La “Deconstrucción” del Peronismo. Corrección política, agendas globales y minorías. Por Cristian Taborda

La “deconstrucción” del peronismo. Corrección política, agendas globales y minorías.
Por Cristian Taborda

“La primera libertad que debemos conquistar es la de decir la verdad,
porque, como consecuencia de vivir un clima de falsedad permanente, nada
puede construirse sobre bases firmes y duraderas”.
-Juan Domingo Perón. (1) (*)

Durante algunas semanas este portal ha subido una serie de artículos de Adriano Erriguel con el título “Deconstrucción de la izquierda posmoderna” donde se hace una descripción de la transformación de la izquierda que abandonó la revolución y al proletariado por un sin fin de causas y “derechos” individuales consecuentes con el capitalismo financiero y los dictados del poder global, como la agenda de minorías, la cuestión de género, el feminismo, etc. Todas demandas que no afectan en lo más mínimo al poder ni trae mejoras para los trabajadores, sino todo lo contrario. Lamentablemente este suceso no sólo es correspondiente a la izquierda.

Es sabido que en Argentina la izquierda nunca tuvo trascendencia ni gravitación electoral, quedando reducida su expresión política al trotskismo universitario, ya que los trabajadores vieron mejoras y reivindicados sus derechos con el peronismo, en él se vieron representados y tuvieron poder real, el peronismo era el gobierno de los trabajadores. La transformación que describe Erriguel no sólo sucedió en la izquierda sino que también se ajusta a movimientos de tercera posición como el Justicialista que han realizado un proceso similar. Trataremos de hacer una breve descripción del proceso de “deconstrucción” del peronismo, que ha pasado de ser un movimiento de liberación nacional a un instrumento del poder transnacional: La transformación a un peronismo políticamente correcto, que incorpora las agendas globales y hoy ha tomado a las minorías como nuevo “sujeto político”.

La imposición de los anti valores

“Cosas que conocen todos
Pero que nadie cantó”.
-Martin Fierro (2)

La legalización del aborto ha sido la victoria del progresismo ante los principios y valores del peronismo, los de una filosofía de la vida profundamente humanista y cristiana. La ideología de género y el relativismo de los valores, ha destruido con mayor fuerza al peronismo que cualquier otra ideología adoptada por este, desde la ideología librecambista en lo económico o la ideología de los derechos humanos en lo sociocultural, y ha sido la más dañina porque va directo al corazón de su doctrina, atacando la familia, la vida y la cultura.

La ideología de género ha consumado una colonización pedagógica jamás vista, adoptada prácticamente por toda la dirigencia política y por gran parte de militantes políticos. La deconstrucción del peronismo implica la destrucción de una gran parte de la cultura nacional. Si algo resguardaba el peronismo era ser aún la expresión política que representaba el arraigo en la cultura popular y los valores nacionales de una Argentina Federal. El porteño-centrismo y el cosmopolitismo de Puerto Madero han dañado fuertemente, al punto de dejarlo al borde de la ruptura, un lazo histórico cultural que unió al pueblo con el peronismo. Los intereses transnacionales representados por la clase política portuaria, corrupta, atea y de vanguardia se impusieron ante los valores y la voluntad de un pueblo noble, creyente y trabajador.

¿Pero cómo sucedió que un movimiento que luchó y promovió una cultura de la vida, defendiendo los derechos del niño por nacer y de la ancianidad hoy legisle todo lo contrario? ¿En qué momento se deja de dar valor al trabajo, los niños y jubilados por la asistencia social y las minorías histéricas? ¿Cómo fue que los sindicatos, con un modelo sindical ejemplo a nivel mundial y reconocidos por la lucha en defensa del trabajo, se vieron desplazados por movimientos sociales anti trabajo, clientelistas y parasitarios? ¿cómo se abrió paso del “nacionalismo cultural” a las agendas globales y el cosmopolitismo liberal? ¿Cómo es que el peronismo pasó de buscar el bien común, a ver el poder como un fin en sí mismo, olvidando la máxima de que la política es un medio para un fin social? De una alternativa superadora al comunismo y el capitalismo a formar parte de la “internacional progresista”. De la rebeldía a la corrección política. Son algunas de las tantas preguntas que dentro del peronismo prefieren no hacerse y seguir con una lógica que lo lleva a la agonía y a la destrucción, siendo apenas la banda soporte del progresismo.

