Las crudas imágenes de personas revolviendo comida frente al Congreso Nacional fueron ocultadas por los grandes medios, pero son una muestra de la creciente pobreza en nuestro país. Cabe destacar que la Capital Federal es el distrito más rico dentro de la Argentina. El fotógrafo Ignacio Petunchi las captó con su cámara y relató la triste escena:
Un camión del supermercado Día se incendió en la puerta del Congreso Nacional. Los bomberos llegaron rápido y no hubo heridos. Antes de que el fuego se apague, llegaron las cámaras de los medios de comunicación. Cuando se apagó el fuego, se apagaron las cámaras. En el noticiero de la noche, los canales de TV se limitaron a contar sólo el incidente del camión, en pocos minutos de aire.
Otros medios llegaron tarde para los bomberos, pero a tiempo para la segunda parte de ésta historia. Mostraron que un grupo de “cartoneros” comenzó a llevarse los productos que no habían sido alcanzados por el fuego. Pero yo justo llegué al lugar, y vi que no eran sólo cartoneros. Lo que vi, y mis fotos lo muestran, fueron hombres, mujeres, niños, abuelos y abuelas apurados por juntar alimentos y otros productos. La gran mayoría de estas personas llevaban puesta mochilas, carteras o bolsos, algunos estacionaron sus motos, bicicletas. Se puede ver gente vistiendo ropa deportiva, un jean y campera de cuero, incluso gente de traje y un abrigo de piel. Una señal, gran parte de las personas iba o volvía de su trabajo.
Luego, llegaron los empleados de higiene urbana a limpiar los restos que impedían la circulación en la cuadra. Pero, estas mismas personas le pedían por favor que no se lleven los restos del incendio. Que ‘aguanten diez minutos’, para seguir llenando los carros – también caídos del camión- con leche, fideos, latas de todo tipo, jabón, papel higiénico y cualquier producto que haya quedado a salvo del fuego.
Siempre que vuelca un camión de comestibles pasa lo mismo porque nunca dejó de haber hambre o se olvidan el camión de Hacienda que volcó hace unos años y los vecinos carnearon las vacas.Sin objetividad no se llega a nada, hay y hubo hambre