios sembrando el caos, el ingreso de personas con armas blancas y la zona liberada a la que muchos testigos refieren, cobra más sentido la advertencia del Indio Solari a pocos días del recital: “Cuiden a quien tienen al lado. Este es un momento especial. Hay intereses oscuros que con pocos miembros pueden alterar la fiesta. A bailar y cantar es a lo que vamos y eso haremos. El sábado, a cuidarse y a cuidar de quienes nos rodean, aunque no los conozcamos. Cierta gente de mierda (debería puntualizar: PODEROSA gente de mierda) se regodearía si alguien sale lastimado. No le demos el gusto”.
Usando también una connotación política, Estela de Carlotto afirmó: “Es visible en este momento, en estas políticas que se desarrollan, que quien no es del palo de ellos es un enemigo. Yo creo que si hubiera ido alguien que está de acuerdo con las políticas actuales, no hubiera pasado este abandono”.
La tragedia finalmente no se pudo evitar y hoy tenemos que lamentarla.
¿Tendrán algo que ver con lo ocurrido las sistemáticas declaraciones del Indio Solari contra Mauricio Macri? Hace menos de una semana su firma había aparecido encabezando una solicitada en contra del gobierno.