Alberto Fernández envió finalmente al Congreso el proyecto de legalización del aborto hasta la semana 14 de embarazo inclusive, una medida que vienen impulsando organismos financieros internacionales como el Banco Mundial, fundaciones transnacionales como la Open Society y ONG’s británicas como Amnesty, que niega el primer derecho humano como es el derecho a la vida, mientras le facilita el negocio a la multinacional abortista IPPF que cuenta con más de 46.000 clínicas abortivas en todo el mundo y no por nada ha venido financiando con millones de dólares a las organizaciones a favor de la legalización en nuestro país. Al igual que en el año 2018, casualmente, la medida se impulsa en el contexto de un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. En la Argentina en la que 6 de cada 10 chicos que nacen es pobre, la prioridad del Gobierno pasa por legalizar el aborto.
El artículo 4to. inciso b, el proyecto enviado al Congreso amplía el aborto legal sin plazo de tiempo: “si estuviera en peligro (…) la salud integral de la persona gestante”, una puerta que se deja abierta a cualquiera que exponga razones de salud psicológica de cualquier tipo, o sea, a pura arbitrariedad.
El artículo 8vo., inciso b, plantea: “En los casos de adolescentes de entre TRECE (13) y DIECISÉIS (16) años de edad, se presume que cuentan con aptitud y madurez suficiente para decidir la práctica y prestar el debido consentimiento”, por lo que no requerirán el consentimiento de sus padres. O sea, cualquier adolescente podrá recurrir a una práctica abortiva sin siquiera informar a sus progenitores.
El presidente hizo el anuncio junto a un discurso plagado de falacias, mentiras y contradicciones:
1-Sostuvo que la legalización “no aumenta la cantidad de abortos”, lo que es absolutamente falso.
Las estadísticas de múltiples países, como España, EEUU, Uruguay, Inglaterra, Cuba, muestran justo lo contrario. Los ejemplos de distintos países muestran que no es posible afirmar que al “legalizar el número de abortos disminuye”, por el contrario, lo que suele verse es que estos se incrementan (entre un 75 y un 300%) para luego estabilizarse en una meseta mucho más alta que la de los primeros años, tanto en números absolutos cuando la población es estable o en su tasa considerando los movimientos poblacionales. El descenso que se observa en estadísticas en los últimos años en algunos casos se explica por un mayor porcentaje de abortos realizados por vía medicamentosa, en el hogar, por lo que no son registrados por las estadísticas o por mejor educación en medidas de prevención.
Uruguay:
España:
Inglaterra:
Nueva Zelanda:
2-Es abiertamente INCONSTITUCIONAL.
Alberto Fernández expresó que envía el proyecto de Ley “para su debate parlamentario, siguiendo las reglas constitucionales”. Aún si el Congreso aprobara la ley, la misma debería respetar la constitución del país, que incorpora tratados internacionales que incluyen el respeto de la vida desde la concepción. La etapa prenatal de la vida humana está contemplada en el art. 75, inc. 23 de la Constitución Nacional cuando establece que será facultad del Congreso Nacional dictar un régimen de seguridad social especial e integral en protección del niño en situación de desamparo, “desde el embarazo hasta la finalización de la lactancia”. En los Tratados Internacionales que el art. 75, inc. 22 incorpora a la Constitución tenemos expresos reconocimientos de la personalidad jurídica de todo ser humano desde su concepción.
El Código Civil y Comercial de la Nación, aprobado por Ley 26.994 (BO 8-10-2014), dispone en el artículo 19: “Comienzo de la existencia. La existencia de la persona humana comienza con la concepción”. Este artículo fue motivo de grandes debates y la redacción final ratificó la tradición jurídica nacional de protección de la vida humana desde la concepción. Algunos alegan que la persona por nacer no sería plenamente persona pues el artículo 21 dispone: “Artículo 21.- Nacimiento con vida. Los derechos y obligaciones del concebido o implantado en la mujer quedan irrevocablemente adquiridos si nace con vida. Si no nace con vida, se considera que la persona nunca existió. El nacimiento con vida se presume”. Al respecto, estas disposiciones no deben entenderse como negatorias de la personalidad del concebido, pues su origen se vincula con evitar fraudes sucesorios. De allí que los derechos a los que hace referencia la norma sean los derechos de contenido patrimonial. Así, por ejemplo, si a tenor del artículo 665 una madre hubiera percibido alimentos por un hijo por nacer que finalmente nació muerto, el padre no podría alegar que ese hijo “nunca existió” y reclamar la devolución de tales sumas. Otros artículos del Código Civil y Comercial que ratifican la plena personalidad del concebido con el 24 que se refiere a la capacidad de ejercicio de las personas por nacer; el 101, que reconoce a los padres como representantes de sus hijos por nacer; el art. 574 que permite el reconocimiento de un hijo por nacer; el artículo 592 sobre impugnación preventiva de la filiación presumida por la ley; el artículo 2279, sobre las personas que pueden ser herederas; el artículo 57 que prohíbe toda “práctica destinada a producir una alteración genética del embrión que se transmita a su descendencia”.
