De acuerdo al Observatorio de la Deuda Social de la UCA, la pobreza en la Argentina subió a un histórico 44,2%, según los datos relevados entre julio y octubre y difundidos este jueves. Un índice dramático es la pobreza de los niños y jóvenes de hasta 17 años que ya alcanza al 60,4% (64,1% en el caso de niños de población urbana). La nueva generación de argentinos muestra a un país con 6 de cada 10 personas bajo la pobreza. La indigencia sube al 16% en este rango etario, esto es: chicos que no llegan a comer de acuerdo a la canasta alimentaria básica.
Del 44,2% de pobres, un 34,1% de la población entran en la categoría de “pobres no indigentes” mientras que un 10,1% se encuentran en la indigencia, ya que no pueden cubrir la canasta alimentaria básica.
La Argentina actual ya tiene 20,3 millones de personas pobres, una situación que se agravó en medio de la aparición del coronavirus y el modo de enfrentarlo, con impedimentos para realizar su trabajo a millones de personas, que fueron consideradas “no esenciales”, sumada a los salarios que ya venían deprimidos de años anteriores y la caída económica a nivel global que también repercutió sobre importaciones y exportaciones. “Las medidas de aislamiento obligatorio adoptadas generaron una crisis de oferta y demanda de bienes, servicios y mano de obra laboral”, sostuvo Agustín Salvia, director del Observatorio de la UCA.
El desempleo subió a un 14,2%, unas 2,7 millones de personas, en el período julio-octubre, aumentando un 40% con respecto al año 2019.
“En tanto se mantenga la actual política recesiva, solo cabe esperar un aumento del desempleo, los trabajos de subsistencia y de la precariedad laboral, y por lo tanto, de las desigualdades estructurales que afectan al mercado de trabajo, con efectos directos sobre la pobreza. Un cambio de rumbo estructural no solo necesitará de fuertes inversiones e impulso a las exportaciones, sino también de políticas que reactiven el mercado interno, apoyen a las micros empresas y mejoren su productividad”, sostiene el informe del observatorio de la UCA.
Los hogares afectados por la pobreza subieron del 32,1% al 34,9%, mientras que el desempleo pasó del 10,6% (2019) al 14,2%, de acuerdo con esos datos, pasando de 2,1 millones de desocupados a más de 2,7 millones.
Como se verá, las verdaderas “urgencias” son muy distintas a aquellas que le imponen al Congreso Nacional las variadas ONG’s británicas que vienen marcando la agenda junto a los organismos financieros internacionales, a través de personeros que asumieron con el voto popular para supuestamente representar los intereses del pueblo.