Cuarta Revolución Industrial: ¿Qué pasará cuando los trabajadores se den cuenta de que su desempleo no es temporal sino permanente? – Por Marcelo Ramírez

Por Marcelo Ramírez*

Una publicación del diario El Universal de México, en el año previo a la pandemia, anunciaba un futuro que debe ser sopesado con detenimiento para poder evaluar hacia dónde nos conduce y cómo este proceso en marcha es fundamental para que el sistema productivo y todo lo referente a las relaciones sociales que este determine, sean reformuladas.
Nada nuevo ni nada que no sepamos, el Gran Reset que anuncia con bombos y platillos Klaus Schwab desde su cada vez más conocido Foro de Davos, explica esto con términos edulcorados y lo hace en una forma casi esperanzadora.

Vamos a centrarnos en un tema que por su importancia es determinante en su influencia hacia otros sectores como es el futuro del trabajo.

Los procesos de automatización avanzan con una velocidad pasmosa, los cambios se suceden a un ritmo tal que la sociedad no los percibe cabalmente, cambios que ahora se han precipitado por una pandemia que ha demostrado cuán frágiles son las cadenas de producción y suministros y con ello da razones a quienes argumentan que debe actuarse para prevenir complicaciones en el futuro. Las faltas a los puestos laborales forzadas por los contagios transparentan lo frágil que es un sistema productivo y lo mismo sucede con el transporte de mercaderías, insumos y productos terminados, algo que además ha sido potenciado por las medidas draconianas tomadas con la excusa sanitaria.

El mismo globalismo que en etapas anteriores rompió las fronteras nacionales para producir ganancias extraordinarias que le permitieron concentrar riquezas y poder como nunca antes visto para comenzar a condicionar a los Estados, incluyendo a los más poderosos que deben aceptar que la diagramación del comercio y la producción mundial la lleven a cabo un puñado de corporaciones bajo el control de fondos de inversión. Esto generó las condiciones para el salto cualitativo que empezamos a ver con los cambios en la producción y desde allí en todos los sectores de la vida a partir de la liberación de nuevas tecnologías.

La automatización de procesos productivos mencionada requiere inversiones iniciales importantes, pero sobre todo puede llegar a quitar el control de los accionistas (propietarios) debido a que el proceso a medida que se profundiza quiebra las bases del sistema capitalista que ellos mismos controlan y desde allí extienden su dominio al conjunto de la sociedad. A medida que la tecnificación avanza, y a esto debemos sumarle la Inteligencia Artificial que afecta tareas que antiguamente se creían reservadas para seres humanos, los empleos van a ir mermando hasta prácticamente ser irrelevantes en función de la masa total de los trabajadores.

La nota del medio mencionado anteriormente demuestra que el sector bancario expresado por Banxico (Banco de México), ya ha detectado la brutal caída de las fuentes laborales y sus problemas potenciales. Esto, sin embargo, es apenas visible para las mayorías y como también expresamos, artificialmente endulzado para que sea menos disonante y preocupante.

Si no se tienen estudios formales avanzados la merma en la demanda laboral alcanzará al 80% de los trabajadores, pero si se los tiene, la caída “sólo” alcanzará al 40%. Tomando por ciertos estos datos, que seguramente son mucho más graves que lo expuesto, aún sigue siendo preocupante la situación porque 7 de cada 10 trabajadores no podrán obtener empleo según la nota y quedarán excluidos del sistema. Si hasta ahí ya los números son profundamente preocupantes, un análisis más fino revela que la situación es bastante peor, si aún puede serlo.

Sectores como los servicios educativos están extraordinariamente sobrevaluados, la nota es del 2019, un año después la pandemia presentó en sociedad el aula virtual que puede reducir profesores y toda la gente relacionada al ámbito educativo, desde maestranza a los comercios circundantes, sin alumnos presentes o en forma muy reducida no hay consumo ni traslados que alimenta la economía. Sin embargo, en términos económicos el resultado es el mismo que en otras áreas, los sistemas de IA pueden interactuar con los alumnos y enseñar sin que estos puedan notar la diferencia con un profesor humano, más aún, podrán personalizar la educación. ¿por qué no emplear estos sistemas y ahorrar sueldos y problemas? En definitiva, no importa si el resultado será mejor o más o menos ético, lo que determina si se hará o no será la ecuación costo-beneficio y allí el resultado es lapidario, la escuela como hoy la conocemos no tiene dos siglos de antigüedad y va a evolucionar hacia otra cosa, guste o no lo hará.

Esto mismo se producirá en otras profesiones, diariamente vemos salir al mercado sistemas que reemplazan trabajadores, y cada vez más son reducidas las áreas donde la tecnología es apenas un auxiliar. Si no ha avanzado más desplazando trabajadores es simplemente por el impacto social que producirá, pero la tecnología está y la decisión de que avance ya ha sido tomada.

