“Default virtual”: Argentina hará quita del 62% de intereses de la deuda y posterga pagos hasta 2023

El gobierno nacional no llegó a un acuerdo con los acreedores internacionales (encabezados por los gigantes de Wall Street: BlackRock y Fidelity) para la reestructuración de la deuda pública. La propuesta del gobierno incluye una quita de U$S 37.900 millones de intereses, lo que implicaría una quita del 62% sobre los mismos, más una quita del 5% sobre el capital (U$S 3600 millones), volviendo a pagar a partir del año 2023.

En este escenario, la Argentina volvería a pagar dentro de 3 años, con un canje por nuevos bonos con una tasa de interés que comenzaría en 0,5% e iría subiendo, con un promedio del 2,33% (muy alejado del 40% que pagaría actualmente con un riesgo país de 4000 puntos, algo imposible además ya que las tasas en dólares en el mundo se acercan a 0% y un 40% es técnicamente imposible para cualquier país). Esta quita se realizaría sobre la deuda emitida bajo legislación externa.

Actualmente en el mercado muchos de los bonos que se reestructurán se están pagando alrededor del 25% de su precio nominal.

“Hay consenso en que hoy Argentina no puede pagar nada, no está en una situación en la cual eso se pueda sostener”, sostuvo el ministro de economía, Martín Guzmán, quien además expresó: “fuertes similitudes entre la evaluación que hace Argentina con sus capacidades de pago y la que hace el FMI”. “No solo hoy el país no puede pagar nada, sino que durante ciertos años no puede pagar nada y hay consenso en el que tiene que haber una reducción fuerte de la carga de deuda y que la reducción puede tomar distintas formas”.

Alberto Fernández, flanqueado por Cristina Kirchner y Horacio Rodríguez Larreta, explicó: “Esto es una suerte de default virtual pero lo que quisimos es que todos entendieran que por delante tenemos un compromiso en común (…) deuda sostenible para nosotros es una deuda que no postergue a la Argentina” y se refirió a las necesidades que el país “tenia en diciembre y que se han incrementado a partir de la debacle por la pandemia”.

Los principales fondos financieros transnacionales que tienen bonos de la Argentina son: BlackRock, Fidelity, Templeton, Greylock Capital Management y Pimco. Si bien ya adelantaron su rechazo, tendrán hasta 20 días para aceptar o rechazar formalmente la propuesta. En caso de no ser aceptada, Argentina iría finalmente a un default ya no “virtual” de su deuda.

BlackRock le reclamó a Guzmán más ajustes y amenazó diciendo que no tienen problemas en “esperar a un próximo gobierno” pronto para negociar en otros términos. Ante ese tipo de amenazas, la Argentina debería usar los próximos 3 años para investigar el origen y legitimidad de la deuda usuraria. En la emergencia económica en la que inevitablemente caerán nuestros pueblos, con una economía mundial y nacional que ya estaba en crisis, ahora agravada por las circunstancias del coronavirus, los recursos que pide la usura internacional bien podrían ser usados por los gobiernos para sostener la salud y el trabajo de la población.

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