Denunciaron al juez de la Corte Suprema cercano a Mauricio Macri, Carlos Rosenkrantz, por ser el artífice de la quiebra fraudulenta de una empresa para beneficiar a McDonald’s (Arcos Dorados S.A.) en perjuicio del Estado Argentino por más de $20 millones de pesos.
Rosenkrantz, como abogado de Arcos Dorados, y según la denuncia presentada por Fernando Míguez, habría elaborado para la empresa Operadora de la Costa S.A. (que contaba con la franquicia de McDonald’s en dos localidades de la costa bonaerense) un mecanismo en el que “los Dueños de Operadora de la Costa y Arcos Dorados Argentina vaciaron la primera compañía con una compleja maniobra para eludir la Ley y evitar pagar millonarias deudas”. El problema de esto reside en que “una quiebra es una manera en la que una empresa dice ‘no puedo pagar’ y pone a sus acreedores en igualdad de condiciones. Dicen ‘hay tanto’ y se reparten en partes iguales para todos los acreedores. Cuando se beneficia a algunos de estos acreedores ocurre lo que en derecho penal se llama quiebra fraudulenta, que es aquella en la que no hay igualdad entre los acreedores”, según la misma denuncia.
“Rosenkrantz le dice a la parte que esta por quebrar que tienen que hacer toda una maniobra para que Arcos Dorados se quedara con la plata que le correspondía al resto de los acreedores”. Esta maniobra consistió en crear la empresa “40 Uno SRL”, a la que Operadora de la Costa le transfirió todos sus activos. “La empresa y la multinacional -asesorada por Rosenkrantz- hicieron desaparecer todos esos bienes y activos al igual que todo el dinero resultante, simulando falsas ventas a terceros”, lo que habría incluido “un acta de directorio y otra de asamblea falsificadas”, sostiene Míguez en la denuncia, que quedó en cargo del juez Daniel Rafecas y el fiscal Gerardo Pollicita, bajo el expediente número 21968/2018.
“Rosenkrantz es quien le dice a la parte que está por quebrar que tienen que hacer toda una maniobra, como por ejemplo pasarla a testaferros para que la empresa Arcos Dorados se quedara con la plata que le correspondía al resto de los acreedores. Buena parte del patrimonio se sustrae de la garantía común de los acreedores quedando en mano de la empresa que representaba Rosenkrantz”, o sea Arcos Dorados S.A. (McDonald’s). De esta forma, se habría perjudicado principalmente al Estado Nacional, al no poder cobrar ni AFIP ni ANSES lo que la empresa le adeudaba.