¿Para qué pagar sueldos y tener problemas con faltas, vacaciones, enfermedades, embarazos, conflictos laborales, etc., si esto se puede hacer sin intervención humana? Más simple y barato, si hoy no tenemos plena conciencia de lo que nos espera a la vuelta de la esquina es simplemente por dos factores. Uno, desde el poder no se quiere alarmar a la sociedad y generar reacciones hostiles, por lo cual economistas y otros “expertos” suelen explicar que mágicamente aparecerán trabajos no conocidos en el pasado que sustituirán los empleos perdidos. Desconocen que en tiempos pasados la tecnología solo era un auxiliar, hoy hemos llegado a un punto de inflexión donde se basta por sí misma y no necesita, o lo hace en un mínimo, el control humano. Y el segundo punto podemos decir que no pueden las élites perder el control del proceso de cambio de modelo so pena de perder sus privilegios, por lo cual esta transición se debe hacer bajo su estricto control y aún hoy hay factores que no controlan como Rusia o China, cuyos modelos son diferentes.

Repito, no importa si está bien o mal, importa que se puede hacer y se está haciendo de hecho, podemos discutir si llevará a cero la participación humana o siempre hará falta alguna intervención de unas pocas personas, pero sea cual sea la respuesta, las grandes masas no tendrán acceso y solo unos pocos podrán permanecer en el sistema.
Es una ilusión creer que en países donde hay mucho trabajo por hacer se pueden crear empleos. No es la necesidad la principal razón que dicta que se produzca una labor sino el dinero, una persona puede necesitar tener un dormitorio más para su nuevo hijo, un albañil necesita trabajar, un corralón de materiales precisa vender los insumos, pero nada se moverá si no hay dinero para que el flamante padre pueda pagar por materiales y trabajo.

¿Por qué habría de cambiar esta forma de proceder? ¿Por qué un megafondo como Blackrock estaría interesado en que el proceso productivo virtuoso se ponga en marcha? Si creen que la respuesta es por las ganancias que les reportará, les tengo malas noticias, el capitalismo productivo está muerto y enterrado, y el propio financiero en coma 4.
Estos señores ya son dueños de todo lo que les interesa y hace décadas saben que el mundo transita este camino de substitución y ya han decidido que el destino sufrirá una reconfiguración radical donde sobra gente porque es innecesaria para sus intereses.

No sólo esa gente es innecesaria sino es un foco de conflicto potencial porque aún con la asistencia universal reclamarán acceso a mejores condiciones de vida, querrán tener lo que esta gente poderosa tiene y exhibe, se levantarán en algún momento porque es la esencia humana, la historia está llena de revoluciones por mejores condiciones de vida y los controles de masas son temporales, el riesgo de sublevaciones está siempre presente mientras haya gente disconforme.

¿Qué pasará cuando los trabajadores se den cuenta de que su desempleo no es temporal sino permanente? ¿qué pasará cuando sepan que ya no van a tener nada, pero tampoco serán felices? ¿Qué pasará cuando los profesionales se den cuenta que ya en el 2019 les advierten que el 40% no tendrá trabajo? ¿Qué pasará cuando un educador se dé cuenta que a pesar de lo que cree, es prescindible?

La salida individual como emprendedor es otra falacia que han generado como mecanismo de contención, ¿a quien venderle bienes o servicios si los adquirentes no tienen trabajo y están fuera del sistema? ¿Cuántos podrán dar un servicio o producir un bien que pueda ser pagado, no solamente demandado? Todos sabemos que la economía es una cadena que puede ser virtuosa o no, según el ciclo sea de ascenso o de descenso ¿por qué lo olvidamos ahora que el desempleo será masivo?

Los empleos que no derrumbe la tecnología por sí misma lo hará la falta de consumidores que puedan pagar por sus necesidades. Ni siquiera la perspectiva del mercado negro sale airosa porque con la digitalización del dinero se irá reduciendo su margen a simples trueques que puedan estar a salvo de la voracidad fiscal.

Las ideologías que impulsa el poder concentrado a través de sus resortes como son los medios de comunicación, de entretenimiento, las corporaciones, la academia o las redes, todo, absolutamente todo, confluye en un mismo sentido que es el de disminuir la población con distintas razones. Aborto, eugenesia, parejas estériles, vida solitaria, destrucción de la familia, sanciones por el impacto en la huella de carbono, todo se encamina en un mismo sentido y es promocionado desde el Poder. La decisión de las élites que controlan los fondos de inversión que a su vez manejan la economía mundial, y la política en buena parte del mundo, ya ha sido tomada y coincide con ideas consideradas malthusianistas con muchas décadas, que ahora empiezan a hacerse realidad, pero esta vez con sutileza. Ya no se habla de razas superiores ni espacios vitales, ahora la razón son derechos individuales fijados desde el poder a su conveniencia y que han dejado de lado las reivindicaciones económicas que pueden ser peligrosas y se fomentan las que apuntan a atomizar la sociedad en reclamo múltiples, contradictorios e irrelevantes para el Poder.

Es momento de dejar de lado la complacencia, la comodidad de abstenerse de pensar en un futuro tan distópico como el que están construyendo ante nuestros ojos y enfrentarlos antes de que se cierre el nuevo sistema. Por ello es urgente dejar de lado cuestiones menores o mezquinas y construir un frente que luche porque esa tecnología y sus beneficios sean sociales y no privados. Las patentes hoy son una de las razones que construyen para mantener su poder, quien las controle controla el devenir futuro, es hora de tomar nota y poner en la agenda de debate.

*Marcelo Ramírez es analista en geopolítica / Director AsiaTV

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