Desde la híper de comienzos de los años ’90 que el país no sufría un proceso inflacionario como el que dejó el gobierno de Mauricio Macri, paradójicamente quien había sostenido que dicho problema sería el más fácil de resolver bajo su gestión. El récord del 53,8% de inflación supera el alza de precios del año 2002, cuando el país salió de la convertibilidad y hay que remontarse al año 1991 para hallar cifras similares. En sus 4 años de gobierno, Macri acumuló más de 300% de inflación, conduciendo a casi 3 millones de personas a la pobreza.
Los rubros que más subieron en 2019 fueron Salud (72,1%), Comunicación (63,9%, especialmente telefonía celular), Equipamiento y mantenimiento del hogar (63,7%) y Alimentos (56,8%).
La medición echa por tierra las tesis liberales que sostienen que los precios suben exclusivamente por emisión monetaria: durante cuatro años la Argentina fue sometida a un duro ajuste monetario, el que no se vio reflejado en un descenso de la espiral de precios.
Con estos resultados, Argentina es el tercer país con más inflación del mundo, solo detrás de Venezuela y Zimbabue, con peores resultados que países como Sudán y Haití.
“La inflación es la demostración de tu incapacidad para gobernar”, había afirmado Macri antes de comenzar su mandato. ¿Seguirá pensando lo mismo?