La ideologización de un peronismo sin ideología

“El fin de una cosa cualquiera
no puede ser su
propia conservación”.
-Tomás de Aquino (**)

Hagamos un breve recorrido histórico. Se han volcado ríos de tinta sobre en qué momento comenzó esta deformación bajo el nombre de “entrismo” o “infiltración” y demás, durante la década del ’70, varios son los libros y autores que hablan de la infiltración marxista y el terrorismo que se ejerció contra un gobierno democrático, y no sólo de una creación deliberada, bajo influencia extranjera, de un ala izquierda sino también de un ala derecha. Podríamos aventurar que el primer intento de “deconstrucción” (destrucción) del peronismo, desde sus propias filas, comienza con Montoneros. Pero no es nuestro objetivo aquí hacer revisionismo histórico, nuestro recorrido comenzará en los ’90, que dará comienzo al peronismo sin Perón, pos Perón, o al “pos peronismo”, donde comienza la degradación ética y cultural seguida a la destrucción económica comenzada por la dictadura y continuada por el radicalismo. La reducción del peronismo a un partido y la aceptación de la democracia liberal. En la cual tenía que adecuar sus ideas (o “aggiornar” como le dicen hoy en dia), como ya lo advertía el dictador Videla: “tal cual estaba organizado, el peronismo no tendría cabida en una eventual democracia”. (3)

Con el menemismo se produce la adopción “pragmática” del peronismo a la ideología economicista del absolutismo del mercado y el individualismo libertino donde se anuló todo pensamiento político y sentido de comunidad por el pensamiento económico y el individualismo liberal bajo el programa del “Consenso de Washington” y la teoría monetarista, a la decadencia material alfonsinista ahora se le sumaba el travestismo político del peronismo, el movimiento que representaba a los trabajadores se convertía en el de los banqueros. Las consecuencias de ese viraje se verán reflejadas en el estallido social del 2001 y el alejamiento de la sociedad con la política.

También ha sido analizado arduamente esta etapa “neoliberal” por la intelligentzia, no así del mismo modo, fue, ni es, analizada su ala izquierda, el progresismo. Tras la debacle de los ’90 y el descontento popular que generaron las políticas de valorización financiera en el mundo, el capitalismo financiero, encontró una nueva máscara, un nuevo rostro más amable con el cual mostrarse mediante el progresismo, a través de la promoción de políticas de “género” y de “derechos humanos”, lógicamente, en su instinto de supervivencia, el peronismo no dudo nuevamente en “adaptarse a los cambios” (o “aggiornarse”, como le llama ahora la policía del pensamiento a la colonización mental). En Argentina, como contrapunto a la década menemista durante la primera década del 2000 se adoptó la ideología de los derechos humanos, y la agenda de género durante los últimos años como ejes de la “batalla cultural” mentada por la nueva izquierda global.

El perro del poder y la rabia progresista

“¿Hay que decirlo?. Pues se dice”.
-Kierkegaard (***)

El progresismo ha creado una cultura de la censura, de la cancelación, donde hay cosas que están prohibidas decir y si alguien las dice el totalitarismo progre lo cancela o exige el arrepentimiento como rendición. Unas de esas cosas que no se pueden cuestionar sin que al perro se le salga la rabia progresista de la boca es la ideología de género y los derechos humanos. Inmaculados para la clase política.

El peronismo hizo de los DD.HH. una ideología, la cual ha tomado como propia. ¿Pero de dónde surge y se promueven estas “causas nobles” como la de los derechos humanos? Paradójicamente ha sido, y es promovida, por los EE.UU., en primer momento durante la presidencia de Carter, bajo la influencia de Brzezinski, primer director de la Comisión Trilateral, creada por David Rockefeller. Y hoy bajo ONG ‘s con sede en Nueva York como Human Right Watchs o Amnisty Internacional, con sede en Londres, pero la ultima mayor exponente de los “Derechos Humanos” ha sido Hillary Clinton (la misma que apoyó la invasión a Irak, bombardeos en Siria y Libia, etc) quien, gracias al lobby de las distintas fundaciones y estas ONGs globales, ha llevado a la Organización de Naciones Unidas (ONU) a considerar los reclamos del colectivo LGTB y feminista, en este último sobre todo las prácticas abortivas, como “derechos humanos”. (4)