3-“La criminalización del aborto de nada ha servido”, sostuvo, recurriendo al lugar común de “hay que legalizar porque los abortos se realizan igual”.
Un razonamiento bastante pobre, ya que lo mismo podría decirse de cualquier delito: “la criminalización del homicidio de nada ha servido”. Que un crimen se practique a pesar de su prohibición no puede ser nunca argumento para su legalización.
A esto, los grupos que promueven la legalización simplemente sostienen que es un derecho “decidir sobre mi propio cuerpo”, “mi cuerpo, mi decisión”. Pero todos los estudios de biología y embriología humana han determinado que lo que se encuentra en gestación es una vida humana autónoma, por más que no sea “independiente” (tampoco lo es un recién nacido, para el caso) por necesitar la asistencia del cuerpo de la madre, con un ADN propio y completo y un desarrollo endógeno propio, en el que resulta imposible determinar un límite temporal una vez que el proceso se desencadena tras la concepción. Guste a quien le guste, a diferencia de lo que ocurre con los gametos u otras células, un embrión es otro cuerpo humano en gestación, una vida humana que en caso de ser abortada (no “interrumpida” como eufemísticamente se sostiene) terminará siendo eliminada.
4-“Esto resuelve un problema que afecta a la salud pública“, sostuvo Fernández, otra expresión engañosa, ya que, como las propias estadísticas del Ministerio de Salud vienen demostrando año tras año, la causal de muerte por aborto viene en descenso y en la última exposición se registraron 19 muertes por aborto, cuando por año mueren 31.323 mujeres por tumores cancerígenos, 14.843 por neumonía, 14.092 por problemas cardíacos, 6713 por enfermedades infecciosas, 4668 por hipertensión arterial.
Muchas de estas muertes serían evitables por cambios culturales y sin embargo no se ven campañas para disminuir las mismas. En 2016, murieron 525 mujeres por deficiencias de nutrición y anemias nutricionales, sin que se produjeran movilizaciones ni debates legislativos por este problema, cuya solución no requiere costosos medicamentos, sino algo mucho más simple: comida.
Fuente: Ministerio de Salud.
5-Alberto Fernández también expresó que son las mujeres pobres quienes “deben someterse a prácticas inseguras por no poder costear lo que un aborto implica”.
Este ha sido un argumento central en toda la prédica por la legalización, sin embargo, son precisamente las mujeres pobres quienes más rechazan el aborto y es por el contrario una causa de militancia principalmente en mujeres de clase media y media alta. Por otro lado, ninguna mujer “debe” someterse a un aborto, en todo caso es una decisión personal equivocada de terminar con una vida en el vientre. Por el contrario, la legalización sí permite que desde ámbitos empresarios se presione a la mujer trabajadora para abortar su embarazo y así poder seguir trabajando. Y son las mujeres de clase media y media alta las que sí podrán acceder a diversas promociones del más puro marketing del más frío capitalismo, para poder abonar sus abortos en cómodas cuotas en las clínicas de su elección, como de hecho ocurre, por ejemplo, en la Ciudad de México:
6-“Salva vidas de mujeres y preserva sus capacidades reproductivas”. Otra expresión engañosa, en los países en que el aborto es legal también mueren mujeres que lo practican, lejos del facilismo y la inocuidad con el que irresponsablemente algunas agrupaciones políticas lo promueven. En nuestro propio país fue notorio el caso de Keila Jones, de 17 años, quien murió en el año 2015 por practicarse un aborto legal en el hospital de Esquel, mediante un protocolo de Aborto No Punible. El caso quedó impune, así de hecho lo considera también la familia de Keila, pues el Superior Tribunal de Justicia de Chubut revocó la sentencia de la Cámara de Apelaciones de Esquel y absolvió a la médica María Estrella Perramó.
