Por Alfredo Jalife-Rahme
En una temeraria entrevista con Jennifer Palmieri para The Circus de HBO, la polémica y perdedora candidata presidencial del Partido Demócrata Hillary Clinton afirmó que el 3 de noviembre el presidente Trump podría tener una “ventaja” apretada en el Colegio Electoral (http://dailym.ai/3guaOBB)”.
Jennifer Palmieri fue la anterior directora de comunicaciones de la misma Hillary, por lo que su declaración toma mayor relevancia.
Se recuerda que en EE.UU. se puede ganar el voto popular–como sucedió con Al Gore y Hillary Clinton–y perder la presidencia en el Colegio Electoral (de un total de 538 votos), donde cada Estado del total de 50 ostenta un número específico de votos, de acuerdo con el censo de cada 10 años que se celebra en EEUU.
Hillary Clinton advirtió sin tapujos que “Joe Biden no deberá conceder en ninguna circunstancia porque yo pienso que el conteo se alargará y eventualmente creo que ganará” para rematar que “Joe Biden y Kamala Harris pueden ganar por 3 millones de votos y así todavía perder la elección”.
Hillary hizo referencia al problemático voto por correo mediante el US Postal Service (USPS) cuyo conteo puede tomar mucho tiempo.
Acabo de hacer referencia al polémico voto mediante el USPS “La elección se antoja muy reñida, conflictiva y fraudulenta, cuando Trump ha puesto en tela de juicio el sufragio de 51 millones de votos mediante el polémico cuan anacrónico correo USPS, carente de vigilancia: desde la transmisión hasta la recepción de la boleta, no se diga su reenvío y su conteo (https://bit.ly/3gtJp2N)”.
Por su parte, el presidente Trump advirtió de que los Demócratas “usan el Covid para robar la elección” por lo que insisten mucho en el voto por correo que tampoco le satisface ya que considera que será motivo de fraude.
A dos meses de la elección ambos partidos la impugnan antes de celebrarse y se acusan mutuamente de querer hacer fraude y robarse el resultado que será muy difícil tener la misma noche de la elección debido a los 51 millones de votos por correo que también pueden ser impugnados por un ejército de abogados que defienda a Trump.
Los 2 partidos han reunido “brigadas de abogados”—en reminiscencia de lo que sucedió en Florida en la batalla de Al Gore y Baby Bush—para preparar batallas legales en la Corte de cada Estado que lo requiera.
El mismo Trump ha declarado que el conteo puede ser muy largo, por lo que cabría la posibilidad de que, sin un triunfador visible el día de la toma de posesión presidencial el 20 de enero, la lideresa demócrata de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi podría ser ungida como presidenta interina.
Es increíble que en 2020 se decida la elección no por los votos sino mediante una “operación legal masiva” en los tribunales.
Nadie lo dice, pero también cabe la nada descabellada probabilidad, en un escenario de discordia irreconciliable de tirios y troyanos, de que el ejército tome las riendas del poder.
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