Lejos están hoy los organismos de DD.HH. de defender los derechos humanos, empezando por la vida o la libertad. En Argentina el caso paradigmático de estos organismos ideológicos parasitarios es el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) comandado por Horacio Verbitzky, “el perro del poder”, que funciona como un Think Tank que se encarga de difundir ideología de género y garantismo. Curiosamente financiado el CELS por la Fundación Ford, Planned Parenthood y la Open Society Foundation, entre otros (5). ¿Casualidad o causalidad? Verbitsky además de tener influencia directa sobre los medios hegemónicos de radio, Tv y diarios, ha sido un articulador del Frente de Todos y es el principal promotor de la agenda del Partido Demócrata en Argentina. Curiosamente quienes dicen oponerse al imperialismo son financiados desde allí, recibiendo fondos, y además promoviendo la agenda global del establishment norteamericano, replicada en sus afines medios hegemónicos.

Durante casi dos décadas el peronismo apañó dos monstruos que ahora se lo devoran: el feminismo con la ideología de género y los movimientos sociales con el asistencialismo. Por un lado la “deconstrucción” de la ética y cultura del pueblo y por el otro la destrucción del valor del trabajo. El “Movimiento Evita” es quizá el símbolo, la síntesis perfecta de la degradación del peronismo, de un movimiento que pasó de dignificar a los trabajadores a administrar la pobreza con gerentes como Grabois, Pérsico o Navarro, los máximos exponentes de los movimientos sociales, que viven de los pobres y de las políticas que llevan a la Argentina a la miseria. ¿A alguien se le podría ocurrir que Eva Perón repartiera el “derrame” del Estado o migajas para garantizar la “estabilidad social”? La sustitución del sindicalismo por los “movimientos sociales” es el paso de lo sublime a lo ridículo.

Deconstrucción o barbarie.

“La furia de la destrucción”.
-Hegel (6)

Este “deconstruccionismo” no es otra cosa que un obrar negativo, utilizando palabras de Hegel, un enmascaramiento de la destrucción de nuestra cultura, una cultura de la vida, del trabajo y de fe. La deconstrucción consiste en eliminar la verdad para instalar la mentira, destruir la realidad para imponer la ideología. La deconstrucción es destrucción, la imposición de la anti cultura, para la izquierda posmoderna deconstruirse es civilizarse. “Deconstrucción o barbarie” claman los nuevos sarmientinos. La deconstrucción es el opio de los progres.

Vale decir que hoy el concepto “deconstrucción” es un neologismo utilizado por el feminismo inspirado en la filosofía de Judith Butler, en una degeneración del concepto “destruktion” utilizado por el filósofo más importante del Siglo XX, Martín Heidegger. En su estudio sobre el Ser el filósofo alemán hacía uso del término en un sentido ontológico en relación a la destrucción de la metafísica, de los conceptos de la metafísica a lo largo de la historia, “del lenguaje de la metafísica” ese es el único sentido aceptable de la expresión como señala Hans Gadamer (7). Luego el filósofo francés Jacques Derrida lo tomará para su estudio de la escritura en “De La Gramatología” donde realiza una crítica a la organización del pensamiento occidental y su “logocentrismo” marcando la diferencia entre el habla y la escritura hace énfasis en “deconstruir” esa oposición, proponiendo como estrategia la deconstrucción del texto.

La filósofa feminista Butler hará de la “deconstrucción” el núcleo de la “Teoría Queer”, ahora, aunque parezca delirante, la deconstrucción ya no será aplicada al texto y la escritura como una estrategia gramatical si no como un método para deconstruir a los cuerpos, para “deshacer al género”, para una “subversión cultural”, ya no importará la cuestión biológica sino la construcción social y la “imposición cultural”. Dice Butler: “Quizá esta construcción llamada ‘sexo’ esté tan culturalmente construida como el género; de hecho, tal vez siempre fue género, con la consecuencia de que la distinción entre sexo y género no existe como tal” (8). Para el feminismo el sexo es una “construcción cultural”. Este delirio, y la furia contra la biología o el “determinismo biológico” como le llaman, es el mantra feminista y la ideología a la que el progre-peronismo en su corrección política se subyuga y acepta con silencio cómplice, con argumentos anticientificos, alejados totalmente de lo real y del sentido común en esta colonización ideológica el “poder de convicción reside exclusivamente en el de la propaganda” tal como explicaba Jauretche (9).

