Gerardo Morales detrás del millonario proyecto de la mayor plantación de marihuana del mundo, en sociedad con EEUU

A partir de enero comenzará el megaemprendimiento millonario conjunto de la empresa Cannabis Avatãra Sociedad del Estado (Cannava S.E.), presidida por Gastón Morales, el hijo del gobernador de Cambiemos, Gerardo Morales, y la empresa norteamericana Grean Leaf Farms Jujuy, subsidiaria de Player’s Network. Se tratará del mayor cultivo de cannabis del mundo. La tierra que se ha asignado para la joint venture es de 14.000 hectáreas de la estancia estatal conocida como “El Pongo”, a 30 kilómetros de la capital de Jujuy. Para que se tenga una dimensión de la extensión: será 1000 veces más grande que la mayor granja legal de marihuana en los Estados Unidos. Durante la etapa piloto el cultivo será para “fines medicinales” pero se descuenta que con una futura legalización del consumo con fines recreativos el proyecto se reconvierta dado el millonario negocio que representa.

Según Gastón Morales: “se va desarrollando hora a hora, día a día. Ahora estamos con este gran paso que es la firma de un convenio comercial estratégico con Green Leaf Farms para avanzar con el plan piloto de cultivo en finca El Pongo (…) Estamos superando las últimas etapas de la aprobación del protocolo de seguridad que requiere la aprobación del Ministerio de Seguridad de Nación y con eso ya tenemos la aprobación definitiva de Ministerio de Salud de Nación y a partir de ahí se nos otorga el permiso para la importación de este primer lote de semillas, que como decía, van a ser entre 20 y 30 variedades distintas para ver la adaptación y empezar en enero el plan de cultivo piloto”.

Los planes incluyen contar con la primera cosecha de la prueba piloto este mismo año: “lo que queremos es iniciar en enero y aprovechar los meses de crecimiento vegetativo de la planta para que, entre mayo y junio, tener la primera cosecha”, afirma Gastón Morales.

El gobernador de Cambiemos viajó durante 2018 a los Estados Unidos buscando inversiones, de donde volvió con la financiación para reconvertir su provincia en productora de marihuana. Ya en noviembre logró el aval del Gobierno Nacional, mediante un convenio firmado con el ministro de Salud, Adolfo Rubinstein, y solo resta la autorización del Ministerio de Seguridad, conducido por Patricia Bullrich. Siendo que cuenta con el apoyo de Mauricio Macri, los trámites burocráticos faltantes se dan por descontados.

 

“Hablé de este proyecto con el Presidente de la Nación; tiene el aval del Gobierno. Este acuerdo nos va a disparar pasos que va a haber que recorrer, pasos que no se han recorrido todavía en el país en cuanto a la producción, exportación, importación, comercialización”, señaló Morales durante el acto de firma, y agregó que se trata de “algo nuevo que tiene que ver con la salud de las personas prioritariamente, y con un segundo objetivo que tiene que ver con la posibilidad de la diversificación productiva”. La legalización de la marihuana con fines medicinales en la Argentina, se aprobó por ley en marzo de 2017 y Macri la reglamentó en septiembre del mismo año.

 
Mark Bradley, CEO de Player’s Network, en Jujuy explicando las incomparables condiciones climáticas. El convenio secreto firmado habla de un 70% de las ganancias para la empresa y un 30% para el Estado. Además contempla la futura producción de cigarrillos de marihuana, algo que por ahora, en la Argentina, es ilegal.

Gerardo Morales busca ahora convencer a los productores tabacaleros para reconvertirse. Frente al retroceso del negocio del cigarrillo tradicional, el cultivo de marihuana se presenta como una oportunidad millonaria: “Tiene cuatro veces más rentabilidad”, resaltó el gobernador.

La prueba piloto de 20 hectáreas es solo una primera fase que buscará extenderse pronto a las 500 ha para finalmente avanzar hacia las 14.000 ha de la estancia concedida a Player’s Network, a medida que se incremente la demanda. “Este desafío que hemos emprendido con Green Leaf Farms va a tener un gran impacto en Argentina y en toda la región”, destacó el gobernador.

Pero para convertirse en el principal productor de cannabis del mundo y avanzar del “cannabis medicinal” al “cannabis recreativo” para consumo nacional e internacional, requerirá de avanzar con los proyectos de legalización de la marihuana, siguiendo el experimento social que se realizó en Uruguay, luego de que el ex presidente Mujica se entrevistara en septiembre de 2013 con el magnate George Soros, uno de los principales promotores a nivel mundial de esa causa que pasa por “progresista”.

La legalización para consumo recreativo responde también a un negocio multimillonario en el que ya corporaciones como Marlboro han posado sus ojos (la campaña para su legalización “con fines medicinales” no parece ser más que una estrategia para su introducción, cual Caballo de Troya). La gigante del tabaco ya invirtió U$S 2.400 millones de dólares en la adquisición de la firma canadiense especializada Cronos Group (Canadá legalizó el consumo recreativo en 2018 y EEUU ya cuenta con 8 Estados en los que es legal: California, Colorado, Alaska, Maine, Oregon, Nevada, Massachussets y Washington). Incluso durante estos últimos años se discutió la posible participación de Monsanto en la producción de variedades transgénicas, algo que por el momento ha sido desmentido.

En la Argentina, varios proyectos, auspiciados por la Open Society Foundations, serán parte de un futuro debate que seguramente dividirá a los argentinos, dados los daños cerebrales que su consumo sostenido produce, con manifestaciones que van desde la esquizofrenia a la pérdida de memoria y graves problemas de atención, derivados de daños en la llamada ‘corteza orbitofrontal’: el lóbulo frontal del cerebro relacionado con el procesamiento cognitivo en la toma de decisiones (cualquier parecido con el “soma” de la novela distópica “Un Mundo Feliz” de Aldous Huxley no es mera coincidencia). Cuando alguno de esos proyectos se aprueben (seguramente bajo argumentos de “salud pública y reducción de daños” y “derechos individuales”) tanto el experimento social de Uruguay como los cultivos pilotos en Jujuy ya estarán lo suficientemente avanzados como para convertir a la  Argentina en uno de los principales proveedores de marihuana del mundo, dadas sus especiales condiciones para el cultivo, como explicó el propio Mark Bradley.