La política, el arte superior – base imprescindible para la salud de una Nación

Por Jorge Rachid *

La política, tan maltratada en estos últimos tiempos, merece una reivindicación para volver a colocar en su lugar los valores sobre los cuales se debe construir una Nación libre y solidaria. Estas palabras han sido archivadas por el lenguaje técnico del economicismo.

Es la herramienta imprescindible, la política, porque contiene desde la historia a la oralidad afectiva transmitida por los mayores, desde las subjetividades a los sueños comunitarios, en una síntesis que otorga identidad y pertenencia, el “Ser-ahí” de Heidegger al “estar situado” de Rodolfo Kush.

Por esa razón los enemigos de la Patria, desde la colonización misma, intentaron destruir la cultura de los pueblos originarios, imponiendo la religión y la lengua, para después balcanizarnos, dividirnos como pueblos americanos, en pos de sus objetivos de explotación. Así la diáspora y los conflictos creados crearon naciones, donde existían antes pueblos integrados en la Patria Grande.

Todo lo que se oponía a esos objetivos era caracterizado por la Corona Española o el Foering Office inglés, como la “barbarie”, frente a la civilización que “ellos” expresaban. Como hoy cuando se plantea la modernidad, como sistema neoliberal basado en el Mercado y a quienes nos oponemos se nos caracteriza como corruptos, populistas o directamente terroristas.

Es que el Poder que ejercen quienes han destruido el mundo de los acuerdos de la posguerra, cuando el conjunto de los países, horrorizados decidieron construir herramientas de diálogo y consensos que impidiesen la repetición de las tragedias bélicas del siglo XX. Sin embargo el posicionamiento hegemónico del Imperio a expensas de los pueblos en desarrollo, prosiguió a sangre y fuego, con dominación económica y control social, avasallando soberanías.

Por esa razón el neoliberalismo, en el gobierno en nuestro país, como en el resto de Latinoamérica intenta consolidar su colonización no sólo en la dependencia económico social, sino en el eje cultural que destruya la Identidad Nacional y el sentido de Patria, entendida ésta como la Patria Grande Latinoamericana, en la necesaria construcción del Bloque, férreo en defensa de la soberanía y la libertad de los pueblos.

Pero en el caso argentino se equivoca el enemigo, al ignorar al peronismo, desconocerlo como eje de una cultura anidada en el conjunto del pueblo, que contiene desde el amor necesario para la construcción de una sociedad más justa hasta los elementos doctrinarios, políticos, ideológicos y filosóficos que le dan sustento a 70 años de historia protagónica.

Por eso uno de los ejes emblemáticos de los últimos 12 años de peronismo en el gobierno, es la recuperación de la política como herramienta de construcción de un modelo social solidario, inclusivo, soberano y sustentable, integrado al mundo Multipolar y en un macro de Patria Grande. Esas políticas instrumentadas a nivel continental, afectaron los intereses de los colonizadores, que desataron los demonios rabiosos, sobre los gobiernos populares, por todos los medios y con todas sus fuerzas, aliadas al cipayaje vernáculo.

El peronismo junto al bloque de fuerzas que constituyen hoy el Movimiento Nacional y Popular, está en la calle, protagonizando una nueva resistencia al modelo neoliberal, en donde el movimiento obrero organizado y los movimientos sociales, son los puntales necesarios para frenar los planes del enemigo. Diagramados en el Departamento de Estado de EEUU y cumplido como plan, a pies juntillas por sus socios locales en el gobierno argentino.

Nada surge del gobierno nacional votado por los argentinos, todo le viene dado, en forma guionada y monitoreada por los organismos creados al efecto desde el FMI al Banco Mundial, desde la reinstalación de la lV Flota norteamericana al fortalecimiento de la base de la OTAN en nuestras Malvinas. En base a este diseño el control social interno es esencial, de ahí el rol del Partido Judicial y los medios hegemónicos en propiciar la represión del conflicto social emergente.

Entonces el marco de la lucha, es superior al simple hecho electoral, cuando la Patria está en peligro de una nueva postración a los centros de poder imperiales, entregando sus recursos naturales, su agua dulce, sus alimentos, como nos anticipó Perón en 1974, sin beneficio de inventario soberano a nuestro pueblo, que nuevamente marginado, excluido y golpeado por el dolor social de ser apartado de la historia, se recompone en base a hacerse visible en la lucha, como en tantas épicas nacionales que nos permitieron recuperar el rumbo como Nación Grande y un pueblo feliz, base ideológica del peronismo.

* Jorge Rachid – Médico (UBA) – Posgrado en Medicina del Trabajo; se especializa en Seguridad Social; Profesor Titular en Ciencias Sociales de la Universidad de Lomas de Zamora, y Profesor Adjunto y co-fundador de la Cátedra de Medicina del Trabajo (UBA); Director Médico de OSPIDA, la obra social de los trabajadores de imprenta.

Fuente: Sin mordaza – 14/3/18

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