Por Gustavo Vera*
El jueves 3 de octubre de 2019, en la ciudad de Cancún en México detuvieron al ex agente de la ex-SIDE, tratante y proxeneta Raúl Luis Martins. Cuando intentó cruzar a Belice, un pequeño país que limita al Norte con Quintana Roo, el tratante fue descubierto con una peluca negra.
La jueza federal María Romilda Servini lleva adelante junto con la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (PROTEX) y La Alameda, una investigación que inició la propia Alameda en el año 2012. La titular del juzgado federal Nº 1 había decretado el procesamiento y detención de Martins y parte de su banda que luego fue confirmada por la Cámara Federal.
Desde el momento mismo de la denuncia, la Fundación Alameda logró aportar información precisa sobre el funcionamiento de la red criminal internacional que Martins tejió desde principios de los años 90 tanto en Argentina como en México.
“Brut” era un narco-prostíbulo, propiedad de Raúl Martins ubicada a pocos metros del cementerio de la Recoleta en la Ciudad de Buenos Aires donde miembros de La Alameda lograron encontrar y rescatar una menor de edad colombiana que era explotada sexualmente por parte de Raúl Martins y su banda. En la cámara oculta, un falso cliente dialoga en “Brut” y luego se lleva a un hotel a una prostituta colombiana de 18 años que relata cómo fue cooptada por una red de prostitución cuando era menor de edad. En rigor, detalla cómo una amiga mayor de edad le prestó su documento para que pudiera encubrir su identidad.
Si bien la causa se encontró archivada desde un comienzo, el trabajo de la fundación le permitió constituirse como querellante y reabrir la causa contra Martins y sus laderos criminales.
La investigación no solo fue por la explotación sexual y trata de personas sino que también se aportó información a la causa sobre el lavado de dinero que la banda criminal de Martins realizó. Se descubrieron propiedades en diferentes localidades de la provincia de Buenos Aires, Mendoza y la Ciudad de Buenos Aires, empresas fantasmas que sirvieron como tapadera para la habilitación municipal de prostíbulos en toda la Ciudad de Buenos Aires y la creación de otras empresas más dedicadas a encubrir el dinero. Todas estas medidas tendientes a facilitar el “lavado de dinero” se realizaron durante mucho tiempo junto al abogado fallecido Carlos Salvatore quien había sido condenado por traficar toneladas de cocaína a Europa.
Entre las tantas empresas se encuentran financieras radicadas en Uruguay conformadas con capitales mexicanos y que en mayo de este año buscaron radicarse en la Argentina.
En los meses previos a que la jueza María Romilda Servini de Cubria ordene la detención, la PROTEX y la Alameda ampliaron la información ante el juzgado sobre las ultimas maniobras realizadas por “el clan Martins” para continuar con el lavado de dinero.
Luego de que la Cámara Federal confirmara el pedido de detención internacional y el embargo de 10 millones de pesos que pesa sobre Martins, la INTERPOL emitió una alerta roja sobre él y la detención no se hizo esperar demasiado. En este momento la justicia argentina solo aguarda que un juez de la capital mexicana se decida a firmar la extradición del mafioso Martins, al que en otros tiempos políticos el país azteca decidió entregarle la ciudadanía al proxeneta, y hoy complica su traslado a nuestro país para responder por décadas de explotación sexual de mujeres y niños al amparo del poder.
*Gustavo Vera es dirigente de La Alameda y la Multisectorial 21F, ex legislador porteño.