Con respecto a que la legalización del aborto sirve para “disminuir la mortalidad materna”, explica el magíster en Ética Biomédica, Lenin de Janon Quevedo: “Loudon estudió la mortalidad materna de 70 años (1880-1950) de Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda, Bélgica, Escocia, Inglaterra, Gales, Suecia, Países Bajos, Noruega y Dinamarca. E identificó que todos pasaron por tres períodos históricos: 1) de 1880 a 1900, cuando reconocieron el problema, eliminaron las causas directas y desarrollaron cuidados obstétricos profesionales y accesibles; 2) de 1900 a 1935-1937, en el que mejoraron la calidad de los cuidados e implementaron estudios de vigilancia; y 3) de 1935-1937 a 1950, cuando se afianzaron los logros alcanzados. Cuando estos países ejemplares comenzaron a legalizar el aborto, desde fines de los 60, llevaban 20 o 30 años de cifras muy parecidas a las de hoy. La serie histórica de Loudon demostró claramente que el 75% de reducción de mortalidad, en promedio 46 puntos, aconteció antes de 1950, aplicando acciones sanitarias y sin cambiar el estatus legal del aborto que se mantuvo penalizado. Luego de 1990, esos Estados ya con aborto legal, poseen una mortalidad que ronda el 25% de los valores de 1880, habiendo decrecido en apenas 1,55 puntos promedio. En la región, Chile disminuyó la mortalidad 40 puntos entre 1980 y 2015 sin despenalizar, y la modificación de la causal “aborto terapéutico” no cambió la curva decreciente. También Uruguay redujo la mortalidad en 30 puntos entre 2001 y 2011, período precedente a la despenalización de 2012. Como se ve, la condición legal del aborto no presenta relación causal con la mortalidad materna, entendiéndose como causa a que un evento sea el resultado de la ocurrencia de otro evento. Tampoco parecería ser correlación, pues la bibliografía revisada no reporta el número que describe el tamaño y la dirección de la relación entre mortalidad y estatus legal”.
“El debate no es decirle sí o no al aborto. Los abortos ocurren en forma clandestina y ponen en riesgo la salud y la vida de las mujeres que a ellos se someten. Por lo tanto, el dilema que debemos superar es si los abortos se practican en la clandestinidad o en el sistema de salud argentino”, dice el presidente. El problema sí es el aborto y solo se resuelve con una educación para la vida, para el respeto del otro, para poder construir relaciones emocionales sanas que permitan traer una nueva vida a una familia que la contenga y le brinde el amor que necesita, sumado a un fuerte combate a la pobreza, mejorando las condiciones de salubridad de la población, no enseñando que cualquiera pueder terminar con una vida humana a mera voluntad.
Con respecto a la variable clandestinidad o “sistema de salud argentino”, también se incurre en un aspecto engañoso del planteo. Legalizado el aborto, el sistema de salud argentino incorporará, como en todos los países en que es legal, a infinidad de clínicas abortistas privadas, como las de la multinacional Internacional Planned Parenthood, cuya misma publicidad sostiene que cuenta con “más sucursales que Mc Donalds”, y no por casualidad es la entidad que ha venido financiando la legalización del aborto en la Argentina.
En la Argentina, Casa FUSA, declara ser representante de Planned Parenthood y hasta posee una clínica en el barrio porteño de Almagro, donde brinda “servicios de salud a adolescentes con enfoque de género” y promueve la realización de abortos. Solo esta ONG ya lleva recibidos desde 2008 u$s 3.502.960. Otras “organizaciones socias” que promueven la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto legal, Seguro y Gratuito, vienen recibiendo aportes de la IPPF: Católicas por el Derecho a Decidir (u$s 744.015), CEDES – Centro de Estudio de Estado y Sociedad ( u$s 190.202),
Fundación Huésped (u$s 84.000), que impulsa la campaña #AbortoSinBarreras, Asociación Civil Pro Amnistía (u$s 99.850), razón social de Amnistía Internacional, de origen británico.
Otras entidades subvencionadas por IPPF son el Fondo de Mujeres del Sur (u$s 75.000), CELS – Centro de Estudios Legales y Sociales (u$s 32.500), FEIM Argentina (u$s 23.150) y el Centro de Estudios Sociales y Políticos Para el Desarrollo Humano (u$s 5.167). La IPPF a su vez recibe financiación de: Gates Foundation, Hewlett Foundation, Packard Foundation, Ford Foundation y los Gobiernos de Gran Bretaña y Holanda. En el caso del CELS, este organismo recibió además U$S 1.340.000 de Soros y $1.750.000 de la Fundación Ford solo en 2017, situación que se viene repitiendo año tras año, lo que permite explicar también la postura de medios como Página/12 con gran parte de sus periodistas socios de la entidad.
Fuente: https://www.cels.org.ar/web/organizacion/financiamiento/
7-“Estamos ampliando derechos en una sociedad que así lo demanda“, dijo el presidente.