Así como el soporte económico del progresismo viene de Reino Unido y los grandes especuladores financieros, el soporte ideológico proviene de EE.UU. de la mano de Butler y de los intelectuales del establishment, o la intelligentzia Argentina radicada en Europa, como los Laclau en su momento o los Aleman hoy día.

La revolución burguesa, de las minorías para las minorías. Al socialismo burgués.

“La socialdemocracia… ala izquierda de la burguesía”
-A. Gramsci (10)

El reemplazo de los trabajadores como “sujeto político” por las minorías se postula bajo los presupuestos teóricos de Ernesto Laclau (11) el intelectual orgánico del kirchnerismo, asesor de influencia en el gobierno de Cristina Fernández. El filósofo marxista ante la imposibilidad de llevar adelante la lucha de clases tras la debacle socialista reconvertirá la táctica bajo la forma de antagonismo social, dos polos que se enfrentan dentro de la sociedad, opresores y oprimidos.

La estrategia socialista para la construcción de hegemonía, lejos de la unidad nacional, se inspira en el antagonismo entre los polos, que divide la sociedad, necesario para una “democracia radical”. Y acá el punto importante, el pueblo para la teoría populista de Laclau no es algo concreto, no existe el pueblo, el pueblo se construye (12), es un “significante vacío” (13), no es resultado de la historia con valores, costumbres y una cultura compartida a lo largo del tiempo, carece de una ontología, para Laclau el pueblo no tiene un Ser, acá no trata de un pueblo vinculado a la nación, la patria o las tradiciones, es un pueblo sin raíces, desarraigado, es una construcción social, o como mejor lo define Chantal Mouffe una narrativa, una construcción discursiva (14). Esta construcción se produce a través de la articulación de demandas en una “cadena de equivalencias” con un “significante vacío”, en castellano, asociando las diferentes demandas de distintos grupos tras una misma causa. Estos grupos para el posmarxismo van a ser las minorías raciales, LGTB, ecologistas, feministas, etc.

El peronismo es ese significante vacío, no tiene significado según la teoría de Laclau y así puede ser llenado según las demandas del momento hasta con un contenido que está en sus antípodas. Como la sociedad es líquida, los intereses y los valores cambian, no son permanentes, según este “pensamiento débil” de la izquierda posmoderna, la deconstrucción encuentra su justificación en el progreso constante. Esto es algo que ha realizado a la perfección el progresismo, resignificar el peronismo y hacer una apropiación cultural de sus símbolos. Por ello la importancia de su batalla cultural, ya que su construcción pasa por lo simbólico y no por la racionalidad de la realidad sino por la imposición de la ideología.

El “pueblo”, para la izquierda posmarxista son las minorías que tienen como enemigos a sus opresores, los hombres, los blancos, los heterosexuales, quienes comen carne, todo aquel que no acepte su artificiosa construcción narrativa de “pueblo” y su discurso hegemónico. (15)

Así pasa la democracia a ser entonces una democracia de minorías. Alejada de ser el “poder del pueblo”. Lejos quedó la idea del imperio de las mayorías en los gobiernos democráticos, estos hoy se han convertido en democracias de minorías y el imperio de estas en absoluto, conteniendo una nueva forma de tiranía. La esencia de la Democracia, según Tocqueville (16), radica en el imperio moral de las mayorías hoy bien podría denunciar el peligro de la omnipresencia de las minorías, algo que con claridad vemos, entonces si gobiernan las minorías sin respetar a la mayoría no hay democracia alguna, escondiéndose así el ejercicio del poder de las minorías bajo una partidocracia, una puesta en escena.

La “revolución cultural” avanza con éxito y ha penetrado en todo el arco político, sin oposición a la agenda de género prácticamente. Debe ser la primera vez en la historia que los “oprimidos” cuentan con el apoyo del capital financiero y tienen a su lado el “aparato represivo e ideológico del Estado”, donde desde los medios de comunicación y universidades crean el consenso y con las fuerzas de seguridad y la justicia (con “perspectiva de género”) la coerción, el punitivismo. Sólo desde el normativismo pueden imponer sus ideas ajenas a la ética del pueblo. Una “revolución” hecha desde arriba, de las minorías para las minorías.

