El gobierno argentino aprobó una suba del 9% en las tarifas eléctricas, primer aumento de los dos pautados para este año 2021, levantando el congelamiento de las tarifas eléctricas que estaba vigente desde diciembre de 2019 y luego prorrogado por la pandemia. El incremento, que comenzará a regir en mayo, se dispuso al mismo tiempo que se decidió solicitarle la renuncia al subsecretario de Energía Eléctrica, Federico Basualdo, lo que fue desmentido a las pocas horas.
El, hasta el momento, subsecretario fue acusado de de “incompetencia”, por no desarrollar un esquema segmentado para salir del congelamiento de forma ordenada, tomando en cuenta los costos, los subsidios y su impacto.
El subsecretario de Energía, Federico Basualdo, una figura cercana al Instituto Patria, buscaba limitar los incrementos, en contradicción con el ministerio de Economía, conducido por Martín Guzmán, que reclamaba ajustar las tarifas para frenar los subsidios en el área.
La decisión se tomó tras una serie de reuniones entre Alberto, Guzmán y Santiago Cafiero. Horas más tarde, desde sectores cercanos a Basualdo salieron a negar su renuncia: “Nunca existió el pedido de renuncia a Federico Basualdo”.
El aumento de tarifas se da en el contexto de una inflación anual proyectada para 2021 entre el 40 y el 50%, subas del salario mínimo del 35% en 7 cuotas y una discusión con Edenor y Edesur, empresas que rechazan renunciar a su reclamo ante tribunales internacionales por $ 60.000 millones, ingresos que habrían “dejado de percibir” en los últimos dos años por el congelamiento de las tarifas.
Cabe recordar que las empresas del rubro venían de beneficiarse, durante los cuatro años de la administración nacional de Mauricio Macri, con aumentos tarifarios de entre el 600% y el 3000%. Solo en 2018, Edenor y Edesur reportaron ganancias por $3700 millones de pesos.