La transformación de un comprador racional en un consumidor manipulado II

En el día del consumidor: la adicción al consumo

Entrevista a Javier Garcés Prieto, licenciado en Psicología y Derecho, experto en Psicología del Consumo y sus adicciones

– Navidades, Día del Padre, de la Madre, Rebajas… ¿Cómo ves la sociedad consumista de hoy en día?¿Vamos de mal en peor?¿No crees que hay que ser realmente fuerte para no sucumbir ante tanta atracción?

En cuanto a la sociedad de consumo, no creo que se pueda decir que sea negativa en sí misma. Lo es en sus excesos. Es verdad que el desarrollo económico de nuestro actual modelo de sociedad nos ha proporcionado inmensos progresos técnicos y ha mejorado en muchos aspectos nuestra calidad de vida. Pero en el lado negativo, ha generado dos importantísimos problemas que hay que afrontar.

El primero es que los hábitos de consumo implantados en nuestra sociedad son incompatibles con el mantenimiento de nuestro entorno medioambiental, a corto o medio plazo. Esta preocupación ha dejado de ser exclusiva de una minoría, más o menos concienciada, y es ya una realidad innegable, avalada por las investigaciones científicas más serias y desapasionadas. Como decía Cousteau, el consumismo es actualmente el mayor enemigo del planeta.

El segundo gran problema del consumo excesivo es que algunos de los modos de vida que ha impuesto, suponen un grave peligro para la salud física, para el equilibrio psíquico y para el bienestar personal o familiar. En los últimos veinticinco años se ha producido un espectacular aumento de los problemas relacionados como la adicción al consumo, la compra impulsiva, la falta de autocontrol en el gasto, el sobreendeudamiento, etc. Además, es evidente la relación entre la difusión de determinados mensajes publicitarios con el incremento de los valores consumistas, el crecimiento de problemas como la anorexia, el alcoholismo, la extensión de hábitos alimenticios no saludables, etc. Cada día resulta más evidente que hay una relación inversa entre materialismo y felicidad. En los países más ricos, y por lo tanto más consumistas, está apareciendo lo que se denomina “la insatisfacción del consumo”, es decir, la cultura únicamente basada en valores materialistas y consumistas, lo que genera un alto nivel de infelicidad personal, a pesar del incremento del nivel de vida.

En cualquier caso, con sus aspectos positivos y negativos, lo cierto es que la sociedad de consumo no sólo ha cambiado el sistema económico y nuestros modos de vida, sino que también ha cambiado radicalmente nuestra forma de pensar y entender el mundo. Ya no se puede comprender la psicología del ciudadano, ni explicar su comportamiento y dificultades, sin estar atentos a cómo le influyen los valores típicos del consumismo, como pueden ser el materialismo o el hedonismo, y nadie puede considerarse totalmente inmune a la influencia de estos valores.

– ¿Cuáles crees que son los factores psicológicos y sociales que influyen en la adicción al consumo?

– En las primeras investigaciones del siglo pasado, cuando el problema estaba muchísimo menos extendido y sólo se trataban unos pocos casos muy llamativos, se relacionó la adicción a la compra con los trastornos depresivos y obsesivo compulsivos, considerándose por muchos como un fenómeno cercano a la cleptomanía. Pero tras años, dedicado a la investigación y al tratamiento de la adicción a la compra, he comprobado que, aunque en muchos casos existe relación entre el exceso de consumo y la depresión, este factor no siempre está presente, sobre todo en los que operan con una intensidad moderada o leve. Además, la depresión por sí sola, no explicaría los motivos por los cuales en las últimas décadas se ha producido un incremento de personas adictas a la compra mucho mayor que el de las personas con problemas depresivos.

Hay que tener en cuenta que la mayoría de las personas que tienen estos problemas, no reciben –ni solicitan- tratamiento, y si lo hacen, es después de años de padecerlos, cuando la adicción ha provocado graves repercusiones económicas o de relación con las personas de su entorno. Por ello, y por la falta de conciencia social sobre el problema, la “cifra oscura” de las personas que padecen estos problemas es altísima. En el Estudio que realizamos entre 1998 y 2000 en varios países europeos para la prevención y tratamiento de los problemas psicológicos relacionados con la compra y el gasto se puso de manifiesto que el factor más a menudo relacionado con la compra, era la insatisfacción personal y la falta de alicientes o estímulos vitales distintos del consumo. Parece que este sentimiento, típico del adicto al consumo, se relaciona más con la sensación de tedio o aburrimiento que con un estado propiamente depresivo. Otros factores psicológicos que también están presentes son la baja autoestima y la impulsividad o la ansiedad. Estos datos se han visto corroborados por la investigación que, junto con el Psicólogo Alejandro Salcedo, he realizado recientemente. Hemos visto que, frecuentemente, lo que explica el crecimiento de este tipo de comportamiento, especialmente entre los jóvenes, es la conjunción en una misma persona de un alto nivel de ansiedad, sentimientos depresivos, baja autoestima, insatisfacción personal y la falta de alicientes no consumistas.

Otra cuestión importante es que las personas adictas aceptan, en mayor medida que el resto de la población, cierto tipo de valores e ideas consumistas, tales como la creencia de que la felicidad, el prestigio personal, el aprecio de otras personas o la consideración social, dependen, casi únicamente, de las cosas que podemos comprar. No cabe duda, de que detrás de estas actitudes está la influencia de la omnipresente publicidad y de las técnicas del marketing que invitan continuamente a la compra. Se nos presenta un mundo en el que la felicidad y el éxito social de las personas dependen de los bienes materiales que podemos adquirir, es decir, lo importante ya no es lo que uno es, sino lo que uno tiene. Un último factor que ha contribuido a agravar el problema es la posibilidad que existe actualmente -con las tarjetas- de los “créditos fáciles” y los sistemas de pago diferido para comprar con el dinero que aún no se tiene.

(continuará)

Javier Garcés Prieto, licenciado en Psicología y Derecho es experto en Psicología del Consumo y sus adicciones. Entre otras actividades, actualmente es Presidente de la Asociación Nacional de Estudios Psicológicos y Sociales y dirige el Programa de Prevención y Tratamiento de la Adicción al Consumo que desarrolla, entre otros, la Unión de Consumidores de España, del que él es asesor. Además de publicar varios libros sobre este tema, ha elaborado un Cuestionario sobre Factores Psicológicos de Adicción al Consumo, Hábitos personales de Compra y Sobreendeudamiento (FACC-II) y ha participado como Director Técnico del Programa de la Unión Europea sobre Adicción al Consumo y Sobreendeudamiento

Fuente: www.infocop.es – Consejo General de la Psicología de España – 22/12/2005

 

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