Pero la revolución cultural es sólo una instancia de una revolución antropológica que tiene como fin un nuevo hombre, un siervo alienado no a la tierra sino al capital. Sin Dios, sin tierra, sin trabajo, sin identidad. Si como planteaba Hegel, en la “Fenomenología del Espíritu”, solamente a través del trabajo la conciencia libre se descubre, reconoce el Ser, al eliminar el trabajo, los “Señores” de las finanzas eliminan nuestra libertad. Es el no reconocimiento de la voluntad, de la condición humana, la esclavitud al Dinero con mayúscula como dice De Prada. Un sistema neofeudal que destruye el trabajo y la libertad, para servir al Dinero.

Del “fin de la historia” al “The Great Reset”. El giro a la izquierda global.

“Estos son mis principios, si no les gustan tengo otros”.
-Groucho Marx

Durante finales del siglo pasado se impuso la idea de un final de la historia, el último gran relato, resabio de la modernidad. Con la caída del muro de Berlín y el fin del comunismo, la ideología globalizadora se vuelve dominante, en su primera etapa de “globalización neoliberal”, hoy “globalismo progresista”, bajo los slogans de construir una sociedad más “inclusiva” e “igualitaria” según el discurso hegemónico.

Si en los noventa el capitalismo era de derecha, neoliberal y privatista bajo las premisas del “Consenso de Washington”, valorizando la empresa privada, comandado por EE.UU., hoy treinta años después ha mutado, ha pasado a ser un “Alter-capitalismo”, un capitalismo de izquierda, progresista y estatista bajo las premisas de la “Agenda 2030” de Naciones Unidas y sus “17 Objetivos para el Desarrollo Sostenible” (ODS) del “consenso progresista”, valorizando la acción del Estado en todo orden de la vida, un capitalismo de Estado cuyo modelo es comandado por China.

El capitalismo, el Dinero y el poder no tienen principios ideológicos. Los que hoy dicen combatir a una “derecha neoliberal” se pelean con un fantasma, son los mejores defensores de un capitalismo financiero que se ha vuelto de izquierda. El capitalismo hoy bien podría ser definido como un “socialismo burgués”(17). Estados en función de intereses privados. Gobiernos gerenciales que abandonan la política para centrarse en la “policía”, como definía Schmitt, la mera administración (18).

Laclau el pensador más influyente del posmarxismo en términos políticos y el cerebro de la “nueva izquierda” en Argentina, durante largo tiempo planteó como mencionamos más arriba la idea de “Democracia radical” sin cuestionamientos, y ya nos enseñaba Aristóteles que “de la democracia radical y la oligarquía extrema surge la TIRANÍA” (19). De la democracia radical y su igualitarismo, como de la concentración de riqueza en una oligarquía política global no cabe esperar otra cosa que la radicalización de esas minorías a una tiranía global que ya no reconoce ciudadanos sino esclavos.

La idea de “Nueva normalidad” traída bajo la pandemia, es la destrucción del orden ético en el que se funda un pueblo, sus tradiciones y costumbres, de los valores que hacen a nuestra cultura. La normalidad con la que quiere terminar el progresismo servil a las finanzas es la norma del pueblo para instalar la anormalidad de una élite con antivalores. Para un nuevo orden técnico y científico sin límites éticos y una nueva moral, la moral del esclavo, diría Nietzsche. Las ideas centrales están puestas en un “nuevo contrato social”, la “renta básica universal”, los derechos civiles y la “diversidad” cultural, esa es la agenda del World Economic Forum (Foro Económico Mundial) de Davos, los “caballos de Troya” del mundo de las finanzas: un nuevo orden ético y moral, más flexibilización, destrucción laboral y un nuevo sujeto, nuevas identidades. Políticas financiadas por bancos y transnacionales, y promovidas como podemos ver por universidades y medios de comunicación.

Un modelo de gobernanza global inspirado en las medidas económicas del Great Reset del World Economic Forum y las políticas de la Agenda 2030 de la ONU 20. Ahora bien, ¿qué legitimidad y legalidad tienen para imponer estas medidas y políticas a las naciones soberanas? Ninguna. Los burócratas de la ONU no son elegidos por la voluntad popular y sus programas políticos no pasan por los congresos nacionales, lo mismo el grupo de multimillonarios de Davos. Son una clase global plutocrática que quieren imponer al mundo sus políticas a través de burocracias y cipayos.