Es muy dudoso que “la sociedad” esté demandando la legalización del aborto. Si se toman en cuenta encuestas de los últimos años sobre el tema, es mayor la cantidad de personas en contra que a favor de la legalización en los términos que plantea el proyecto. Solo hay mayoría de personas a favor en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, no así en el interior del país. La demanda más bien viene siendo de los organismos financieros multinacionales.
Es histórica la postura del Banco Mundial a favor del impulso de la legalización del aborto en todo el mundo:
Con respecto a la idea de “ampliar derechos”, es justo al revés: legalizar la muerte es atentar contra el principal derecho humano que es el derecho a la vida. Todos los demás derechos humanos se desprenden de este primero. No se trata entonces de un “derecho” sino de una medida autoritaria que se atribuye una persona que goza del ahora privilegio de haber nacido por sobre la vida del ser más indefenso, convirtiendo al mero deseo individual en juez y ejecutor de la más injusta pena de muerte.
8-“Siempre fue mi compromiso que el Estado acompañe a todas las personas gestantes en sus proyectos de maternidad y cuide la vida y la salud de quienes deciden interrumpir su embarazo”, afirmó el presidente. En la misma frase incurre en la contradicción insalvable de proponer “cuidar la vida” mientras se legaliza la muerte de la misma. Es elocuente también que Fernández habla de “personas gestantes” en lugar de “mujeres”, adhiriendo así a la retórica posmoderna que relativiza la vida y extrae este tipo de dogmas de la Teoría Queer de Judith Butler que diluye la diferencia entre sexos e incurre en el reduccionismo culturalista de determinar la identidad por la mera “autopercepción”, de manera independiente a la biología, lo que permite plantear la existencia de “hombres trans gestantes”, curiosa forma de “feminismo” que termina desplazando a las propias mujeres como sujeto de la maternidad.
Similar intento de “deconstruir” conceptos, con finalidades abiesas, fue la propia fecha del anuncio, 17 de noviembre, a la que resignificó como “día de las militancias”, en lugar del histórico “día de la militancia peronista”, en recuerdo del regreso del general Perón en la Argentina, una típica maniobra discursiva posmoderna para travestir el significado en cualquier cosa menos en lo que históricamente es.
9-“También se extiende el pago de la Asignación Universal por Embarazo. Hasta la fecha se perciben 6 mensualidades, con este proyecto se extiende a 9 mensualidades, abarcando la totalidad del embarazo”, explicó el presidente. ¿Cuál sería la lógica de ampliar a los 9 meses de gestación una ayuda cuando se cree que lo que se está gestando es un mero “conjunto de células”, como despreciativa se afirma una y otra vez dentro de la corriente de pensamiento que apoya la legalización del aborto al negar la vida humana?
La única respuesta posible es nuevamente el pensamiento mágico posmoderno que afirma que “solo hay vida si hay deseo”, entronizando al deseo individual como aquello que determina si hay vida o no. Una premisa de derivaciones éticas tan nefastas como impensadas, ya que el mismo criterio de determinar el ser por el deseo individual podría aplicarse no solo cualquier mes de embarazo, también a un recién nacido o a cualquier otra persona.
10-Fernández finalizó diciendo: “les pido como Presidente de todos los argentinos y argentinas que cuidemos el respeto hacia quien piensa de una manera distinta a la propia. Las diferencias nos hacen una sociedad plural y enriquecen la democracia que tanto esfuerzo nos costó consolidar”. Difícil establecer un diálogo respetuoso cuando desde la retórica pro-legalización del aborto, asumiendo literalmente la fraseología de la Internacional Planned Parenthood Federation, se refieren a todos quienes cuestionan la legalización como “antiderechos”, cuando precisamente son estos grupos quienes niegan el principal derecho, que es el derecho a la vida.
Así lo plantea abiertamente el Manual de la Planned Parenthood, que se repite acríticamente en medios periodísticos y grupos de militancia política en la Argentina:
Difícil hablar de querer una “Argentina Unida”, como reza el gobierno, promoviendo proyectos que impulsan la división social como este.
Nada puede haber más deshumanizante que la naturalización y el concebir como un “derecho” la muerte de un hijo por parte de su madre. El envío del proyecto de ley se realizó además el día 17 de noviembre, “día mundial del bebé prematuro”, lo que solo añade una cuota adicional de cinismo, provocación y perversidad. El individualismo posmoderno reinante, en esta etapa gubernamental asumiendo un disfraz de “peronismo”, logró en la práctica terminar construyendo el opuesto de lo que la doctrina peronista expresó originariamente y sus fundadores, Juan y Eva Perón defendieron, pasando ahora a impulsar con algarabía una agenda que debería considerarse, a contrario sensu de las “20 verdades peronistas”, como “profundamente antihumanista y anticristiana”.