Macri llegó al gobierno hablando de la necesidad de la “independencia del Poder Judicial”, a poco de asumir en su cargo intentó designar a dos ministros de la Corte Suprema por decreto. Frente al escándalo que se generó tuvo que recurrir a la vía legal de designación, a través del Senado.
Ahora, en medio de la discusión por el bochornoso 2×1 de la Corte Suprema, Macri volvió a recurrir al uso de un decreto para designar a un juez amigo, Carlos Mahiques, ex ministro de Justicia de María Eugenia Vidal, en nada menos que el máximo tribunal penal del país, la Cámara Federal de Casación Penal, que tendrá que decidir en causas sensibles para el gobierno macrista, como el caso Odebrecht o para la oposición, como las que afectan a Cristina Fernández de Kirchner.
La designación se realizó a pesar de que cinco de los ocho miembros de la Cámara se oponían a la misma, ya que, entre otros motivos, el ex ministro de Justicia de Vidal, Carlos Mahiques no cumple con los requisitos reglamentarios y es designado sin concurso de oposición y antecedentes.