El peronismo ha sido una filosofía de la vida y por lo tanto superior desde su cosmovisión y concepción política al sistema capitalista y el socialista que son modos de organizar la producción y de un pensamiento economicista antagónicos al peronismo que es netamente un pensamiento político. Por lo tanto, caer como ha caído, asumiendo primero un capitalismo de derecha (globalización neoliberal) y luego un capitalismo de izquierda (globalismo progresista), comprometiéndose sin medias tintas con las agendas internacionalistas de intereses foráneos, ha sido un grave error, cuando su superioridad constaba de su decisionismo político, de poner el capital al servicio de la economía y esta en función al interés nacional no al del Estado ni del mercado, sino al bien común.

El silencio ¿de los inocentes?. O la dictadura de la corrección política.

“A veces, el silencio es la peor mentira”.
-Unamuno

Algunos silencios son ensordecedores, como evidente la vista para otro lado ante el avance del Imperialismo cultural de género y el totalitarismo del pensamiento único que rige en nuestros días. ¿Está bien que sean prioridad políticas destinadas a una minoría mientras más de la mitad de nuestros chicos son pobres?; ¿está bien que sean prioridad las políticas promovidas por Hillary Clinton y ONGs con sede en Londres financiadas por multimillonarios?; ¿está bien que sean prioridad políticas que atentan contra la unidad de la familia y la unidad de la nación?, ¿por qué el silencio de quienes dicen tener un posicionamiento político que es contrario a todo este mal?.

Exactamente lo contrario a Perón, quien no hizo silencio, justamente no fue cómplice de una clase corrupta, no se calló. Combatió la relativización de los valores, la desmoralización y la anarquía liberal. Seguramente dando cuenta del contexto histórico hubiese sido más sencillo inclinarse por el marxismo y a Eva Perón por el feminismo apelando a la demagogia, tal cual lo hace hoy día la clase política, no lo hicieron, se opusieron al relativismo no por una cuestión de época sino por sentido patriótico en un momento donde tanto la ideología marxista como la liberal se disputaban el mundo. Seguramente hubiera sido más cómodo aceptar esas ideas foráneas y ganarse el clamor de los vendepatria y la prensa canalla. Sin embargo, combatieron esas ideologías y no se equivocaron, porque tenían una verdad histórica, interpretaron la realidad efectiva desde la razón, lo real.

El peronismo nació en oposición a todas las ideas que hoy impulsa: feminismo, igualitarismo, asistencialismo. Combatió las ideologías del poder, y el capitalismo financiero especulativo que las promueve, mediante la propaganda de sus medios. Siempre estuvo a favor de las mujeres, no de los lobbys, pregono la justicia social de todos no la “inclusión” por géneros. Fomentó una cultura de la vida y el cuidado de la familia, no políticas antinatalistas y eugenésicas de las empresas multinacionales.

La dirigencia política en general y la “peronista” en particular no discute el aborto, no habla sobre la crisis de valores, no habla sobre la política exterior, no habla sobre seguridad, ni sobre un proyecto nacional, mucho menos de crear trabajo, el debate quedó reducido a rencillas del pasado, internas politicas y al combate retórico con marginales o el troskismo y un radicalismo inexistente, ¡vaya adversarios! Riñas de politiquería a la que al pueblo le importan poco y nada,

Por otro lado, ha caído en la trampa del pensamiento económico en un debate reducido meramente al economicismo, que es netamente materialista, propio del liberalismo y el marxismo, la NO POLÍTICA, totalmente contrario al pensamiento de Perón que era un pensamiento político, no económico. El peronismo ya no discute nada, asume todo, ha sido domesticado y cayó en la más abyecta corrección política, la de callar y otorgar.

La socialdemocracia consensuada.

“La idea de consenso no es neutra sino ideológica”.
-Alberto Buela (21)

Con la partidocracia se ha establecido el magnífico negocio político de haber construido una coalición de centro izquierda y otra de centro derecha que representan el mismo interés, el del Dinero. Todo está permitido salvo disentir, todo se acuerda a cualquier precio, literalmente esos acuerdos tienen precio a valor de mercado. Sin disimulo, llevan adelante lo que el poder global manda, las mismas políticas económicas, sociales, culturales y de política exterior: endeudamiento, asistencialismo y globalismo.

