Por Fausto Frank
En los últimos dos años el valor accionario de las seis gigantes farmacéuticas se disparó en más de u$s 350 mil millones, en su mayor parte motorizadas por la emergencia del Covid-19. Mientras esto ocurría, 100 millones de personas han caído en la pobreza extrema como consecuencia del colapso de las economías. De acuerdo a los datos bursátiles, al inicio de 2020, Pfizer, Johnson & Johnson, AstraZeneca, Moderna, BioNTech y Novavax, tenían un valor de mercado de alrededor de u$s 697.000; para el cierre de 2021 ya valían más de u$s 1 billón (un millón de millones), lo que representa un sustancioso incremento del 50% de sus acciones.
Un negocio que no existía en 2020, el de las inoculaciones contra el Covid-19, aportará este año 2022 alrededor de U$S 83.580 millones de dólares a los grandes fabricantes. Se trata de un salto de un 29% respecto a la estimación de lo que habían facturado solo por ese concepto estas mismas compañías en 2021, el primer año que se comenzaron a comercializar ampliamente, según las cifras de un informe de la consultora Airfinity. Esta empresa analiza el mercado, excluyendo a los laboratorios chinos así como los de la India, por lo que el monto global del negocio es incluso mayor. Se trata de un análisis del negocio de las opciones de Pfizer/BioNTech, Moderna, Novavax, AstraZeneca, la rusa Gamaleya (impulsor de Sputnik V) y Johnson & Johnson, excluyendo a grandes productores como las firmas chinas Sinovac y Sinopharm, y la india Bharat, entre otras.
Las seis grandes compañías analizadas fabricarán alrededor de 8.100 millones de dosis, un 31% más que las estimaciones de cierre de 2021, que Airfinity calcula en 6.200 millones. Frente a las 8.100 millones de dosis previstas de distribuir, actualmente ya hay firmados contratos para 6.344 millones, el resto deberán ubicarse en los países con nuevos acuerdos. Pfizer/BioNTech, por ejemplo, ya firmaron acuerdos comerciales para 2.515 millones de dosis y AstraZeneca otro para 1.642 millones.
Para dimensionar los montos, el plus que estas seis empresas han ganado en valor bursátil en sólo dos años, supera a los presupuestos nacionales de decenas de países , incluso de aquellos situados entre las 50 primeras economías del mundo.
Como si esto fuera poco, a estas ganancias extraordinarias debe sumarse la colaboración estatal con dineros públicos realizadas por los gobiernos de decenas de países por un valor aproximado de u$s 8.600 millones para el desarrollo tecnológico y de investigación contra el virus.
Moderna, la elegida como “favorita” por el magnate Bill Gates, ha terminado ubicándose como la tercera farmacéutica más grande del mundo, desplazando a la cuarta posición a un gigante como AstraZeneca, cuyo valor de mercado creció “solo” 16% en dos años, pasando de u$s 78.000 millones a u$s 90.000 millones. BioNTech, también experimentó un crecimiento acelerado: pasó de valer sólo u$s 9.300 millones a u$s 63.300 millones, más de 500%. Johnson & Johnson, incrementó su valor de mercado 17% en el último par de años, pasando de u$s 384.200 millones a u$s 452.700 millones. Pfizer, por su parte, subió de u$s 217.600 millones a u$s 330.400 millones, un 50%.
Algunas de estas compañías atravesaban una difícil situación financiera en 2019. En una nota de abril de 2019, “Pfizer no pasa por su mejor momento y se le acumulan alertas, demandas y cierre de plantas”, se describe una situación opuesta a la actual, casi de quiebra. “El 2019 no está siendo un año nada fácil para la compañía farmacéutica Pfizer. Y es que, la compra de Hospira, entre otras, le está trayendo más de un dolor de cabeza. (…) Cuando Pfizer acordó pagar 17.000 millones de dólares (14.993 millones de euros) para hacerse cargo de Hospira en 2015, el acuerdo se presentó como una apuesta por los biosimilares y versiones más baratas de medicamentos biológicos. Sin embargo, no ha funcionado así”, se indica.
Hoy la situación es completamente distinta y las farmacéuticas han sido las favoritas durante meses para inversores y especuladores financieros de todo el mundo.
Si las inoculaciones express contra el Covid fueron la salvación para Pfizer y otras, otro elemento que no se puede dejar de considerar es la publicidad permanente, las 24hs al dìa, los 365 días del año, que el sistema completo de medios de comunicación les han brindado. Un connubio que también se explica por las puertas giratorias de cargos en los más altos niveles de la comunicación global más concentrada. Solo por citar un ejemplo, James C. Smith, pasó de ser director de la agencia internacional Reuters a formar parte de la Junta Directiva de Pfizer. Para comprender mejor este tipo de relaciones, basta con mirar a los paquetes accionarios de grandes medios y farmacéuticas y descubrir que sus propietarios son los mismos megafondos financieros: BlackRock, Vanguard Group, State Street, etc. Mismas entidades que también tienen en sus manos la mayor cantidad de bonos de deuda externa de la mayoría de países del mundo. Mismos gobiernos que luego adquieren sus inoculaciones para la totalidad de su población.
Como puede verse, grandes grupos de medios de comunicación, bancos y megafondos financieros, gigantes farmacéuticas y gobiernos de todo el mundo han actuado con perfecta sincronización en medidas y agendas. Pero mientras las grandes farmacéuticas han registrado ganancias sin precedentes en la historia, el Banco Mundial estima que alrededor de 100 millones de personas en todo el mundo cayeron en la pobreza extrema como consecuencia de los importantes cambios sufridos por la economía.