Mientras simulan antagonismo, cuando sus políticas mediocres se reproducen en la alternancia, el pueblo es descartado por goteo, ya sean empresarios, pymes o trabajadores, a todos va arrojando fuera del sistema. Con los principales partidos cooptados, los sindicatos debilitados y desplazados por “movimientos sociales”, se ha creado un gran consenso. Consenso para destruir la familia, el último bastión que resiste a la destrucción y en ello trabajan mediante la ideología de género para crear por fin una sociedad de individuos, aislados y temerosos, sin lazos comunitarios. Consenso para destruir derechos sociales a cambio de caprichos individuales. Consenso para sustituir soberanía por “multilateralismo”, de tal modo que hoy las decisiones políticas las toman los organismos internacionales y los gobiernos solo las ejecutan, la política económica es la que ordena el Fondo Monetario Internacional y la política sanitaria la que dicta la Organización Mundial de la Salud.

La resistencia y la tempestad

“¡El infierno está vacío! ¡Aquí están los demonios!”
-Shakespeare

Queda claro que hoy el globalismo progresista es la ideología dominante y que la partidocracia ha creado un consenso para la administración en torno a lo cultural y lo económico, de izquierda a derecha defiende ese pensamiento posmoderno: trans nacional, trans económico y trans genero, sin patria, sin trabajo y sin identidad.

En tiempos donde se quieren destruir todos los valores comunitarios, reemplazándolos por la lógica utilitaria individualista, y de ataque permanente a la familia, los lazos de amor madre e hijo y la familia como unidad, común unión natural, hoy son la resistencia al intento de un nuevo ordenamiento social inspirado en el aislamiento y el miedo.

Durante las últimas décadas, como mencionamos antes, tras la caída del muro, los pueblos también han caído bajo el dominio absoluto de un poder global, el cual no encontró resistencia alguna, después del letargo y el adormecimiento consumista esa pasividad presagia ser la calma que antecede una tempestad.

Nos queda la esperanza y el último aliento de que como sentenció Heidegger alguna vez:

“Todo lo grande está en medio de la tempestad”.

Post scriptum: Nuestra nación camina rumbo hacia la desintegración social, por ello es obligación dar un paso hacia la construcción de la unidad nacional y recuperar el espíritu de movimiento en defensa de la justicia, la libertad y la soberanía, de la vida y los valores nacionales que hicieron grande Argentina alguna vez, con todos aquellos que tengan como principios el trabajo, nuestra cultura y la fe. Es una batalla donde no se requiere ser de partido alguno sino de la patria tal como proclamaba el designio de nuestro Brigadier General Juan Manuel de Rosas. Habrá que imponer orden y justicia para que sepan que “acá no manda la plata sino la Patria” (****).

¡Que sea una tempestad patriótica!


(*) Fiel al pensamiento de Tomás de Aquino, Perón funda su concepción de la libertad en base a la razón y la verdad. “La raíz de la libertad se encuentra en la razón. No hay libertad sino en la verdad”. DE AQUINO, Tomás. De veritate, q. 24, a. 2, in c.: «totius libertatis radix est in ratione constituta».

(**) Siguiendo el pensamiento de Tomás de Aquino. “Gobernar consiste en conducir lo que es gobernado a su debido fin”. DE AQUINO, Tomás. La monarquía, pp. 69-70, Madrid, Tecnos, 1989

Y en el plano filosófico: “el fin de la intención, que es la causa final (…) Es necesario, que toda voluntad tenga algún fin que quiera por naturaleza, y cuyo contrario no pueda querer; por ejemplo, el hombre naturalmente quiere la felicidad por necesidad y no puede querer la infelicidad”. DE AQUINO, Tomás. De Potentia Dei, cuestiones 1 y 2. La potencia de Dios considerada en sí misma. La potencia generativa en la divinidad. Universidad de Navarra, 2001.

(***) “Literalmente, no podía callar. Incluso su equilibrio mental dependía de su trabajo intelectual. Callarse era literalmente suicidio; y el peor de todos. “¿Hay que decirlo? Pues se dice”: fue el título de su último panfleto consistente en 10 artículos acerca de la religión y la iglesia luterana, que a lo que se puede saber le costaron la vida”. CASTELLANI, Leonardo. Cristo y los Fariseos. www.alexandriae.org

(****) “-Eijo son ingle, señor. Fajo mandan aquí. Eyo tienen plata señor. Algún día saldrá un argentino en esta tierra capaz de decir: “Aquí no manda la plata sino la patria”. Pero primero habrá que hacerle decir a la patria (y eso es lo difícil): Aquí manda Dios. Los toreros de España (vieja Patria Grande querida) cuando están delante del toro llaman a ese momento la hora de la verdad. La República Argentina está en su hora de la verdad. Sólo la verdad puede hacerla salva”. CASTELLANI, Leonardo. Decíamos ayer… Buenos Aires: Editorial Sudestada, 1968.

Bibliografía:

1 PERÓN, Juan D. Política y estrategia. No ataco, critico. Buenos Aires: Pleamar, 1973.

2 HERNÁNDEZ, José. Martín Fierro. Buenos Aires: Gradifco, 2007.

3 Ver: https://m.youtube.com/watch?v=1CHnHsPfDM0

https://m.perfil.com/noticias/politica/videla-queriamos-disciplinar-al-peronismo-20131106-0012.phtml?rd=1

4 KUBY, Gabriele. La Revolución Sexual Global. La destrucción de la libertad en nombre de la libertad. Madrid: Didaskalos, 2017.

Ver: https://www.infobae.com/2009/04/23/444039-hillary-clinton-defendio-el-derecho-al-aborto/

5 Ver: https://www.cels.org.ar/web/organizacion/financiamiento/

6 HEGEL, G. W. F. Fenomenología del espíritu. México, FCE 1987

7 GADAMER, Hans-Georg. Olasagasti, Manuel (trad.). Destruktion y deconstrucción. Universidad Autónoma de Madrid, 1998

8 BUTLER, J. El género en disputa. El feminismo y la subversión de la identidad. México: Paidós, 2001.

9 JAURETCHE, Arturo. La colonización pedagógica: (La yapa). Buenos Aires: UNIPE, 2020.

10 GRAMSCI, Antonio. La situación italiana y las tareas del P.C.I. Escrito: Enero de 1926. “El mismo pesimismo y la misma desviación conducen a interpretar de manera errónea la naturaleza y la función histórica de los partidos social-demócratas en el momento actual, a olvidar que la socialdemocracia, si bien tiene aún su base social, en gran parte, en el proletariado, por lo que respecta a su ideología y la función política que cumple debe considerarse no como una ala derecha del movimiento obrero, sino como una ala izquierda de la burguesía y como tal debe ser desenmascarada ante las masas”.

11 LACLAU, Ernesto. La Razón Populista. F.C.E: México, 2005.

12 LACLAU, Ernesto. “Por qué construir un pueblo es la tarea principal de la política radical”, Cuadernos del Cendes. Visto en http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=40306202

13 LACLAU, Ernesto. ¿Por qué los significantes vacíos son importantes para la política?
en Emancipación y Diferencia. Buenos Aires: Ariel, 1996.

14 “se trata siempre de la cons-trucción de una identidad social —de una posición sobredeterminada
de sujeto— sobre la base de la equivalencia entre un conjunto de elementos o valores que expulsan y exteriorizan aquellos otros a los que se oponen. Nuevamente, nos encontramos con la división del espacio social”. LACLAU, E. y MOUFFE, Ch. Hegemonía y estrategia socialista. Hacia una radicalización de la democracia, Buenos Aires: F.C.E.

Ver: https://www.pagina12.com.ar/157798-la-unica-manera-es-desarrollar-un-populismo-de-izquierda

15 MOUFFE, Chantal, Por un populismo de izquierda, trad. S. Laclau, Buenos Aires, Siglo XXI, 2018.

16 TOCQUEVILLE, Alexis. La Democracia en América. México: F.C.E, Ter. ed, 2019.

17 MARX, Karl. La Lucha de Clases en Francia de 1848 a 1850 en Carlos Marx. México: Ocean Sur, 2010.

18 “Es sabido que la fórmula “paz, seguridad y orden” sirvió como definición de la policía. En el interior de un Estado así, realmente ya sólo hubo policía y no política; a menos que se quiera denominar política a las intrigas cortesanas, a la rivalidades, a las frondas, a los intentos de rebelión de los malcontentos y, en suma, a las “interferencias”. SCHMITT, Carl. El Concepto de lo Político. Madrid: Alianza Editorial, 2009.

20 Ver: https://www.geopolitica.ru/es/article/el-nuevo-consenso-de-washington-davos-y-la-agenda-2030

21 “El consenso está estrechamente vinculado a la idea de tolerancia liberal, aquella que introduce la idea de disimulo, de simulacro en la política, pues la tolerancia hoy, no es otra cosa que la disimulada demora en la negación del otro”. BUELA, Alberto. Teoría del Disenso en Revista Internacional de Filosofía Iberoamericana y Teoría Social. CESA – FCES – Universidad del Zulia. Maracaibo-Venezuela, 2004.

 

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